"Hemos atravesado el estrecho de la Florida no como emigrantes sino como
analistas"
CUBAENCUENTRO entrevista a Ariana Hernandez-Reguant, quien intenta
llevar el análisis de los especialistas sobre el tema cubano al público
en general
Alejandro Armengol, Miami | 01/06/2015 12:37 pm
Ariana Hernandez-Reguant es antropóloga cultural, autora de numerosos
trabajos académicos sobre cultura, ideología, música, arte y medios de
comunicación en Cuba. Destaca el volumen de artículos Cuba in the
Special Period. Culture and Ideology in the 1990s (Palgrave 2008).
Actualmente reside en Miami, donde da clases en la Facultad de
Comunicación de la Universidad de Miami, y es fundadora e integrante de
HICCUP (Hialeah Contemporary Culture Project), grupo independiente de
etnografía y práctica artística, ganador del certamen de arte de la
Fundación Knight (2014).
CUBAENCUENTRO conversó con Hernandez-Reguant acerca de la nueva
publicación en Internet sobre temas cubanos, que acaba de lanzar bajo su
dirección y con la colaboración de diversos especialistas.
¿Por qué esta publicación ahora?
Ariana Hernandez-Reguant (AHR): Hace años, desde que hacía el blog
EthnoCuba, pensaba en una publicación para el público en general, de
temas cubanos pero escrita desde la academia, que diera una voz a
quienes dedican su vida a la investigación y a ciertos temas,
disciplinas y cuestiones, pero que están fuera de los circuitos
periodísticos y de opinión.
Una publicación que pusiera el conocimiento académico al servicio de la
esfera pública, algo común en lugares como Latinoamérica y Europa, pero
muy raro en Estados Unidos, donde los académicos están en su torre de
marfil y dan la espalda a la cultura popular (tanto desde objeto de
estudio como de audiencia o esfera de desenvolvimiento).
Esto está cambiando. La cacareada crisis de las humanidades está muy
relacionada a la dificultad que los académicos tienen de proyectarse en
la sociedad y mostrar la importancia de la filosofía, la historia, la
sociología, etc., para analizar y entender la vida social, política y
económica.
En cuanto a Cuba, los investigadores que nos movemos entre los dos
países —Estados Unidos y Cuba— éramos pocos, pero además éramos poco
necesarios. En Cuba tal vez había más preocupación por conocer la
política estadounidense, pero en Estados Unidos el discurso estaba
dominado por una cubanología ligada al exilio, y que ha coloreado la
línea política del gobierno hacia el vecino cubano.
El proceso de negociación que culminó con las declaraciones del 17 de
diciembre, ha abierto un gran interés en Cuba, que en muchas ocasiones
ha resultado en un reguero de estereotipos desenfrenados (la Cuba
aislada del mundo, las ruinas, la gente alegre y musical, la
sensualidad, etc., etc.). También ha abierto una gran competencia
informativa, de la que la academia ha estado al margen. Nuevos
opinadores profesionales aparecen relacionados con muchos temas
diferentes, y como informantes regulares de todos los medios de prensa.
Nuestra revista surge como reacción a esta situación. Somos un grupo de
personas con décadas de investigación, docencia, creación, desarrolladas
entre Cuba y Estados Unidos: hemos atravesado el estrecho de la Florida
no como emigrantes sino como analistas críticos. Hemos reflexionado y
publicado sobre el proceso, pero sin embargo nuestro trabajo no ha
trascendido: ni para los políticos, ni para la prensa, ni para el
público en general. Cubacounterpoints se puede considerar un
experimento, en el sentido de que se dirige al público en general, desde
una experiencia y un conocimiento académico.
¿Cubacounterpoints está destinada solo a un público académico, que lee
inglés y se interesa solo en temas académicos? En este sentido, ¿no se
trata de una publicación muy limitada, dirigida solo a un ámbito de
especialistas y con una limitada incidencia dentro de la amplia
problemática cubana?
AHR: No. Está dirigida al público en general. Nuestro reto como
académicos es saberlo hacer en un lenguaje claro y asequible. Tampoco se
interesa solo de temas académicos . Se interesa de cualquier tema, pero
lo aborda desde el conocimiento. Por otro lado, la revista no solo va a
publicar ensayos, sino también escritura creativa: memorias, cuentos, etc.
Es en inglés porque es en inglés donde hay una demanda de conocimiento.
