24 de septiembre de 2012

El parlamento ficticio

El parlamento ficticio
[24-09-2012]
Lic. Sergio Ramos

(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando se habla de parlamento, pensamos en
el organismo legislativo de un país, usualmente compuesto por personas
electas por la población votante, y los cuales en mayor o menor grado
contienen un ingrediente de heterogeneidad resultante de la
participación de las diversas corrientes ideas políticas y sociales que
pugnan en unas elecciones por alcanzar escaños en dicho foro legislativo.

Dentro de su funcionamiento se produce el debate como fundamental y
usual proceder del foro parlamentario, como consecuencia de la
participación de las líneas de pensamiento político encontradas, dando
como resultado natural y frecuente la votación dividida sobre los
proyectos de ley presentados ante el foro, siendo vencedor el voto
mayoritario entre los parlamentarios, que surge como producto del
consenso, o por las coaliciones de distintos partidos tras un propósito
común o por razón de la victoria por quines tienen la mayoría parlamentaria.

El debate y el intercambio libre de ideas está siempre presente en la
política y la sociedad cuando se trata de países democráticos en donde
se respeta y se garantiza la libertad de expresión de cada ciudadano.
Incluso, existen países que otorga variados grados de inmunidad a los
parlamentarios para garantizar la libertad de su función legislativa.
Sin libertad de expresión todo parlamento pierde su sentido y razón de ser.

En muchas ocasiones, los proyectos de ley, abierta y libremente
debatidos, resultan con enmiendas que las hacen diferir de sus textos
iniciales al convertirse en leyes por el voto de los políticamente
heterogéneos legisladores.

La sociedad, siempre es heterogénea, y queda así representada en mayor o
menor grado cuando se trata de una sociedad democrática. Sin la
diversidad representativa del espectro social y político del país, se
anula la representatividad que le otorga la legitimidad de la voluntad
del pueblo y la participación ciudadana en la elaboración de las leyes.

Pero desgraciadamente, las asambleas legislativas han sido usadas por
los dictadores en distintos países, bajo diferentes sistemas y épocas
para proyectar una imagen engañosa de democracia, legitimidad y
separación de poderes. Cuba no es la excepción.

El próximo 21 de octubre tendrá lugar las "elecciones" en Cuba para
elegir a los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Una simple mirada a los componentes de dicho parlamento nos demuestra
que todos provienen de una "elección" sin alternativas electivas, pues
los candidatos son seleccionados entre personas afines a la línea de
pensamiento político que respalda el oficialismo. Esto hace que dicha
legislatura no sea en nada representativa del espectro social y político
del pueblo cubano. La falta de representatividad de la legislatura
cubana produce una falta de legitimidad por carecer de ciudadanos
opuestos al gobierno.

Otras de las características del funcionamiento cotidiano del alegado
cuerpo legislativo de Cuba, es que , consistentemente, casi todas las
decisiones se toman por unanimidad. No hay discrepancias, no hay debates
de posiciones encontradas, no hay disidencia de las mayorías. Lo cual
revela que la función de dicha Asamblea Nacional del Poder Popular no es
mas que crear un paripé para proyectarle a los incautos la falsa
imagen de que en Cuba existe una "legislatura".

La otra característica del susodicho parlamento cubano es que sesiona
dos veces al año por unas escasas semanas que en suma apenas llega a un
mes. Es imposible que en un mes se discutan, enmienden y aprueben un
sinnúmero de leyes en un país de once millones de habitantes. Esto deja
de manifiesto el propósito de simulacro que tiene, mas enmarcado en la
parodia teatral que el verdadero procedimiento parlamentario. Por lo que
podemos señalar que no existe una verdadera legislatura en Cuba, sino un
seudo parlamento.

Una de las funciones de cualquier parlamento es fiscalizar la obra del
ejecutivo. Sin embargo, la libertad del acción de los diputados cubanos
esta limitada a los lineamientos y políticas del ejecutivo y, además,
por la coacción generalizada impuesta a todos ciudadanos por el Estado,
a pesar de que el Artículo 83 de la Constitución cubana garantiza que
los diputados no sean sometidos a procesos penales sin autorización de
ese foro. Esta falta de libertad de acción quedó recientemente
evidenciada cuando la Delegada por las Tunas Sirley Avila León,
expresó públicamente sus críticas al gobierno relacionada con el cierre
de una escuela en la localidad de Limones de esa provincia y otras sobre
la situación de maltrato gubernamental a los campesinos del área. La
legisladora ha sido víctima de represiones, cesuras y hasta amenazas.
Esto prueba la coacción a que están sometidos los diputados, a quienes
se les coarta el derecho a fiscalizar y actuar a favor de sus
representados, derrotando el propósito legislativo, pues convierte a los
600 diputados en un rebaño de corderos.

La separación de poderes es cuestionable. No existe una legislatura
autónoma como poder independiente del ejecutivo y el judicial. Sobretodo
del ejecutivo. De acuerdo al Artículo 89 de la impuesta constitución
vigente : "El Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional del
Poder Popular que la representa entre uno y otro período de sesiones,
ejecuta los acuerdos de ésta y cumple las demás funciones que la
Constitución le atribuye. Tiene carácter colegiado y, a los fines
nacionales e internacionales, ostenta la suprema representación del
Estado cubano." O sea, la máxima función ejecutiva. Por cuanto dicho
parlamento es un apéndice del Consejo de Estado y por ende, del dictador
de turno que lo preside.

Hablar entonces de la existencia de un Parlamento o Legislatura en Cuba
es como si habláramos de las fantasías de Alicia en el País de las
Maravillas, ya que las elecciones para delegados a la Asamblea Nacional
del Poder Nacional resulta un ejercicio en futilidad, pues el organismo
no es mas que una artimaña a los fines de crear una ficción
parlamentaria y si por casualidad, algún legislador se sale
valientemente de las amarras impuestas para defender los derechos de los
ciudadanos, honramos su excepción.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37175

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