Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Dos amigos, después de
varias décadas, se encontraron, y no sabían qué decirse. Uno rompió el
hielo e invitó a un brindis para festejar el acontecimiento. El otro le
dijo:
-¿Por qué brindar, si todo lo que ha sucedido estos años ha sido
sufrimiento? La nación está detenida en el tiempo.
1959 fue el año de la esperanza para uno de los amigos y de sufrimientos
para el otro. Estas cosas arrastran las revoluciones victoriosas. Los
personeros del régimen derrotado que no lograron huir, fueron apresados,
juzgados y a muchos se le aplicó la pena máxima. Pasaron los años y las
cárceles nunca estuvieron vacías. Por las cárceles han pasado miles de
condenados y todavía permanecen en las celdas centenares de opositores
al régimen.
-Querido amigo, si brindamos sería con lágrimas.
En los primeros meses de 1959 se decretó la ley de Reforma Agraria, con
el propósito de acabar el latifundio. Las tierras en poder del Estado se
trasformaron en ineficientes e improductivas empresas agrícolas.
Hoy, el 20 por ciento de las tierras cultivables están cubiertas de
marabú o mal atendidas. Desapareció lo que fuera nuestra primera
industria durante más de dos siglos. De las zafras de 5 y 6 millones de
toneladas, sólo queda el recuerdo. Hoy apenas rebasan el millón 300 mil.
Se han cerrado decenas de centrales.
En realidad, no había razón para brindar con el amigo, a pesar del
encuentro, cuando hay que bregar duro para llevarse un mendrugo a la boca.
Hay que soportar las noticias de la radio, la prensa escrita y la
televisión, que anuncian la pérdida de miles de quintales de viandas,
frutas, vegetales, debido a la absurda política de no permitir que la
comercialización de esos productos la realicen los particulares. El
gobierno prefiere que se pierdan antes que autorizar a los campesinos a
vender directamente los alimentos a la población.
La destrucción de la familia tiene que ver directamente con la crisis de
vivienda que padecemos. El déficit habitacional en estos momentos
sobrepase el millón de viviendas por construir y reparar, situación
agravada por el paso de tres huracanes el pasado año.
-No, querido amigo, no hay nada por qué brindar, y espero que hayas
comprendido mis razones.
Cuba: Brindar con lágrimas (21 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/21_C_3.html
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