21 de diciembre de 2014

Los que mandan en Cuba

Los que mandan en Cuba
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES
Día 19/12/2014 - 16.45h

Pese a la designación de un civil como vicepresidente, el poder reposa
íntegramente en Raúl Castro, en el número dos del partido comunista, y
en el buró político del PC

La comunidad internacional no acaba de terminar de comprender que el
general Raúl Castro es el jefe de Cuba no por ser presidente del Consejo
de Estado sino porque es el primer secretario del Partido comunista
cubano (PCC); y que Machado Ventura es el segundo al mando de la nación
porque es el vicejefe del partido único. «Machadito» (como le llaman los
Castro) sigue siendo el jefe del civil Díaz-Canel, vicepresidente del
Consejo de Estado, y no a la inversa.

No obstante, hay aquí una incongruencia no prevista por Fidel Castro
cuando se proclamó en 1976 la actual Constitución. Esta señala que el
presidente del Consejo de Estado es el comandante en jefe de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias (FAR). Así lo concibió el comandante cuando era
un «mozuelo» de 50 años de edad y su hermano tenía 45. Ambos tenían
décadas por delante como presidente y primer vicepresidente.

Y así fue. Pero ya estamos en 2014 y si Raúl Castro no llega a 2018,
Díaz-Canel sería el nuevo jefe de Estado. ¿Aceptarían a un civil como
jefe supremo de las FAR las decenas de generales de tres y dos
estrellas, y los restantes, así como los cientos de coroneles y demás
altos jefes militares? Es poco probable.

En términos constitucionales el derecho a elegir al núcleo institucional
de poder en Cuba, es privilegio de una versión moderna de patriciado
romano al que pertenece sólo el 7 por ciento de la población, es decir,
los 800.000 militantes del PCC. Los millones de adultos restantes no
tienen ese derecho. Constituyen la plebe, son ciudadanos de segunda
clase. O sea, en la isla el poder no emana de la voluntad del pueblo
soberano, como lo llamaba Rousseau, sino de la elite de su gerontocracia,

Podrá ser muy constitucional, pero legítimo no es. Los cubanos no eligen
a sus gobernantes desde 1948, cuando se celebraron las últimas
elecciones democráticas. Fulgencio Batista dio un golpe de Estado en
marzo de 1952, tres meses antes de los siguientes comicios, y luego fue
derrocado por Fidel Castro. Desde entonces, durante 62 años, Cuba ha
tenido solo tres gobernantes, y militares los tres (récord en Occidente).

Un poder invisible
Pero hay más, el máximo poder realmente no radica en el Buró Político
del PCC como reza la Constitución, sino en un reducido grupo de
militares, algunos de los cuales no integran el Buró Político.
Constituyen de hecho una junta militar invisible para la comunidad
internacional y para la mayoría del propio pueblo cubano, pues opera
tras las bambalinas y ningún medio habla del asunto. Díaz-Canel no
pertenece a esa «crême de la crême» que controla el país, y que tiene 14
miembros.

Encabezada por los hermanos Castro y por el comandante (hoy equivalente
al grado de general) Machado Ventura, el selecto grupo lo conforman
además los cuatro generales más poderosos de la isla: Leopoldo Cintra
Frías, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); Abelardo
Colomé, ministro del Interior; Alvaro López Miera, viceministro primero
de las FAR y jefe del Estado Mayor; y Ramón Espinosa, viceministro de
las FAR; así como el comandante de la revolución Ramiro Valdés, y el
coronel de inteligencia Marino Murillo, vicepresidente del gobierno a
cargo de la «actualización» del socialismo. Todos integran el Buró Político.

Los no miembros del Buró Político son el general José Amado Ricardo,
secretario ejecutivo del Consejo de Ministros (primer ministro en
funciones, cargo que ejercía Carlos Lage); general Carlos Fernández
Gondín, viceministro primero del Interior; general Joaquín Quintas Solá,
viceministro de las FAR; y el coronel Alejandro Castro Espín, hijo del
dictador y jefe de Coordinación e Información de los Servicios de
lnteligencia y Contrainteligencia de las FAR y el Ministerio del Interior.

El otro integrante fue finales de 2013 el coronel Luis Alberto Rodríguez
López-Callejas, ex yerno de Raúl, a cargo de la actividad empresarial de
las FAR. Pero al divorciarse de Deborah Castro Espín cayó en desgracia.

Vivir del engaño
Estos son los hombres más poderosos de Cuba y que, junto a los Castro,
toman las decisiones más importantes. Ese fue el estilo de poder
paralelo impuesto por Fidel, quien creó el todopoderoso Grupo de
Coordinación y Apoyo del Comandante en Jefe que durante décadas fue el
verdadero gobierno ejecutivo, por encima del Consejo de Ministros, el
Estado, y el propio PCC. Por otra parte, 8 de los 15 miembros del Buró
Político son militares (la mayoría), y 4 de los 7 vicepresidentes del
Consejo de Ministros son también militares.

En fin, Cuba es el único país del mundo que teniendo una cúpula de poder
militar la presenta en el exterior como civil, y así es aceptada. Si un
general es presidente de una nación sin haber sido elegido nunca en unos
comicios democráticos, y gobierna rodeado de generales, eso se conoce
como dictadura militar, excepto si se trata de Cuba, que se pavonea como
un Estado normal en los foros internacionales.

Vistas así las cosas, es positivo que Miguel Díaz Canel, un civil que
nació ya con los Castro en el poder y no forma parte de la gerontocracia
militar de los «históricos», haya sido elevado a primer vicepresidente
del Consejo de Estado en sustitución de José Ramón Machado Ventura, uno
de los pilares de la línea dura estalinista.Tiodo

Todo atado
Como dijo Yoani Sánchez en La Habana, antes de emprender su gira
internacional, tener en Cuba un vicepresidente con menos de 80 años ya
es algo. Sin embargo, aunque es lógico que el nombramiento de Díaz-Canel
suscitara en su día cierto optimismo y alentase las esperanzas de
algunos de que pueda convertirse en el Gorbachov cubano, no conviene
hacerse ilusiones. La única relevancia de la designación —que no
elección— radicó en que él podría ser el nuevo jefe de Estado si Raúl
muriese o quedase incapacitado para el cargo antes de 2018, cuando vence
su último período presidencial.

Por lo demás, todo es aparente, no real. El primer vicepresidente del
Consejo de Estado no tiene la fuerza política que sugiere el nombre de
su cargo. La razón es simple, no forma parte de la élite militar que en
verdad ostenta el poder en el país. La ascensión de Díaz Canel no
significa el inicio del postcastrismo (al menos con Raúl vivo), ni él es
el «número dos» del régimen. Es el segundo de a bordo del aparato
estatal, que no es lo mismo. Además, ni siquiera se le ubica en el ala
«liberal» de la nomenklatura, sino como un ortodoxo algo más moderno.

Pero la clave aquí es que la Constitución castrista establece que
institucionalmente la máxima instancia de poder en Cuba país no es el
Gobierno, sino el Partido Comunista (PCC), encabezado por un primer
secretario (Raúl Castro) y un segundo secretario, que es Machado
Ventura, y un Buró Político sometido a la voluntad del dictador y la
cúpula militar.

Source: Los que mandan en Cuba - ABC.es -
http://www.abc.es/internacional/20141219/abci-quien-manda-cuba-201412182117.html?utm_source=abc&utm_medium=rss&utm_content=uh-rss&utm_campaign=traffic-rss

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