10 de febrero de 2011

Cuestiones legales

Cuestiones legales
Thursday, February 10, 2011 | Por René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) – Durante la semana pasada se
divulgaron en Cuba varias noticias con implicaciones jurídicas. Entre
ellas se encuentran la excarcelación de un miembro del Grupo de los 75,
la solicitud de veinte años de prisión para el contratista
norteamericano Alan Gross, y la imposición de sanciones a los encartados
en el exterminio masivo de pacientes en el Hospital Psiquiátrico
Nacional de Mazorra.

La liberación de Guido Sigler Amaya, miembro de la combativa familia
matancera, ha producido justificada alegría entre los luchadores pro
democracia de la Isla. Aunque su liberación -al igual que ha sucedido en
otros casos anteriores- ha tenido lugar después de casi ocho años de
injusto encierro, y en virtud de una licencia extrapenal que puede ser
revocada en cualquier momento, el hecho en sí de que haya salido de la
cárcel es positivo.

Al respecto sólo podemos consignar una vez más nuestro asombro, porque
aún quedan en prisión diez valerosos presos de conciencia, a los que el
régimen castrista se niega a excarcelar, debido a que, pese a las
fuertes presiones que se han ejercido sobre ellos para que marchen al
exilio, se niegan a hacerlo.

El pasado sábado, mi esposa Ana Margarita Perdigón y yo viajamos al
poblado de Pedro Betancourt, donde tuvimos el honor y la gran
satisfacción de abrazar personalmente a Guido, a los otros miembros de
su aguerrida familia y a numerosos hermanos matanceros que se
congregaron en la porción de la vivienda que funge como sede del
Movimiento Cubano Opción Alternativa.

Causa dolor que doña Gloria Amaya, la madre ejemplar, haya muerto cuando
varios de sus hijos se encontraban aún encarcelados.

En el caso del estadounidense preso, despierta nuestro asombro la
condena solicitada para él por la Fiscalía. Le interesan veinte años de
privación de libertad, cuando -nunca se repetirá demasiado- lo único que
hizo fue repartir algunas computadoras y teléfonos satelitales entre
correligionarios suyos de la Isla.

Confieso que, al conocer la noticia, sólo se me ocurrió comentar: ¿Qué
sanción le pedirían si hubiese distribuido ametralladoras y paquetes de
explosivos? Se confirma así lo consignado hace un par de meses en el
documento Cuba es lo primero: "Decididamente, dentro del gobierno de La
Habana hay grandes fuerzas que hacen todo lo posible por impedir una
distensión con el estadounidense".

En cuanto a las sanciones impuestas a los ciudadanos catalogados como
responsables de la muerte de docenas de enfermos mentales en Mazorra,
debo mencionar ante todo la opinión imperante entre nuestros
compatriotas, que rechazan esas penas como excesivamente benévolas.

Aquí cabe hacer un comentario general, y es que, en este tema de los
castigos, hay que reconocer su carácter relativo: Cuando se quemaba
vivos a los reos, el ahorcamiento era catalogado como un acto piadoso;
donde subsiste la pena de muerte, la cadena perpetua parece compasiva. Y
cuando por sacrificar una res se imponen veinte y más años de prisión,
las sanciones escogidas para los implicados en el caso Mazorra resultan
francamente ridículas, y no pueden ser comprendidas por nuestro pueblo.
De ahí su inconformidad y su crítica.

http://www.cubanet.org/articulos/cuestiones-legales/

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