Gustavo Pardo Valdés
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -El movimiento femenino conocido
como Damas de Blanco ha dejado una huella muy profunda en la historia
reciente de Cuba.
Esta agrupación de mujeres, no tiene una estructura definida, aunque si
están muy bien organizadas; ni un programa determinado, que la enmarque
dentro de alguna de las corrientes prevalecientes en el ámbito político
cubano actual.
Carecen de funcionarias electas o nombradas, aunque cuentan con un
liderazgo muy bien establecido.
La Sra. Laura Inés Pollàn Toledo ha logrado el reconocimiento nacional e
internacional como la guía y vocera indiscutible de este grupo; lo cual
no es óbice para que los acuerdos y decisiones que afecten al grupo,
sean tomados por votación democrática, en asambleas, ordinarias o
extraordinarias efectuadas al efecto.
Precisamente, estas características han sido las que distinguen a las
Damas de Blanco como una organización no partidista, eminentemente
civilista y abierta a todas las corrientes del pensamiento
religioso-político-social que sustentan las distintas organizaciones de
la emergente sociedad civil cubana, brindando a todas ellas su apoyo,
solidaridad y colaboración, siempre que ello ha sido necesario.
Por lo general, a las Damas de Blanco se les identificaba con los
familiares femeninos de los presos del llamado Grupo de los 75,
independientemente de que algunas de ellas jamás han participado en
ninguna de las actividades que este movimiento ha llevado a efecto
durante los siete años de su azarosa existencia.
Esta situación fue hábilmente aprovechada por los oficiales de la
Seguridad del Estado para ir debilitando a las Damas de Blanco, mediante
la ejecución de una combinación de actos violentos, con la aplicación de
medidas mañosas; tales como la liberación de ciertos presos de este
grupo, residentes en La Habana.
Como resultado de lo anterior, las marchas y actividades de las "Damas",
se vieron ostensiblemente reducidas, llegando a producirse en ocasiones
marchas en las cuales apenas participaban siete u ocho de estas heroicas
mujeres.
Esta situación se revirtió con la incorporación al grupo inicial, de las
llamadas Damas de Apoyo, quienes con igual valor y sin tener familiares
presos, han sufrido y resistido las medidas represivas que las
autoridades han ejercido sobre las Damas de Blanco.
Recientemente se ha conocido que, como resultado del dialogo que desde
hace algún tiempo llevan a cabo la jerarquía católica con el gobierno de
Cuba, éste último ha accedido a liberar a todos los presos del Grupo de
los 75, con la presumible condición, de que ellos emigren de la Isla.
Si esto resulta cierto, y las Damas de Blanco son exclusivamente las
mujeres familiares de los presos de este grupo, entonces, ¿se puede
considerar que cuando el último de los presos de "los 75" sea
excarcelado, dicha organización desaparezca?
Es poco probable que ello suceda, porque Laura Pollàn es una mujer de
reconocida inteligencia y visión de futuro. Además, cientos de presos
políticos aun se hallan las cárceles del régimen cubano.
Las Damas de Apoyo tienen aun mucho trabajo que hacer.
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