Veteranía, valor y oficio
RAÚL RIVERO
LINKEDIN
En la arrasada Unión Soviética se decía en la calle que el presentador
de los noticieros de la televisión oficial comenzaba su intervención con
estas palabras: "Muy buenas, camarada Brezhnev". Era la expresión
popular de la certeza de que los medios estatales se hacían para
satisfacer a la nomenclatura y repetir las noticias y las opiniones que
los poderosos imponían desde el Kremlin.
Pues bien, esa línea de trabajo está vigente en Cuba y para tratar de
que funcione con la misma eficacia el castrismo persigue y acosa a los
periodistas independientes, a los blogueros libres y le pone trampas,
desvíos, desagües y yugos a Internet.
Los jefes cubanos saben que esos brotes de libertad de prensa han roto
la estructura imbatible que dominaba el espacio social en los países del
socialismo real y que, por lo tanto, hay zonas de la población que se
han liberado del poder de sus panfletos. Ya no pueden tener cautivos a
todos los cubanos, pero la mayoría marginada y sin recursos y otro por
ciento que no quiere enterarse de nada, por miedo o por conveniencia,
siguen convencidos de que lo que cuentan los sirvientes de la propaganda
es la realidad.
Para reforzar la gestión de los medios tradicionales el castrismo ha
invertido gran cantidad de recursos para crear una escuadra disciplinada
de blogueros, una pandilla de escribidores controlados desde los
despachos del Partido Comunista, que se esfuerzan por llevar a las redes
el mismo mensaje ideológico. Ellos tienen también la misión de atacar a
los autores de blogs independientes, de amenazarlos y de tratar de
disminuirlos como seres humanos para que su visión soberana de la vida
en Cuba pierda credibilidad.
Es una batalla desigual y a favor de los que usan el dinero de los
cubanos para describir un país que no existe fuera de la papelería de
sus diarios y revistas y de las pantallas de sus ordenadores.
La guerra general contra la libertad de prensa tiene una arista mucho
menos etérea que Internet. Hablo de la persecución, el acoso diario, las
golpizas y el encarcelamiento de los periodistas independientes que
comenzaron a escribir a finales del siglo pasado porque creyeron que la
sociedad cubana necesitaba una voz libre que contara la existencia
verdadera de los cubanos encubierta por la visión edulcorada que
dictaban y dictan los ancianos de la Sierra Maestra, sus descendientes y
sus empleados.
Entre las decenas de comunicadores y blogueros que escriben hoy bajo el
fragor del fuego del castrismo me gusta recordar a menudo el trabajo de
un grupo de fundadores en el que algunos, como Jorge Olivera, Luis Cino,
Iván García, Juan González Febles y Tania Díaz Castro, llevan más de 20
años con la policía en sus ventanas y sus patios y continúan con la
descripción honesta y profesional del país que ven todos los días de sus
vidas.
Poeta y periodista cubano.
Source: Veteranía, valor y oficio | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article134789794.html
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