2009-10-22.
Alex Eduardo P. de la Cruz, estudiante de la Universidad de la Habana,
colaborador de Hablemos Press
Agentes reciben órdenes en un gran operativo policial este viernes
contra la población civil en la capital cubana. Foto: Roberto de Jesús
Guerra Pérez.
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana, 20 de octubre.- Uniformes
azules con gente dentro, así reza el estribillo de una canción de Los
aldeanos, un grupo de raperos valientes que se enfrentan al régimen con
sus canciones de protesta, canciones que hacen meditar hasta al más
acérrimo defensor del sistema.
Ahora bien, esta gente dentro de los uniformes tiene que cumplir ciertos
requisitos para integrar las filas de la PNR (Personas No Racionales).
Además de este requisito fundamental, existen otros como: 4to grado de
escolaridad, tener como mínimo dos neuronas, no ser de La Habana y, como
último requisito indispensable, saber decir cané de identidad o algo que
se asemeje. (requisitos en forma de parodia).
Como vemos, no son tantos los impedimentos para que alguien que vista de
azul gane sueldos mayores a los de alguien que vista de blanco, como un
cirujano cardiovascular. No obstante, estos personajes hacen maravillas
para aumentar mucho más sus salarios. A continuación, les relato un
suceso que este humilde servidor ha conocido de la boca de una víctima.
Según un buen amigo mío, cuyo alias es Potaje, carpintero de profesión,
pero devenido en "luchador" (persona que expende cualquier mercadería
con la que se pueda lucrar) -según el diccionario callejero- una mañana
de domingo volviendo de la Habana Vieja con rumbo San Leopoldo, este
"luchador" cargaba una mochila marca Taba con 15 latas de carne
prensada, las cuales iba vendiendo por el camino al precio de 1 cuc.
Al doblar en una esquina para tomar otra calle de cuyo nombre no quiere
acordarse, lo detuvo un policía. Sin dar el buenos días y después de
exigirle ladrando el carné de "ida", registró la mochila en la que
quedaban 12 de las sospechosas latas de carne.
Acto seguido se echa la mochila al hombro y le dice que tiene que
acompañarlo a la "unida" y que se vaya preparando pues son 1500 pesos de
multa por acaparamiento y además venta ilegal de mercancías.
A mi socio Potaje, después del mucho justificar, resoplar y reclamar, no
le quedo más remedio que acompañarlo hasta la dichosa "unida" sin
quitarle la vista a la mochila que ahora colgaba en la espalda de su captor.
Unas cuadras más adelante todo parece cambiar por obra y gracia de la
providencia divina. De pronto un milagro sucede dentro de la cabeza del
oficial. "Se registra una actividad cerebral por primera vez en el día"
y aquí es donde empiezan a interactuar las dos solitarias neuronas
dentro de la masa encefálica.
Como consecuencia de esto, surge un pensamiento que empieza a
desarrollarse y se convierte en una idea que se ejecuta en un plan de
dos fases: fase #1, el uniformado le devuelve el carné a Potaje y este
por su puesto se extraña un poco, a lo que el policía responde, "para
que no se me vaya a perder mejor llévalo tú".
Fase #2, según la víctima, unos segundos después el policía lo miró fijo
y le dijo sin titubeos que si a él, o sea a mi amigo, le daba por
mandarse a correr él no podría alcanzarlo pues padecía de dolores de una
hernia que le impedían correr. Claro está, que a buen entendedor…
Mi querido socio Potaje, se la llevó en el aire y comenzó una esprintada
de dos o tres cuadras cronometrando un tiempazo que dejaría boquiabierto
al mismísimo Usain Bolt. Unos minutos después ya estaba en su casa, algo
molesto y maldiciendo a aquel que se había quedado con su mercancía,
pero un poco agradecido que el asunto no hubiera pasado a más.
Después que me relatara el incidente, le pregunté por qué no asumió una
posición más decorosa. Entonces me miró de arriba hasta abajo, y me
contestó que ya las latas de carne estaban perdidas de cualquier manera,
y que si no hacía lo que el policía le sugirió tan sutilmente, éste,
como venganza, se aseguraría de que lo procesaran con todo el rigor, sin
olvidar la multa de 1500 pesos. "Era más conveniente correr", me dijo
medio abochornado, pero en el fondo feliz de haberse librado de un mal rato.
Como vemos, estos uniformados, escasos de neuronas, sin muchos
conocimientos y algo torpes al hablar, se las arreglan muy bien a la
hora de sacar provecho de su posición. Entonces, ¿qué podríamos esperar
de aquellos que ocupan los altos cargos en la élite de poder?
Esta pregunta dejaré que la conteste usando su fértil imaginación. Sólo
queda decir después de conocer este incidente, como muchísimos otros
menos pintorescos y si bastante tristes, que aunque muchos policías
actúan como este, tenemos que reconocer que también hay gente honrada
dentro de las filas de este órgano represivo, pero son los menos y por
lo tanto estos pocos no pueden alterar la mala fama que precede a estos
uniformes azules con gente dentro.
¿ÓRGANO REPRESIVO O VULGARES OPORTUNISTAS? - Misceláneas de Cuba (22
October 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=23820
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