28 de septiembre de 2013

Negocios y nostalgias

Negocios y nostalgias
RAÚL RIVERO | Madrid | 28 Sep 2013 - 9:52 am.

Venezuela y Cuba procuran que China invierta. Negocios puros sin ninguna
concesión al internacionalismo proletario.

Con los primeros golpes de mandarria al muro de Berlín en 1989, comenzó
a derrumbarse la estructura del totalitarismo en Europa y a disolverse,
en un proceso vertiginoso, la retórica del bloque socialista y sus
satélites. Ese lenguaje infernal traducido de los manuales soviéticos no
tiene espacio ya ni en los países que juran y perjuran que quieren
construir el comunismo.

Aquella palabrería que se usaba para pronunciar todos los discursos y
escribir los panfletos de los medios oficiales está relegada a los
cursos de adoctrinamiento y al fervor de las generaciones de militantes
viejos y retirados que, por ejemplo en Cuba, produjo casos como el de un
boxeador de peso ligero que se llama Stalin Pérez o el de un señor
bautizado como Lenin de la Caridad del Cobre, por si acaso.

Los países que continúan, al menos en el plano teórico, con la filosofía
de alcanzar un paraíso obrero, se han apropiado de los mecanismos del
capitalismo y del vocabulario, también empalagoso, de ese sistema.

El presidente venezolano Nicolás Maduro viajó a China esta semana para
que los camaradas le hicieran un prestado de 5.000 millones de dólares.
Firmaron 27 acuerdos en diferentes áreas de desarrollo y sellaron lo que
el dirigente llamó una alianza estratégica de desarrollo porque "China
es una superpotencia y no se plantea ser un imperio". La oposición
venezolana denunció que Maduro y su comitiva viajaron a Pekín en un
avión del Gobierno de Cuba por el que tenían que pagar 250.000 dólares
diarios.

Los compañeros caribeños también fueron a China. Enviaron a Isidoro
Malmierca, ministro de Comercio Exterior, a invitar a los empresarios a
invertir en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un proyecto apoyado
por un préstamo de 900 millones de dólares de Brasil mediante una
gestión conjunta de Lula da Silva y Dilma Rousseff. Está ubicada muy
cerca de La Habana y Malmierca aseguró que las compañías chinas tienen
mucho potencial para establecerse allí en un "favorable ambiente de
negocios en Cuba, con un marco legal seguro y transparente, una buena
infraestructura portuaria, vial, ferroviaria y de comunicaciones".

Dinero puro. Negocios, inversiones, deudas, desarrollo, elementos de una
prosa en la que no se puede deslizar, ni por cortesía con los
nostálgicos, un párrafo sobre las virtudes del internacionalismo proletario.

Source: "Negocios y nostalgias | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1380307832_5280.html

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