27 de noviembre de 2015

Castro con una bomba demográfica en mano

ANDRÉS REYNALDO: Castro con una bomba demográfica en mano

En el primer éxodo de cubanos del siglo XXI intervienen varios países y
las autoridades cubanas
Ya no se penaliza salir de la isla, sino que se cuentan las posibles
ganancias monetarias
Miami pronto sentirá el impacto de esta crisis humanitaria y el éxodo

Carlos Marx escribió en El 18 de Brumario que la Historia (con
mayúscula, el comunismo se expresa con mayúscula) suele ocurrir primero
como tragedia y luego como farsa. La crisis de los cubanos en Costa
Rica, y otras tantas crisis del castrismo, muestran que ambas
condiciones pueden darse a la vez.

Este es el primer éxodo de cubanos del siglo XXI, primero en que Cuba y
Estados Unidos gozan de relaciones diplomáticas y primero en que
participan con variado grado de concomitancia, cuando no de metódica
coordinación, una amplia red de contrabandistas dentro y fuera de la
isla, así como autoridades cubanas, ecuatorianas, nicaragüenses,
salvadoreñas, hondureñas y mexicanas.

ES EL PRIMER ÉXODO DEL ENSAYO CAPITALISTA DE RAÚL CASTRO. YA NO SE
CONDENA EL ADIÓS A LA REVOLUCIÓN. SIMPLEMENTE SE MONETIZA.

Las víctimas siguen siendo las mismas: cubanos que huyen de la dictadura
y buscan en Estados Unidos su tierra de promisión. Hoy, sin embargo, a
los fugitivos se les ordeña hasta el último dólar. En los puestos de
frontera, se les conoce como "cajeros automáticos". Han hecho enormes
sacrificios hasta acumular una pequeña fortuna. Vendieron sus casas y
muebles. Pidieron dinero a sus familiares en el extranjero. Si fracasan,
si se dan por vencidos, pueden regresar a Cuba. Es el primer éxodo del
ensayo capitalista de Raúl Castro. Ya no se condena el adiós a la
revolución. Simplemente se monetiza.

El restablecimiento de relaciones con Estados Unidos creó la duda
razonable de la derogación o modificación de la Ley de Ajuste Cubano
(LAC) y la doctrina de pies secos-pies mojados. Tarde o temprano, la
tendencia hacia la normalización obligará a una revisión de la cuestión
migratoria. En esa cama no cabe la LAC. Ahora mismo, ya le crujen las
costuras. Los republicanos, un sector de los demócratas y un número
importante de exiliados quieren derogarla o modificarla para beneficio
de aquellos que certifiquen algún estado de oposición política, sea
sólido o gaseoso. No para las "mulas", la clase media raulista, los
parásitos de la asistencia social y los defraudadores del Medicare. (Con
frecuencia, unas de estas categorías implican a las otras).

Curiosamente, la dictadura y sus auténticas víctimas en la isla sudan un
igual pánico. A Raúl Castro, el alivio de la presión demográfica le
depara un alivio de la presión política. Agréguese el inmediato aumento
de las ganancias en remesas y viajes. Para cientos de miles de cubanos,
si no millones, la posibilidad de ser admitidos en Estados Unidos
representa la única esperanza de libertad y prosperidad. En el fin de la
LAC la dictadura tiene un peligro de muerte. Su permanencia, para el
cubano de a pie, es una promesa de resurrección.

A una semana de una ronda de conversaciones migratorias, Raúl va a
sentarse a la mesa con una oportuna bomba demográfica en las manos. En
el año fiscal 2014-2015 han llegado 43,139 cubanos, un incremento de 77
por ciento respecto al período anterior. Más que durante el éxodo de
1994. La actual ola de fugitivos, taponada en México y Nicaragua, sólo
puede resolverse por mar o por un puente aéreo. En cuestión de días, la
crisis nos pondrá los pelos de punta en Miami.

El castrismo domina el arte de convertir su asfixia en una renovada
fuente de oxígeno. De cara a un presidente afín y débil, probablemente
lo vuelva a conseguir. Mientras tanto, los fugitivos siguen a la
intemperie, a merced de ladrones con patente de autoridades y
autoridades con oficio de ladrones. Viejos y jóvenes, familias completas
y familias rotas. Estudiantes, obreros, cuentapropistas. (¿Cuántos
desengañados cuentapropistas habrá entre los fugitivos?) Sin canción de
Silvio ni poema de Richard Blanco. Como siempre, el dolor y la picaresca
del cubano solo, estafado, desollado. Esperando que alguien le tire un cabo.

Source: ANDRÉS REYNALDO: Castro con una bomba demográfica en mano | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article46613215.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario