Las dos patas de la revolución cubana
La Revolución se desplomará, las dos patas de la mesa que la sostienen,
por ley de la vida, pronto desaparecerán. Las democracias siempre ganan.
¿Quién puede dudar que Obama hizo la correcto?
domingo, diciembre 21, 2014 | Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba -Por estos días en que vivimos ¨otro día histórico de la
Revolución Cubana¨: el pasado 17 de diciembre, día de victorias
diplomáticas con Estados Unidos, es bueno recordar que los partidos
comunistas, cuando piensan que no están bien afincados en el poder, son
expertos en eso de convertir los reveses en victorias.
La URSS acusó a la CIA durante su relativa y larga existencia y dijo que
si algún día se desplomaba definitivamente el Socialismo, la culpa
recaería sobre el Imperialismo Norteamericano, a través de la CIA.
Y la URSS colapsó.
Pero como se supo que el desmerengamiento no fue ocasionado por la CIA,
sino por sus propios errores, Fidel Castro no tuvo otra salida que
adelantarse a los acontecimientos y decir que lo mismo podía ocurrir con
la Revolución Cubana, refiriéndose a sus propios errores.
Las jugadas nada sorpresivas que hemos conocido, realizadas en el
tablero político del ajedrez estadounidense -el New York Times casi las
anunció-, entre Barack Obama y el presidente de las cinco estrellitas,
al parecer, sólo el maestro cubano Capablanca, podría interpretarlas.
Hasta nos aconsejaría el genial estratega del tablero que confiemos en
la inteligencia yanqui, que pruebas muchas hemos tenido.
Está de más recomendar paciencia y fe en lo decidido por el actual
presidente estadounidense. No creo que haya sido una decisión
precipitada, sino consultada y analizada durante mucho tiempo por
expertos analistas que siempre nos inspiraron confianza.
Pensar que en esta jugada política de Obama ganó el castrismo, es
producto de mentes que aún no asimilan que a lo largo de la historia,
son las democracias las que siempre ganan, mientras que las dictaduras
de izquierda, en busca de posiciones de fuerza, sólo cuentan con una
masa emotivamente heterogénea, la que conocemos como pueblo y que nos
recuerda a los miles que irrumpieron en la Embajada del Perú de La
Habana, mientras los carnets comunistas eran lanzados al aire.
El futuro está más claro que el agua. El andamiaje con que cuenta la
Revolución Cubana se desplomará, aunque el Bloqueo desaparezca como ley,
porque con Bloqueo o sin Bloqueo: ¨El mayor obstáculo que enfrenta
nuestro plan de reformas es la barrera psicológica formada por la
inercia, el inmovilismo, la doble moral o la indiferencia¨. Así lo
aseguró Raúl en julio de 2011.
Se refería el general presidente al inmovilismo de los dirigentes, a la
doble moral o indiferencia del pueblo, algo que no dejará de seguir
ocurriendo, como la ausencia del vaso de leche para el desayuno cubano.
Cuba no será siempre una dictadura. Las dos patas de la mesa que la
sostienen, por ley de la vida, más pronto que tarde desaparecerán. ¿A
quiénes les interesará entonces una mesa vieja, deteriorada y sin patas?
Veremos si será Miguel Díaz Canel, con su mirada triste y lánguida al
estilo de Ava Gardner, como presagiando el fin, el Gorbachov que llame
al líder político más confiable por teléfono, no importa si del exilio o
de Cuba, como le ocurrió a Andrei Sájarov en Moscú.
La Revolución Cubana es un mito fracasado. Quien lo dude, que lea
detenidamente las razones por lo que su economía no avanza, expresadas
por los delegados de las comisiones parlamentarias de este mes de
diciembre. Son las mismas razones que yo escuchaba por los años sesenta
y setenta durante mis labores periodísticas: falta de calidad en su
producción, funcionarios irresponsables, pésimo funcionamiento sanitario
institucional, pésimas construcciones de viviendas, falta de
planificación, violaciones de proyectos, inestabilidad del personal
laboral, deficiente calidad de ejecución, falta de especialistas y
cuadros preparados, déficit de educadores, etc., etc., etc.
Todo eso y más se puede leer en las reuniones parlamentarias del 18 de
diciembre de este año, en la prensa oficial.
Los delegados allí reunidos llegaron a la conclusión de que ¨la mayor
dificultad radica en que no se ha llegado al cambio de mentalidad¨. Y
sobre todo se preguntan ¨…hasta qué punto el pueblo es, de verdad,
protagonista de los cambios¨.
Entonces, señores, ¿Quien puede dudar de que Obama hiciera lo correcto,
cuando sabe que al castrismo sólo le queda un ¨short time¨?
Source: Las dos patas de la revolución cubana | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/las-dos-patas-de-la-revolucion-cubana/
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