Indigencia sin soluciones
junio 28, 2016 4:41 pm por Ramón Zamora Rodríguez
Holguín, Cuba, Ramón Zamora, (PD) "¡Vaya, churrosas, leonas!", fueron
las hirientes palabras gritadas hace varios días por unos jóvenes en la
calle Frexes, frente al Rombo, en Holguín al filo de las once de la
noche, a dos mujeres que se encontraban sumergidas en un tanque de
basura, sacando latas de cerveza y refrescos para depositarlas en un
saco, tan sucio, como sus ropas.
Como si estuvieran acostumbradas, sólo levantaron la cabeza para mirar a
los jóvenes, y sin inmutase, continuaron su faena. Luego que terminaron,
caminaron unos pasos y les dio alcance un niño de unos seis años, rubio,
de pelo largo y vestido en condiciones similares a las dos mujeres.
Juntos se perdieron entre las calles oscuras.
Hechos como este, que desgarran de tristeza, suceden a diario en las
calles holguineras y por qué no decir en todo el país. Cada día hay más
personas entregadas a la indigencia, entre ellas un creciente número de
niños y mujeres.
En Cuba no hay un programa que proteja a las personas desvalidas o con
bajo nivel de ingreso y que evite su marginación.
Si usted visita Holguín, puede pararse justo en el casco histórico,
alrededor de los corredores próximos al parque Calixto García, y
constatar cómo se ha convertido en algo común encontrar mujeres y
hombres jóvenes o de la tercera edad, con niños o sin ellos, totalmente
harapientos; tirados en el suelo, pidiendo limosna a cuántas personas
circulan por el lugar para poder comprar algo de comer, que puede ser un
pan con croqueta, o arroz blanco y potaje. Pero en ocasiones, algunos
utilizan ese dinero para comprar alcohol o psicofármacos.
Estas personas dan una imagen lamentable a los turistas extranjeros que
son perseguidos por los limosneros en espera de la caridad de un dólar,
unos centavos o cualquier cosa que quieran regalarles.
Algunas muchachas jóvenes, agraciadas en cuerpo y rostro, que caen en la
indigencia, son manipuladas por personas inescrupulosas que les dan
alojamiento, comida y ropa, para luego ser lanzadas a la prostitución,
ya sea con turistas extranjeros o con cualquier cubano que pueda pagar
por ellas.
Los holguineros pasan por su lado y ven con gran dolor lo que años atrás
era imposible o sólo lo hacían los dementes. Hoy esos rostros perdidos
en la miseria y la mendicidad son quizás los de amigos, vecinos y
parientes, que se han entregado al robo, la prostitución, el alcohol,
los psicofármacos y la marihuana, muchos alejados de sus familias por
incompatibilidades, incluyendo las políticas y más aún, por la miseria.
Lo cierto es que algunos se preguntan sobre las causas que generan tanta
indigencia, no sólo en la provincia Holguín, si no en todo el país. Y
hay una larga lista de razones. Para muchos es difícil conseguir un
trabajo, y si lo encuentran, el salario les sirve para muy poco. Los
precios de los alimentos son inaccesibles para muchas familias. La vida
se ha vuelto tan difícil y tortuosa para el cubano, que se han roto sus
patrones morales, y por extensión, los sentimientos de amor filial en
los hogares, dándole paso al alcohol, la prostitución, el robo, la
corrupción y las drogas. Es mucha la impotencia y el desespero que
genera un gobierno que es ajeno a las necesidades de su pueblo.
comuni.red.comunitaria@gmail.com; móvil: 53782156; Ramón Zamora
*Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Source: Indigencia sin soluciones | Primavera Digital -
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