23 de junio de 2010 • 15:43
Por Marc Frank
LA HABANA (Reuters) - Muchos socios extranjeros de empresas cubanas 
tienen todavía su dinero bloqueado en bancos estatales y no saben cuándo 
podrán repatriarlo, pasados ya 18 meses desde que sus cuentas fueran 
congeladas por el Gobierno en medio de una crisis de liquidez.
El congelamiento de las cuentas es uno de los problemas que están 
desgastando las relaciones de negocios en Cuba, en un clima ensombrecido 
por la falta de voluntad del Gobierno por publicar cifras sobre el 
estado de su economía.
Golpeada por la crisis financiera internacional, el acoso financiero de 
Estados Unidos, los destrozos provocados por huracanes e ineficiencias 
crónicas, el Gobierno comunista dejó de pagar algunos compromisos de 
deuda a partir del 2008.
A comienzos del 2009, congeló hasta 1.000 millones de dólares en las 
cuentas de unos 600 proveedores extranjeros.
Cuba también retrasó los pagos a algunos de sus socios en 
emprendimientos mixtos y no respondió por notas comerciales vencidas.
Los bancos estatales ofrecieron pagar el dinero de las cuentas 
congeladas con un interés anual del 2 por ciento en un plazo de cinco 
años, pero según fuentes empresariales el avance es lento.
'Hasta donde sé, todavía tienen que liberar alrededor del 50 por ciento 
de los fondos congelados', dijo un agregado comercial de un país 
europeo, cuyos cálculos son refrendados por otros diplomáticos y 
empresarios que pidieron no ser identificados.
La oferta de repago no se aplica a los socios en emprendimientos 
conujuntos con el Gobierno cubano ni a empresas extranjeras que 
administran hoteles en la isla, que estarían tratando de lograr acuerdos 
separados con las autoridades para recuperar su dinero.
'Todas las personas que conozco que están trabajando aquí tienen unos 10 
meses de pagos atrasados incumplidos, por entre 1 y 50 millones de 
dólares', dijo el administrador extranjero de un hotel en Cuba.
Cuba no es miembro del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial 
ni de otros organismos multilaterales a los que podría acudir en busca 
de ayuda, pero sus problemas son hasta cierto punto autoinfligidos, 
según Pavel Vidal, un experto monetario del Centro de Estudios de la 
Economía Cubana de la Universidad de La Habana.
En un informe presentado la semana pasada en una conferencia organizada 
por la Iglesia Católica, el economista dijo que la falta de regulación y 
transparencia ha llevado a Cuba a imprimir más pesos convertibles, la 
moneda fuerte local que usa para transacciones internacionales, de los 
que puede respaldar con sus reservas.
'Los bancos cubanos se han visto afectados por un exceso de emisión en 
pesos convertibles muy por encima de la liquidez en divisas necesaria 
para hacer funcionar integralmente el sistema de pagos', explicó.
Como resultado, dijo el especialista, los bancos cubanos enfrentan 
problemas sistemáticos de liquidez, los que todavía no han podido 
superar totalmente.
FINANZAS POCO CLARAS
Para enfrentar la crisis, el presidente Raúl Castro reemplazó a 
comienzos del 2009 a su equipo económico y declaró que el país no podía 
gastar más de lo que ganaba.
En diciembre pasado, el ministro de Economía, Marino Murillo, dijo al 
Parlamento que el Gobierno había detenido la hemorragia de moneda 
extranjera y transformado el déficit comercial del 2008 en un superávit 
gracias a un recorte del 37,4 por ciento en las importaciones.
Los empresarios extranjeros dicen que el país parece estar reduciendo 
sus importaciones todavía más este año y que la mayoría de los nuevos 
negocios están recibiendo sus pagos más o menos en los plazos pactados.
Pero sostienen que no pueden tener una idea clara de la economía cubana, 
porque el Gobierno mantiene en secreto sus principales indicadores como 
el volumen de reservas, la deuda y la cuenta corriente de ingreso y 
salida de divisas.
El Banco Central solía entregar a sus acreedores un informe anual sobre 
la economía y las finanzas del país, pero el último es del 2008 con 
información del año previo.
Cuba culpó a Washington de su falta de transparencia, al afirmar que la 
persecución que Estados Unidos hace de su actividad económica en el 
resto del mundo como parte de su embargo comercial la obliga a mantener 
esa información en secreto.
Pero hombres de negocios extranjeros afirman que el secretismo también 
da ventaja a Cuba a la hora de firmas contratos y deja a los empresarios 
a oscuras sobre la cantidad de dinero que posee la isla y a qué lo 
destinará.
Aunque los empresarios extranjeros creen que las finanzas de Cuba están 
mejorando, no esperan que sus fondos sean descongelados en el corto plazo.
'Creemos que este año habrá un superávit de entre 1.500 millones y 2.000 
millones de dólares, pero será destinado a recuperar las reservas y 
preparar al país para el próximo huracán', dijo un extranjero 
involucrado en servicios financieros.
(Reporte de Marc Frank, traducido por Esteban Israel, Editado en español 
por Ignacio Badal)
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