Planificar la injusticia
Miércoles, 30 de Mayo de 2012 03:37
Escrito por Guillermo Ordoñez	
Cuba Actualidad Centro Habana, La Habana, (PD) El matrimonio compuesto 
por Lidia Olga Jiménez Hernández y Guillermo Ramírez Mendoza, con una 
niña de 4 años de edad, viven bajo el peligro de ser víctimas de 
desalojo y demolición por parte de fuerzas mancomunadas de la Dirección 
Municipal de Planificación Física y la Policía Nacional Revolucionaria 
(PNR).
Esta familia es una de las tantas que sufre las graves consecuencias de 
la profunda crisis de la vivienda que agobia a la sociedad cubana a 
causa del monopolio y la ineficiencia con que las autoridades han 
tratado un tema tan delicado.
Lidia y Guillermo con mucho esfuerzo han adelantado la construcción de 
su vivienda, todavía inconclusa y ahora amenazada de ser demolida, en el 
asentamiento conocido como" La Bloquera", en el municipio capitalino 
Boyeros.
Durante mucho tiempo, la Dirección de Vivienda se ha encargado de 
ventilar todo lo relacionado con estos temas. Las oficinas municipales 
de Vivienda responden a la provincial, que a su vez responde al 
Instituto Nacional de Vivienda. Toda esta cadena es una madeja de 
enredos donde el ciudadano se queda colgado más cerca de la injusticia 
que de lo legalmente establecido.
Decenas de miles de familias han sufrido el generalizado deterioro del 
fondo habitacional. Varias generaciones de cubanos han crecido en 
inmuebles declarados inhabitables o han tenido que esperar por más de 
una década la solución a sus problemas en albergues o comunidades de 
tránsito, en los cuales viven en difíciles condiciones.
Todo se complica con la tupida red de burocratismo y corrupción que 
envuelve los tramites relacionados con la vivienda, de la cual salen 
siempre perjudicados los ciudadanos y familias más desfavorecidos. Tal 
vez por esa razón aparece este nuevo actor institucional, el Instituto 
de Planificación Física, encargado de acosar y despojar a los ciudadanos 
que logran armar una vivienda en lo que el gobierno considera 
asentamientos o construcciones ilegales.
Son muchos los que viven un vía crucis lleno de expedientes, escalafones 
y trámites que nunca dan resultado, así han muerto en las calles o donde 
pueden mal acomodarse miles de cubanos mientras esperan por la solución 
a su tragedia.
Cabe preguntarse; ¿Dónde estaba el Instituto de Planificación Física 
mientras la ciudad caía en el estado de deterioro constructivo que a 
todos nos preocupa?
A pesar de esa "planificación", una ciudad donde solo había unos pocos 
barrios marginales, hoy exhibe una cadena de "asentamientos" entre los 
que destacan La Bloquera, en Boyeros; el Llega y Pon de Casa Blanca; 
Cambute y Las Piedras, en San Miguel del Padrón; La Catalina, en 
Santiago de las Vegas; El Hueco, en La Lisa; El Matadero, en La Solita; 
El Moro, en Arroyo Naranjo, entre otros.
A principios de la década del 70 se creó el movimiento de microbrigadas. 
Fue un sueño más. Se comenzaron a construir en la periferia de la 
capital una serie de ciudades satélites -Alamar, San Agustín, Abel 
Santamaría, Reparto Eléctrico, entre otros- con casi ninguna facilidad 
urbanística , las cuales significaron una esperanza de solución, pero 
jamás progresaron, mas bien pasaron a ser albergues de trabajadores que 
se quedaron alejados de la ciudad y de sus puestos de trabajo.
¿Quién planificó esto, qué papel jugó el Instituto de Planificación 
Física en la creación de tales engendros urbanísticos?
Las autoridades parece que han perdido el sentido de sus 
responsabilidades. Desproteger al desposeído no es dar solución.
Casos como este de Lidia y Guillermo no son aislados. Esto es solo un 
ejemplo de la mala actuación del estado cuando deja al ciudadano sin 
derechos.
Como tantas otras víctimas de abusos e injusticias, Lidia y Guillermo 
han acudido a varias instancias gubernamentales sin recibir respuesta: 
pueden ser desalojados y su vivienda demolida en cualquier momento.
Al parecer Lidia y Guillermo son víctimas de una represalia por no 
comulgar con la urdimbre de corrupción y soborno que propicia esta 
crisis de graves implicaciones sociales y morales. En el mismo lugar 
donde esta familia es declarada ilegal, otras también han establecido 
sus viviendas y no están expuestas al acoso y las amenazas que relatamos.
Llamar a que tome lugar la justicia ante estos hechos, quizás sea motivo 
para que me endilguen el calificativo de contrarrevolucionario o 
mercenario manipulado por el enemigo. Amén de ello, si así les place, 
¡gracias! Llamar a las cosas por su nombre y analizar cuanto se puede 
hacer para evitar esto, tal vez no sea trabajo de revolucionarios.
Para Cuba Actualidad: lizama1961@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/121-sociedad/4204-planificar-la-injusticia.html
 
 
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