Eugenio Leal
LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -En la noche del 28 de
octubre, en el aula Fray Bartolomé de las Casas del convento de San Juan
de Letrán, en la calle 19 No. 258, entre J e I, municipio Plaza, Ciudad
de La Habana, dentro del ciclo de conferencias 2010-2011 "Las virtudes
humanas en la sociedad", el Dr. Roberto Méndez Martínez, consultor del
Pontificio Consejo para la Cultura de la Santa Sede, impartió la
conferencia "Jorge Mañach y José Lezama Lima, dos visiones del
compromiso intelectual".
Para mostrar la concepción intelectual de Jorge Mañach Lobato
(1898-1961) y José Lezama Lima (1910-1976), el Dr. Méndez desarrolló su
exposición a partir de la polémica que sostuvieron, estos valiosos
exponentes de nuestra cultura, en la revista Bohemia en el año 1949.
Al ocurrir el lance Mañach, de temperamento impulsivo con un temible
halo de polemista, era conocido por su compromiso político-social y la
sólida trayectoria académica. A su vez Lezama, de carácter
introspectivo, se desempeñaba en un burocrático puesto de abogado. Había
editado las revistas Verbum, Espuela de Plata, se enfrascaba en la
revista Orígenes y en silencio, tesonero como el joyero con su buril,
elaboraba sus obras literarias, que sólo eran conocidas por un selecto
grupo. Ambas personalidades manifestaban tener un conflicto generacional
en la fina ironía con que se trataban.
El incidente ocurre al recibir Mañach de regalo un libro de Lezama en
que éste, en la dedicatoria, le insinuaba que estaba alejado de las
actividades culturales, lo que enfrentó sus concepciones contrapuestas
sobre el compromiso del intelectual en la sociedad. El primero era
partidario de la acción social y el segundo de sólo dedicarse a la
creación literaria.
Resulta significativo que años después fueron calificados de
intelectuales burgueses y reaccionarios. El mayor tuvo que abandonar el
país en 1961, al ver cerrarse las posibilidades para publicar y por la
agresión que le hacían desde las páginas del suplemento periodístico
"Lunes de Revolución", y muere en Puerto Rico.
Al más joven lo apartaron de la vida cultural al dar su voto en 1968, en
el concurso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC), para premiar el libro de poesía "Fuera de Juego" del escritor
Heberto Padilla y por su manifiesto desinterés político. Fiel a sus
principios se mantuvo indiferente, como una ostra que al sentirse
amenazada se cierra para conservar su perla, hasta que murió en 1976.
El convento de San Juan de Letrán, en correspondencia con el carisma
educativo de Santo Domingo de Guzmán, nos ofrece todos los años un ciclo
de conferencias que contribuyen al desarrollo de la sociedad civil, al
análisis y la compresión de nuestra historia. Porque quienes no aprenden
del pasado están condenados a repetirlo.
Hoy, que nuestro país está en la mayor y más prolongada crisis de su
historia, son necesarios el diálogo y la reconciliación, para lograr
exorcizar a los demonios de la intolerancia que desgarran nuestra
sociedad. Sólo así podremos transmutar la tendencia cainita en una
conducta civilizada de unidad en la complementariedad.
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