28-06-2010.
Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Varios amigos me han interrogado sobre las
cartas que circulan a través de la Internet, relativas estas al
diferendo del que debatimos los cubanos en los últimos días. Las
misivas discurren en relación a la prohibición de viajes de los
ciudadanos norteamericanos con destino a Cuba y a la flexibilización de
las limitaciones introducidas por el gobierno estadounidense en lo
tocante al comercio con la dictadura castrista.
En alguna ocasión expresé mi opinión sobre el tema, aunque
indubitablemente especulativa. Ciertamente, tengo amigos que comparten
ambos enfoques en el diferendo y con todos intercambio frecuentemente
mis criterios, porque este proyecto es bastante añejo y está más que
manido y hasta roído.
Pero intento comprender más al fondo del asunto. Si se analiza con mayor
profundidad se ve claramente la mano peluda y hasta huesuda de la
dictadura castrista. Detrás se encuentra la compañía de los acólitos,
los servidores y los manipuladores con el perdón de los buenos amigos,
que no conculcan con la dictadura ni con sus acólitos, ni sus
servidores, pero que están allí porque los plagiaron, les falsearon la
realidad o se auto engañaron ellos mismos.
Y es que básicamente se trata del mismo tema, el embargo interpuesto por
el gobierno estadounidense contra la tiranía Castro-comunista de La
Habana y que hasta en día hoy, la asfixia, la deshidrata y la está
llevando hasta el mismo abismo, aunque algunos quieran meterse por los
ojos que el embargo en nada daña a la abyecta satrapía.
El levantamiento del embargo como tal, requeriría de varias condiciones
que obligatoriamente tendría que confrontar la dictadura comunista
radicada en la isla y que son bien conocidas. Donde incluso es condición
ineludible la desaparición de los hermanos Castro de la palestra
política cubana.
Conseguir el levantamiento del embargo sin cumplir las condiciones
exigidas, es materialmente imposible en el momento actual, dada la
desfavorable correlación de fuerzas en el Congreso de los EEUU, pero
además, por la insoportable pestilencia de los Castro y de sus
apestados partidarios.
Con las últimas actuaciones en contra de las Damas de Blanco, con el
asesinato premeditado, de Orlando Zapata Tamayo y con todos los
desmanes cometidos en los últimos tiempos por la dictadura castrista,
entre los que se encuentra sin lugar a dudas,la liquidación física a
través de la tortura y de los maltratos del inclaudicable Ariel Sigler
Amaya.
Pero hay quienes pretenden desde el gigantesco país del norte, rescatar
la escuálida, raquítica e inhumana dictadura cubana. De hecho, ella
misma pretende ser salvada por la obra y la gracia de la caridad y de
la benevolencia estadounidense. Para ello necesita del dinero que a
manos llenas le pueden proporcionar los turistas norteamericanos que
llegarán en oleadas humanas, para contemplar por sus propios ojos este
prehistórico y destartalado dinosaurio comunista, que milagrosamente ha
sobrevivido en este moderno período del siglo XXI.
Este es el objetivo final; si no se puede conseguir hoy el levantamiento
del embargo económico y comercial impuesto contra la satrapía decadente,
conseguir al menos el levantamiento de las restricciones a los viajes
impuestas a los norteamericanos y para lo que no existen severas
condiciones, que tenga que cumplir la dictadura, ni grandes
sacrificios, que deba realizar. Tales equisitos serían no ser
considerada una amenaza militar para los Estados Unidos ó que se
le excluya de entre los países que auspician el terrorismo y alguna
que otra condición menor, que se estime deba cumplir la tiranía y
que pueda ser soslayada o certificada por el Presidente o algún
otro funcionario de alto rango.
Ellos, los que elucubraron tales ideas, planeaban que en este preciso
momento pudieran alcanzarse tales propósitos. Esto teniendo en cuenta
especialmente la oportunidad del voto mayoritario del Partido Demócrata
en ambas Cámaras. Para eso es que se necesitaba la cacareada cartita,
desde Cuba y a nombre de un grupo de los llamados disidentes.
El objetivo, simple, que fuera considerada como un "AVAL" para ser
presentado ante la Comisión de Agricultura del Congreso de los Estados
Unidos y que de esta manera le diera el empujoncito necesario, para
alcanzar el empeño. Justamente en el momento de pánico, cuando la
dictadura se encuentra al borde mismo de su desintegración y
precisamente cuando necesita del aliento indispensable para superar su
propia muerte.
Es como tirarles el salva vida en el instante mismo de su ahogamiento,
¿Que se pretende? ¿Salvar la dictadura? ¿Tan acostumbrados a ella que
nos produce nostalgia perderla? Bueno al parecer se la produce a algunos.
Otra cosa, en el vertido de opiniones diversas, se insinúa como que el
exilio tiene una posición radicalmente recalcitrante con respecto a los
que nos encontramos dentro y se alude a que la opinión que debía
prevalecer es precisamente la interna. Eso es claramente una completa
falsedad, tengo la certeza de que dentro de Cuba existen muchos más
dispuestos a sortear la caída de bombas sobre Cuba con tal de librarnos
de la dictadura, que los que en el exilio quieren enterarse de que sobre
Cuba caen tales bombas, los más radicales estamos aquí dentro.
Aquí muchos dicen que el tonto de Bush debió haber empezado primeramente
por Cuba antes de invadir a Sadan Husein. Y es muy lógico, los cubanos
que viven en el extranjero no sufren en carne propia la dictadura. ¿Por
qué se han ahogado miles de jóvenes y se siguen ahogando, por qué
prefieren morir antes que soportar esto?
Otra cosa más, probablemente la carta de los setenta y cuatro es una
opinión minoritaria dentro de la Sociedad Civil cubana, si se hace una
encuesta dentro de los opositores, probablemente el ochenta por ciento
descalifica esa carta y los que la confeccionaron lo saben. ¿Por qué no
la divulgaron antes y llamaron a firmarla masivamente? Esa carta fue
hecha en secreto. Con tanto que aquí gustan que todos firmen sus cartas,
por qué no me preguntaron esta vez, si varios de los firmantes siempre
me buscan para que yo les firme sus panfletos.
Yo no soy una personalidad, pero allí hay personas que no tienen ni
idea, de a que es a lo que le llaman política, incluso conozco quien
dice que no se mete en política porque la política es cochina y firmaron
una carta política y polémica.
Algo más, entre los firmantes de la carta hay muchos disidentes o sea
personas pertenecientes a los círculos gobernantes en otros tiempos,
pero que continúan en el limbo de la afinidad, varios son tan cercanos
al régimen que no se entiende porque no están integrados plenamente en
el. A algunos les llaman conversos, hay otros reciclados, pero incluso
hay quien ha cambiado varias veces su filiación política, eso a mi me
parece poco serio, lo confieso, para mi el mimetismo es cosa de
lagartijas, que son las que cambian frecuentemente de color.
No se puede pretender que un grupo tal, represente mínimamente, a la
sociedad cubana actual.
Lo cierto es que el efecto esperado fue totalmente contraproducente,
pero sigo afirmando que este es un ejercicio genial de democracia
verdadera y que los cubanos comenzamos a intervenir en la vida política
de la nación. Los que hablan de que estamos divididos piensan como los
totalitarios, que pretenden imponer la unanimidad y la unanimidad sólo
existe en la mente de los comunistas, lo que existe es la diversidad,
basta ya de pretender ser unánimes.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=28539
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