Prófugos de la justicia estadounidense, un posible punto de tensión
entre Washington y La Habana
AGENCIAS | La Habana | 24 Dic 2014 - 10:21 am.
El Gobierno cubano ha dicho que no devolverá a los que considera
'asilados políticos'. Argumenta que EEUU se ha negado a entregar a
personas como Posada Carriles.
Durante décadas, algunos de los fugitivos más buscados por Estados
Unidos hicieron nuevas vidas en Cuba, se casaron, tuvieron hijos y se
volvieron elementos habituales en sus modestos vecindarios de La Habana,
mientras sus casos eran muchas veces olvidados en su país, reporta la AP.
Luego de que Fidel Castro les diera asilo político, se convirtieron en
instrumentos del Gobierno cubano para llegar a las minorías
estadounidenses y a izquierdistas, dando charlas sobre los "logros" de
Cuba a los visitantes que simpatizaban, estudiantes de medicina y
reporteros estadounidenses.
El anuncio, la semana pasada, de que Washington y La Habana
restablecerán relaciones diplomáticas, ha devuelto a estas reliquias
canosas de la Guerra Fría a los titulares, transformándolos en una
potencial fuente de tensión.
Las decenas de hombres y mujeres buscados por Estados Unidos van desde
sospechosos de fraude al seguro de salud Medicaid hasta militantes
negros y nacionalistas puertorriqueños por los que se ofrecen
importantes recompensas.
Esto incluye a Joanne Chesimard, una integrante de las Panteras Negras y
del Ejército de Liberación Negro. Conocida como Assata Shakur, fue
declarada culpable en 1977 del asesinato de un agente de caminos de
Nueva Jersey y sentenciada a cadena perpetua. Escapó y se refugió en
Cuba en la década de los ochenta. Al igual que otros fugitivos con asilo
político, ella ha vivido tan abiertamente en La Habana que incluso su
número ha estado en la guía telefónica.
"Llegué y era como todo un nuevo mundo", dijo al director de un
documental en 1997. "Este es uno de los lugares más hermosos que he
visto en mi vida. Todo es tan exuberante, tan verde, tan maduro".
La vida para Shakur cambió cuando las autoridades subieron el precio por
su cabeza. La recompensa ofrecida por el FBI y la policía estatal de
Nueva Jersey por información que lleve a su captura es ahora de dos
millones de dólares, y miembros de la alguna vez cerrada comunidad de
milicianos negros que vive en Cuba dicen que su único contacto con
Shakur en estos días es una ocasional e inesperada llamada telefónica.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, un posible candidato
presidencial para 2016, ha pedido al presidente Barack Obama exigir el
regreso de Shakur antes de restaurar totalmente las relaciones con La
Habana.
"Cuba le ha dado asilo político a esos rufianes por 30 años. Es
inaceptable", afirmó.
Para La Habana, el tema no está en discusión
El gobierno de Obama dijo que buscará el regreso de los fugitivos, pero
La Habana dejó en claro el lunes que extraditar a Shakur y otros
asilados políticos no está a discusión.
"Todo país tiene derechos soberanos y legítimos para otorgar asilo
político a gente que considere perseguida", a la AP Josefina Vidal,
directora del Departamento para Estados Unidos del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba.
La funcionaria dijo que Estados Unidos se ha negado varias veces a
deportar a sospechosos buscados por Cuba por crímenes que incluyen
asesinato, secuestro y terrorismo. Entre ellos estaría Luis Posada
Carriles, acusado por La Habana y Caracas del atentado contra un avión
cubano que dejó 73 personas muertas en 1976.
Posada Carriles vive en territorio estadounidense desde 2005 y la
Justicia de ese país se ha negado entregarlo por considerar que podría
ser torturado y condenado a muerte en Cuba.
Otro de los fugitivos más buscados por el FBI es Víctor Manuel Gerena,
quien ha estado en la lista de los 10 más buscados desde 1984 y desde
hace mucho se cree vive en Cuba.
Gerena está acusado de tener un papel primordial en un robo armado a un
depósito de carros blindados en Connecticut en 1983, que dio un botín de
unos siete millones de dólares. Fue el mayor golpe de dinero en efectivo
en la historia de Estados Unidos hasta ese momento.
La acción fue realizada por radicales que defendían la independencia de
Puerto Rico de Estados Unidos, un objetivo apoyado por Fidel Castro.
Otros fugitivos incluyen a acusados de una ola de secuestros en las
décadas de los setenta y ochenta.
Entre ellos estaba William Potts Jr., quien se describía a sí mismo como
un radical negro que en 1984 secuestró un vuelo de Piedmont Airlines en
ruta Nueva York-Miami y lo desvió a Cuba, creyendo que iba a ser
recibido como héroe. En cambio, fue condenado a 13 años de cárcel en la
Isla.
Tras salir de prisión, Potts se casó con una cubana que era profesora
universitaria. Tuvieron dos hijos y vivían en un modesto apartamento en
el este de La Habana hasta que él envió a sus hijos a Estados Unidos,
dijo que extrañaba su país y regresó voluntariamente.
En julio fue sentenciado a 20 años de prisión en territorio
estadounidense, pero es posible que salga antes en reconocimiento a los
años que pasó encarcelado en Cuba.
La Habana devolvió hace poco a más personas acusadas de cometer crímenes
en Estados Unidos sin motivos políticos. El año pasado, las autoridades
cubanas negaron asilo a una pareja de Florida acusada de secuestrar a
sus hijos —quienes estaban bajo custodia de los abuelos— y llevárselos a
Cuba.
En 2008, el Gobierno cubano deportó a Leonard Auerbach para que
enfrentara cargos en California por estar acusado de abusar de una menor
costarricense
David S. Weinstein, un exfiscal federal de Miami que ahora ejerce en
privado, dijo que sin un tratado de extradición, las autoridades
estadounidenses dependen de que La Habana niegue la entrada a fugitivos
o los expulse.
Source: Prófugos de la justicia estadounidense, un posible punto de
tensión entre Washington y La Habana | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1419412910_11997.html
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