The New York Times dedica un editorial a la disidencia cubana
14YMEDIO, La Habana | Diciembre 27, 2014
El nuevo editorial de The New York Times se ha centrado en las nuevas 
dinámicas de la disidencia en Cuba. El texto, que se suma a otros diez 
publicados en menos de tres meses, dedica un amplio espacio a la figura 
del fallecido opositor Oswaldo Payá, a la vez que remarca el escenario 
que ha propiciado el reciente anuncio de normalización de relaciones 
entre Estados Unidos y Cuba.
El texto se publica a pocas semanas que Ernesto Londoño, miembro del 
consejo editorial del gigante informativo, estuviera de visita en La 
Habana. El impacto que la realidad cubana produjo en el periodista se 
hace evidente en cada línea aparecida este sábado en el NYT. Una mirada 
más severa sobre la censura y la exclusión política a la que somete el 
gobierno cubano a sus críticos revela que los días pasado en la Isla han 
marcado un tono y una mirada más aguda sobre la situación cubana.
La frase que se hizo común en vallas y carteles durante los años 
noventa: "En una plaza sitiada, la disidencia es traición", es retomada 
por el NYT a la hora de explicar el "argumento" usado por el gobierno 
cubano "para ejercer un fuerte control sobre la vida de sus ciudadanos e 
impedir que los movimientos de oposición lleguen a representar una 
amenaza para el Estado". Según el diario "la era que comenzó este mes 
cuando el Presidente Obama y el Presidente de Cuba, Raúl Castro, 
anunciaron el fin de más de medio siglo de enemistad entre sus 
gobiernos, es un momento clave para quienes forman parte del diverso y 
valiente movimiento de oposición en Cuba".
Las críticas al Partido Comunista, van desde la precariedad económica 
impuesta a los cubanos, hasta un "acceso al Internet" que ha sido 
"severamente limitado y censurado". Los medios oficiales tampoco se 
escapan de la diatriba al ser considerados en el editorial como 
subyugados "a los intereses del Estado". Los caminos para hacer 
oposición son muy reducidos, reconoce el NYT, porque "fuera de los 
rígidos mecanismos del Partido Comunista, los cubanos tienen pocas vías 
para enfrentar a sus líderes".
Entre los nombres de disidentes que destacan en el editorial está el de 
José Daniel Ferrer, "líder de la Unión Patriótica de Cuba, el grupo de 
oposición más visible y activo". En una entrevista sostenida durante la 
visita de Londoño a La Habana, el activista comentó que durante los ocho 
años que pasó en prisión tuvo oportunidad de "considerar por qué no 
triunfaron los movimientos de disidencia en el pasado y cuál podría ser 
la fórmula exitosa en el futuro". Según Ferrer, "históricamente (…) los 
activistas han sido percibidos por sus compatriotas como víctimas 
indefensas de un Estado opresivo".  Por esa razón en el movimiento que 
ha fundado tratan "de evitar que a la gente le lleguen discursos de 
perdedores".
La paranoia y el miedo a ser constantemente escuchados y vigilados 
también quedan descritos en el extenso editorial. "Quienes viven en Cuba 
asumen que el espionaje interno es tan amplio que los diplomáticos suben 
el volumen de la música cuando quieren hablar sobre temas delicados", 
asegura el texto. Los problemas cotidianos, por su parte, son vistos 
como un obstáculos para el ejercicio del civismo. Elizardo Sánchez "el 
decano de los defensores de los derechos humanos en Cuba", declara que 
"la vida es tan dura que la gente no tiene tiempo de pensar en términos 
políticos".
The New York Times se une a la opinión de varios analistas del nuevo 
escenario que se abre para las fuerzas democráticas dentro de Cuba. 
Destaca entre las acciones que se han realizado después del 17 de 
diciembre, la de "un grupo de prominentes activistas y miembros de la 
sociedad civil" que "emitieron un comunicado con cuatro demandas 
razonables". Se refiere a l os cuatro puntos de consenso de la sociedad 
civil cubana, dados a conocer el lunes pasado por durante una reunión de 
una treintena de activistas.
Las demandas de este grupo creciente y representativo incluyen "la 
liberación incondicional de presos políticos"; el acatamiento de "los 
principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos; el 
reconocimiento de los "líderes de la sociedad civil que no están 
vinculados al Estado" y la realización de "elecciones libres y 
democráticas".
El diario estadounidense concluye su editorial instando a líderes 
democráticos latinoamericanos como Dilma Rousseff y Enrique Peña Nieto 
de México, a apoyar a los "líderes de movimientos de oposición" en Cuba 
y a invitar a la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril, a 
representantes de la "sociedad civil cubana" para que los dignatarios 
allí presentes hablen en "presencia de los líderes de una Cuba democrática".
Source: The New York Times dedica un editorial a la disidencia cubana - 
http://www.14ymedio.com/nacional/The-New-York-Times-disidencia_0_1696030387.html
 
 
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