La sorprendente candidez de Fernando Ravsberg
Entre los periodistas extranjeros en La Habana, Ravsberg parece ser el
más convencido de la perfectibilidad del socialismo castrista
lunes, julio 27, 2015 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba. -Entre los periodistas extranjeros acreditados en La
Habana, el uruguayo Fernando Ravsberg parece ser el más convencido de la
perfectibilidad del socialismo castrista. Tanto cuando escribía en BBC
Mundo como ahora que lo hace en Público y Havana Times, más allá de las
críticas, se percibe su confianza en que el castrismo logrará
recuperarse del agotamiento y salir del desastre.
Sorprenden por su candidez artículos de Ravsberg como "Cuba, donde los
empleados ningunean a los dueños", aparecido el pasado 2 de julio en
Havana Times.
Ravsberg considera que en un país socialista como es Cuba -al menos en
el discurso oficial, en lo que restauran sin prisa el capitalismo en
su peor variante- lo correcto sería llamar empresas públicas a las
empresas del Estado, porque estas, según explica, "pertenecen a todos
los ciudadanos".
Continúa Ravsberg: "Cuando decimos que son del Estado, parece que el
propietario fuera un ente difuso, etéreo, representado por cualquier
burócrata que tenga un carguito, un buró, una secretaria y un carrito
estatal".
Es exactamente así, punto por punto y mucho más: de esa forma es
percibido el Estado por el cubano común. Pero Ravsberg insiste en su
matraca de que debiéramos sentirnos accionistas y propietarios, y no ser
tiranizados –que esa es la palabra precisa, antes que el "ninguneado"
que usa Ravsberg- por los que en buena ley debieran ser nuestros
empleados, los directivos empresariales.
Se desternillarían de la risa los jefazos y los jefecillos, que creen
tener a Dios cogido por la barba y a sus empleados amarrados bien corto
de la pata de su buró, cuando les hablaran de ser elegidos por los
trabajadores y tener que darles cuenta a ellos de su gestión. Tanta risa
como la que le daría a los ministros si pensaran en la posibilidad de
ser cuestionado por algún diputado del sanedrín de focas y cotorrones
que llaman Asamblea Nacional del Poder Popular.
Ravsberg nos explica algo que sabemos, pero que en el socialismo real
–el único que ha existido sobre la faz de la Tierra, y que en Cuba está
muy bien ejemplificado en su imperfección y chapucería- pierde toda
significación: que estas empresas son de todos "porque se financian con
dinero público, con los recursos que aportan los cubanos con su trabajo,
porque la plusvalía va a parar a las arcas del Estado."
¿Y a nosotros qué?, responderán socarrones y prepotentes los compañeros
dirigentes de las empresas, aun de las más improductivas e ineficientes,
pero que tienen más ínfulas y ambiciones que si presidieran una
transnacional y los tiene sin cuidado Das Kapital y todo lo demás que
escribió Marx, si es que a saben quién fue Marx.
Ravsberg jamás convencerá a los dirigentes de que solamente son
servidores públicos. Tampoco a los trabajadores, de que en justicia, si
de veras hubiese socialismo, debían ser los accionistas y patrones.
Las empresas estatales, por ser supuestamente de todos, a nadie le
importan, es como si no tuviesen dueños, sino demasiadas pulgas y
garrapatas, cual perro callejero al que cualquiera le da un hueso o un
trozo de pan pero nadie se ocupa de bañarlo…
Pero como no es tan así, las empresas son –al menos hasta que importunen
demasiado al gobierno, se canse de darles cordel, les echen encima a la
Contraloría General, y se los lleven esposados, a bordo de un carro
patrullero- de un puñado de dirigentes y burócratas corruptos y sus
secuaces, que hacen como si con ellos no fuera…
¿Y los trabajadores? ¿No dicen que ladrón que roba a ladrón tiene cien
años de perdón? Entonces, a robar se ha dicho… O mejor, para que no
suene tan feo y no haya cargo de conciencia, que como quiera que sea,
todos fuimos pioneritos por el socialismo: a luchar, a inventar y a
resolver…
luicino2012@gmail.com
Source: La sorprendente candidez de Fernando Ravsberg | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/la-matraca-de-rasverg/
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