Todos los grandes blogs y revistas digitales de temas cubanos de los
últimos años, incluso décadas, Cubaencuentro,Diario de Cuba, Penúltimos
Días, lo han sido en español. Las paginas en inglés o bien tienen un
sesgo ideológico muy definido (como Babalú Blog), o bien tratan temas
específicos, o son blogs unipersonales.
¿Quienes integran la publicación, académicos de Estados Unidos en
general, profesores de origen cubano en universidades estadounidenses o
simplemente especialistas interesados en el tema cubano?
AHR: De todo. No solamente profesores, pero sí personas en su mayoría
con formación académica, sobre todo en humanidades y ciencias sociales.
Eso no quita que publiquemos escritores literarios o a periodistas (hay
un par de secciones en preparación que serán editadas por periodistas).
Aproximadamente la mitad de las personas comprometidas con la
publicación de una manera u otra son cubanas o de origen cubano, y el
resto en su mayoría de Estados Unidos, pero no solo. En cuanto a autores
y colaboradores, aspiramos a atraer a gente de cualquier lugar, lo mismo
que lectores.
La traducción del español al inglés es un problema, pero de momento nos
las arreglamos con donaciones y con voluntarios, para así poder publicar
a autores que escriben en español. Nuestro público inmediato es
anglo-parlante (anglo-leyente), y a ese público que cree que Cuba ha
estado aislada, le ofrecemos una ventana a un mundo que es de
conocimiento, y no de oscuridad u oscurantismo, como se cree a menudo.
En los dos días que llevamos en línea, una de las secciones más
visitadas han sido Dispatches, que consiste de viñetas que nos envían
desde Cuba estudiantes y profesores norteamericanos que están viviendo
allí de forma temporal, y que describen la vida cotidiana con el ojo del
que está en un espacio intermedio entre lo familiar y lo extraño. La
otra sección muy visitada ha sido Contrapunteo (Counterpoint), donde
hacemos la misma pregunta a una serie de personas sobre un tema de
interés. En este caso cómo el entrevistado, un académico cubano, cree
que pueda participar en un debate social desde su propia trayectoria de
investigación. Vamos a ir colgando las respuestas poco a poco, pero la
primera, de un profesor de comunicación que habla de su trabajo, con
emisoras de radio y televisión comunitarias en zonas rurales, parece
haber sido de bastante interés.
Es decir, lo que interesa es acercarse en primer lugar a la vida
cotidiana de Cuba a través de los que están en Cuba (de ahí el gran
éxito del blog Generación Y). En segundo lugar, interesa el acercamiento
a la cultura cubana y a cuestiones como la comparación con el sistema
chino, desde una aproximación más o menos personal.
¿Cómo se definiría Cubacounterpoints, al no ser una publicación hecha
por exiliados o descendientes de exiliados cubanos?
AHR: Como una publicación abierta, que persigue la calidad en los
argumentos, la diversidad de puntos de vista siempre bien argumentados
(no tenemos interés en diatribas de ninguna índole). Como una
publicación que aspira a hacer pensar, con suerte sin aburrir. Estamos
empezando y poco a poco iremos encontrando el balance ideal. No es fácil
para los académicos expresarse como lo saben hacer los periodistas, pero
no es imposible.
Para Cubacounterpoints, ¿lo que ocurre en la Isla se limita a un objeto
de estudio, tan interesante como puede ser lo que ocurre en Rusia o
Ucrania, pero que no va más allá de tratar el tema cubano como materia
académica?
AHR: Creo que es diferente para los que son de origen cubano. Para los
que no, también es difícil separar el objeto de estudio del sujeto que
estudia. Siempre hay una conexión más o menos emotiva con aquello a lo
que uno dedica gran parte de su vida. Pero es posible que seamos más
desapasionados que los productores y escritores de medios digitales como
CUBAENCUENTRO o los mencionados anteriormente. Partimos de la curiosidad
—partimos en pasado. Nuestro punto de partida, en el caso de los colegas
no cubanos, fue la curiosidad, y en el caso de los cubanos, pudo ser una
necesidad de distanciamiento, porque al estudiar algo uno se acerca al
tiempo que se distancia. Pase lo que pase en Cuba, nos va a resultar
interesante. Todos nosotros participamos en un grupo académico,
EthnoCuba, en el que hay unos 550 académicos del mundo entero, y ha
habido debates a los que en ocasiones se han asomado otras personas a
las que les ha resultado difícil observar el nivel de desapasionamiento
nacional. Nuestra agenda no es el nacionalismo, ni es un fin político,
aunque cada persona que participa en este proyecto pueda tener sus
aspiraciones políticas, como supongo que tenga unos principios morales, etc.
