03-02-2011.
Julio César Gálvez
(www.miscelaneasdecuba.net).- Primero fue Túnez, ahora Egipto, Jordania
apremia reformas, en Líbano algo nuevo está en el ambiente, Marruecos
está a la expectativa y los vientos soplan de aquí para allá en busca de
la necesitada apertura de libertades, derechos humanos y democracia para
los pueblos oprimidos por regímenes totalitarios. Ha llegado el despertar.
Pero mientras decenas de miles de personas se lanzan a las calles del
mundo árabe para exigir los cambios necesario, en Cuba Alejandrina
García de la Riva mantiene un ayuno desde el pasado viernes 28 de enero
en demanda de la liberación de los 11 prisioneros de conciencia de la
Primavera Negra del 2003, que aún permanecen encarcelados por negarse a
marchar al destierro en España, entre los que se encuentra su esposo
Diosdado González, condenado injustamente a 20 años de prisión.
Como respaldo a su esposa, Diosdado se declaró el pasado lunes 31 de
enero en huelga de hambre, al que se sumó este miércoles Pedro Argũelles
Morán, recluido en la prisión de Canaleta, en la provincia de Ciego de
Ávila, quien presenta serios problemas de salud y una avanzada
cataratas, que apenas le permite reconocer a nadie a más de una cuarta
de distancia de su rostro. Ambos, al igual que los restantes prisioneros
de conciencia del Grupo de los 75 están encarcelados por el simple hecho
de pensar de forma distinta y diferente al discurso oficial del régimen
de la Habana.
El gobierno cubano, al que se le venció el plazo fijado para liberar a
los prisioneros políticos el pasado 27 de noviembre, no ha respondido a
las múltiples peticiones hechas a nivel mundial con el fin de que acabe
de abrir las rejas de las celdas a los que aún no ha puesto en libertad.
Las causas de las protestas multitudinarias callejeras en el mundo árabe
llevan un soplo de aire fresco a la vida de los ciudadanos de estos
países. En Cuba el gobierno le da otra vuelta y aprieta más la tuerca y
aumenta la represión contra los disidentes, y envía a sus agentes
uniformados y encubiertos para chequear, vigilar y reprimir a quienes se
les enfrentan. Pero atención. No podemos olvidar que hasta el continente
americano llega el polvo del Sahara, responsable de alteraciones y
modificaciones en el cambio climático. Ya está cercano el equinoccio de
primavera y con él los vientos del sur.
Sin bolita mágica ni pretensiones adivinatorias, nadie sabe cuando
estalle la explosión, esa que por lógica se producen en los países
totalitarios, asesinos de sus pueblos, y aunque en Cuba la represión es
enorme, no es la regla de la excepción. No incitamos a la violencia a
cientos de millas de distancia, mucho menos entre hermanos nacidos bajo
el mismo cielo y en la misma tierra. Pero lo cierto es, que soplan aires
de cambio hacia la democracia en todo el mundo. Demos nuestro apoyo
incondicional y solidario a nuestros hermanos de lucha que aún
permanecen en las mazmorras castristas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31189
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