21 de diciembre de 2014

El primer milagro del Papa Francisco

El primer milagro del Papa Francisco
La mejor agencia de inteligencia del mundo es aquella que nadie sabe que
existe, o tiene un perfil tan discreto que no llama la atención: el Vaticano
Alejandro G. Acosta, México DF | 19/12/2014 2:51 pm

Llevaban 18 meses negociando, en secreto. Un grupo grande, poderoso, con
nivel de decisión. Nadie se enteró. Ni The New York Times… Eso indica
sobre todo algo: profesionalismo. "Son muchos años de marquesa para no
saber mover el abanico…". Y escogieron con mucho cuidado,
ponderadamente, una fecha para el anuncio: 17 de diciembre.
En Cuba, el 17 de diciembre es el día de "Lázaro, mendigo y resucitado",
que por ese día "se eleva a los altares" como Babalú Ayé, patrón de los
caminos, los mendigos y los enfermos, desplazando discretamente al bien
vestido "San Lázaro, Obispo". Caminatas agotadoras hasta El Rincón —por
ahí queda el "sidario" que sustituyó al "leprosorio"— para pedir cada
año lo mismo y recibir siempre idéntica respuesta.
Pero no solo fue por San Lázaro, sino por un motivo superior: es el
cumpleaños del otrora Cardenal Bergoglio argentino, ahora Papa
Francisco. Todo un detallazo para quien, se sabe ahora por confesión de
las partes, fue el promotor, facilitador, gestor y artífice de lo que
viene a ser, después de cincuenta y tantos años, un milagro: el primer
milagro del Papa Francisco.
El acontecimiento revelado el 17 de diciembre —que tenía muchos meses de
gestación detrás— es un hecho histórico sin dudas, digan lo que digan
tirios y troyanos y como tal, antes que "histórico", es "un hecho": ya
está. Pero indica un cuidadoso trabajo de bordado previo, casi de
crochet, por no decir de bolillos.
Cuando pensamos en servicios de inteligencia nos vienen a la mente
siglas estremecedoras: KBG, CIA, STASSI, Mossad, Sureté, INTERPOL, FBI,
¡G 2! Sin embargo, la mejor agencia de inteligencia del mundo es aquella
que nadie sabe que existe, o tiene un perfil tan discreto que no llama
la atención: el Vaticano. Miles y miles de fuentes —confesionarios—
recogiendo información por todo el mundo, filtrándola, analizándola,
remitiéndola a los niveles superiores hasta convertirla en inteligencia:
y llevan dos mil años haciéndolo y ahí están, eficientes, discretos,
callados… Y el jefe máximo de semejante aparato de inteligencia y
espionaje es el Obispo de Roma, el Pontifex Maximus, ahora el benévolo y
bonachón Francisco, Papa.
Como previamente sus antecesores, desde Pío IX, pasando por Juan XXIII
—quien excomulgó a Fidel Castro y nunca se supo qué pasó con ese
"matacandelas", si lo exoneraron o qué— y llegando a Juan Pablo, todos
han recibido ese caudal de información y lo han aplicado a la política
vaticana y dejado huella en el mundo, claro que "ad majorem Dei gloriam".
Digamos, con el fundador, que "al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios"… pero sucede que muchas veces —la mayoría— no queda
claro y prístino lo que corresponde a cada uno.
Pero ahora, cuando tanto los mandatarios estadunidense —confesamente
bautista— y cubano —presumiblemente ateo— revelan cada uno por su lado
que fue el Papa Francisco, con el suelo canadiense como discreto boudoir
para las entrevistas, quien sirvió de "mediador", queda claro que Su
Santidad asume, al mismo tiempo que su condición de mediador la de
garante de los acuerdos y su posterior desarrollo. Esto debe ser un
mensaje muy fuerte para todos y tomarle la palabra, pero especialmente
para la Iglesia cubana, tan proclive a la mansedumbre que excede lo
ejemplar y tan alejada de la vocación de los mártires fundadores del
cristianismo. Digamos, piadosamente, que "Dios no los llamó por ese
camino…".
Si un Papa polaco promovió y desató en Europa —fundamentalmente la
Oriental, tras la Cortina de Hierro que se condensaba en el Muro de
Berlín— todo lo que hizo Juan Pablo, ¿qué no podrá hacer un nuevo
pontífice, argentino, por América Latina? Ahora vemos, "por sus obras
los conoceréis", que mucho, pero es necesario más. El Papa habló: "Et
nunc reges intellegite: erudimini qui judicatis terram" ("Ahora oíd
reyes, y aprended los poderosos que gobernáis la tierra").
Ahora se impone una urgentísima visita de Su Santidad a Cuba: ¿quién
podría cerrarle las puertas al eficaz "mediador"? Si Juan Pablo pidió
que "Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba", ¿qué podrá decir
ahora su sucesor en el Sillón de Pedro, con el mismo "Anillo del
Pescador", que "el mundo" —Estados Unidos— se abrió a Cuba?
Este del 17 de diciembre de 2014 es el primer milagro del Papa Francisco
y será recordado en su previsible canonización cuando Dios quiera: pero
faltan otros… Sobre todo UNO.

Source: El primer milagro del Papa Francisco - Artículos - Opinión -
Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-primer-milagro-del-papa-francisco-321276

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