Pero la publicación no la integran solamente aquellos que escriben, sino
un equipo de apoyo mayor, que incluye tanto a académicos como a no
académicos, y a entidades variadas.
Por poner dos ejemplos: El logo, por ejemplo, ha sido realizado —y
donado— por un brillante diseñador publicitario cubano que vive en
Miami, Alejandro Barreras [http://www.alejandrobarreras.com]. Sin el
apoyo inicial de Norlarnet (la red de Latinoamericanistas Noruegos)
tampoco hubiéramos podido lanzarnos. Finalmente, sin lectores no seremos
nada. Acabamos de comenzar y nuestro mayor objetivo es trascender los
muros de la academia y lograr que cualquier persona pueda encontrar algo
de interés en nuestra revista.
En el sentido de la pregunta anterior, ¿la publicación tiene como
objetivo el análisis de la realidad cubana dentro del ámbito
universitario, pero sin pretender convertirse en un grupo de estudio que
pueda influir en quienes elaboran la política sobre Cuba, tanto en Cuba
como en el exterior, fundamentalmente Estados Unidos?
AHR: Al contrario. Pretende "influir" pero no como un grupo de lobby,
porque no se trata de influir para convencer de un dogma ideológico.
Este es un proyecto racionalista. Se trata de presentar análisis
razonados para quienes tenga interés en ampliar no necesariamente sus
conocimientos, pero sí su manera de ver las cosas; para aquellos que
quieran abrirse a las múltiples cuestiones y posibilidades que presenta
cualquier acontecimiento o proceso político, económico, artístico, etc.
Se trata de cuestionar y de presentar alternativas. Este es un proyecto
anti-dogmático, fundamentalmente crítico.
En una escala estadística, ¿cuánto espacio de la publicación se dedica a
temas culturales y cuánto a temas de análisis político?
AHR: A mí personalmente me gustaría que se dedicara más espacio a
análisis políticos y económicos, al menos en un 25 %. Me temo que son
los culturólogos los más dispuestos a escribir, y por tanto dominen
ellos. Pero desde aquí invito a los amigos economistas, politólogos y
sociólogos —e incluso científicos, gente preocupada por el medio
ambiente, etc.— a que nos hagan llegar sus propuestas, aun en español, y
haremos lo posible por traducirlos si se ajustan al tipo de texto que
buscamos. Hay personas que nos han hecho ya llegar textos que son
extremadamente académicos. No queremos textos académicos. Queremos
ensayos que conecten temas de actualidad con análisis originales, que
expliquen el por qué de las cosa, que las contextualicen, y que lo hagan
en un lenguaje dinámico y ameno.
¿Se trata de una publicación independiente o depende de algunas
instituciones, tanto desde el punto de vista de financiamiento como de
apoyo institucional, para su funcionamiento?
AHR: Es una publicación independiente que tiene apoyo de diversas
instituciones para diferentes parcelas de su producción. Por ejemplo, la
webmaster, el editor de textos, algunas de las traducciones, costos
técnicos, etc., están siendo financiados por diferentes entidades: cada
quien aporta un poquito para lo que deciden que quieren aportar. Tenemos
una gran tarea ante nosotros para conseguir financiamiento estable que
permita también obtener infraestructura, pagar servicios, aspiramos a
pagar un día a los articulistas, etc. En fin, no es un misterio: se sabe
cuanto cuesta mantener una publicación por muy digital que sea.
¿Cuáles son las posibilidades de que la publicación encuentre no solo
reconocimiento sino lectores en Cuba, más allá de la barrera del idioma?
AHR: Eso un reto por muchos motivos: el lingüístico y la falta de acceso
a Internet de banda ancha los principales. Sin embargo, tenemos
colaboradores desde Cuba y aspiramos a tener bastantes más. Nos han
preguntado si no pensamos traducir la revista al español. No tenemos
recursos para hacerlo. Ahora nuestra prioridad es el inglés. Si hubiera
recursos estaríamos encantados de que todo se publicara en ambos idiomas.
Por ahora, en estas 72 horas de existencia, ha habido bastantes entradas
a la pagina desde Cuba y con suerte habrá más. Cada dos meses tenemos
planeado producir una versión en PDF para descargar, sobre todo pensando
en esas personas que no pueden conectarse a menudo o que les resulta
caro el tiempo de conexión y prefieren no tener que leer en línea. Esa
versión PDF podría traducirse al español. Algún día...
Para visitar esta nueva publicación, haga clic aquí: Cubacounterpoints.
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sino como analistas" - Artículos - Entrevistas - Cuba Encuentro -
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