27 de julio de 2015

Un cubano que no se queda de brazos cruzados

Un cubano que no se queda de brazos cruzados
Pedro sabe que en nuestro país los salarios son muy bajos, que no
motivan al trabajo. Pero cree que eso no es suficiente motivo para no
hacer nada
lunes, julio 27, 2015 | Julio Cesar Álvarez

LA HABANA, Cuba. – Casi la mitad del fondo habitacional del país está en
malas condiciones de conservación. La nueva ley de la vivienda, la
flexibilización de los trámites para repararlas, y sobre todo la
iniciativa personal y el esfuerzo propio están cambiando poco a poco las
fachadas de una ciudad que no se ha renovado desde la segunda mitad del
siglo pasado.

Con Pedro Sánchez Rodríguez se cumple aquello de que "el que no quiere
caldo le dan tres tazas". Nunca le gustó la albañilería, pero la
necesidad lo forzó primero a abrazar un oficio tan noble como antiguo, y
al final ya no quiere hacer otra cosa. No sabe el número exacto, pero
calcula que en sus más de 20 años como albañil ha reparado cientos de casas.

No confiesa su grado de escolaridad, pero asegura que tuvo que trabajar
muy duro en los campos de Güines, en la antigua provincia Habana, para
ganarse la vida después que abandonó la escuela.

Lo que sabe del oficio lo aprendió mirando primero. Después pasó un
curso de albañilería, uno de electricidad, y otro de plomería. Ahora
cuando presta sus servicios para reparar una casa, se frece como un
paquete de tres en uno.

"A los clientes les sale más barato contratar a un albañil integral como
yo. Así no tienen que contratar después a un electricista y a un plomero
si lo necesitan. Yo le ofrezco todo el servicio por un solo precio",
asegura.

Concuerda que en nuestro país los salarios son muy bajos, que no motivan
al trabajo. Pero cree que eso no es suficiente motivo para no hacer nada.

Nunca ha dejado de trabajar por ello, y le apenan los jóvenes que se
sientan día tras día en las esquinas de los barrios a beber, jugar o
platicar porque no quieren trabajar. También se quedó perplejo cuando se
enteró de que en el Ministerio de la Construcción (MICONS) hay más
serenos que albañiles.

Aunque ha tardado varios años, su casa la ha reparado desde cero.
Catalogada como inhabitable, ha ido reparando habitación por habitación
en sus ratos libres, y con el dinero que ha ganado de sus trabajos
particulares.

Con la ayuda del cuñado de su esposa, han convertido las ruinas de lo
que en un inicio fue una lavandería de chinos del siglo pasado en una
casa habitable con jardín incluido.

Desde la aprobación de la nueva ley de la vivienda a finales del 2011,
los cubanos han empezado a sentirse los verdaderos dueños de sus casas:
pueden venderlas, donarlas, o alquilarlas. Eso ha hecho que muchos hayan
empezado a remodelar sus viviendas.

Pedro nota que las fachadas y estructuras deterioradas de las viviendas
cubanas han empezado a cambiar poco a poco su mal aspecto.

Sabe que no es fácil, que el dinero escasea, y que los materiales son
caros. Pero apuesta al principal ganador de esta carrera, según él: el
trabajo duro.

"Hay que seguir trabajando, porque sentado en tu casa nadie te va a
traer nada. Tienes que salir a buscarlo", concluye Pedro.

Video:
https://www.youtube.com/watch?v=BJriAwgS_u0

Source: Un cubano que no se queda de brazos cruzados | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/pedro-sanchez-un-cubano-que-no-se-queda-de-brazos-cruzados/

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