27 de octubre de 2009

Trampas de la involución

Trampas de la involución
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) – El pasado 12 de octubre la
radio cubana difundió por la estación Radio Reloj el texto de un
periodista oficial acerca del impedimento de viajar a La Habana de la
Orquesta Sinfónica de New York. El periodista condenó la prohibición
como un atentado al establecimiento del intercambio cultural entre dos
países a los que hace falta la comunicación cultural.

El 9 de octubre el Club de Escritores celebraría otra de sus sesiones de
análisis y discusión de los cuentos de uno de sus miembros, Juan
González Febles. La reunión tendría lugar en el apartamento de J.
Madrazo, sede del Comité de Integración Racial.
Lamentablemente, el modesto evento no pudo realizarse por la
intervención de la policía política, Al señor J. Madrazo lo detuvieron
por la mañana y lo liberaron en horas de la noche en El Wajay, en las
afueras de la capital.

La prensa oficial no se ocupa de estos hechos. Los periodistas que
laboran en los medios de prensa nacionales no pueden comentar estas
cosas. No se les permite. Tampoco se les informa.

Sin embargo, se obliga a los periodistas oficiales a escribir artículos
de condena, como el texto que escuché por la radio, donde acusaban al
Departamento de Estado estadounidense de sumarse al embargo, de cometer
un atentado cultural.

Mientras, en La Habana la policía política impide por la fuerza la
reunión pacífica de una decena de intelectuales que se sienten libres
para reunirse y discutir los textos presentados por un colega y amigo,
en un espacio propio de carácter civilista. Un evento sin estridencias,
ni otro fin que el de interesarse por escuchar las inquietudes
literarias de alguien que no deja su libertad de expresión en manos de
alguaciles.

En el archipiélago que es la sociedad cubana, existe la isla de los que
no dejan sus derechos al arbitrio de funcionarios. La diferencia con el
resto es que para nosotros la ausencia de derechos es más evidente.

Vivimos sin amparo de ninguna ley. "Para ustedes no hay leyes", dijo,
amparado por el poder, un oficial de la policía política a un miembro de
la Red de Comunicadores Comunitarios cuando reclamó la devolución de una
cámara fotográfica que le quitaron por la fuerza.

Una de las trampas de la involución social que vive Cuba desde hace
cinco décadas, es que las autoridades se empeñan en divulgar la especie
de que aquí se respetan los derechos de los ciudadanos. No hay mentira
más flagrante, ni abismo más profundo en el que pretendan arrojar a los
incautos que atiendan la falsedad de ese discurso.

Cuba: Trampas de la involución (27 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/27_C_5.html

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