Carta abierta al presidente Obama
ROSA MARÍA PAYÁ
12/20/2014 5:00 PM 12/20/2014 10:00 PM
Sr. Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos de América.
Le escribo porque asumo que las decisiones que usted acaba de comunicar
sobre la política exterior de los Estados Unidos con respecto a mi país
están inspiradas por la buena voluntad.
Y apelo a esta buena voluntad a pesar del contrasentido que significa
ordenar revisar la presencia de Cuba en la lista de países terroristas,
cuando hace apenas un año el gobierno cubano fue sorprendido intentando
pasar toneladas de armamento activo de manera clandestina en un barco
norcoreano a través del Canal de Panamá. O cuando hace poco más de dos
años la seguridad del estado cubana provocó el atentado que terminó con
la vida de mi padre, Oswaldo Payá, Premio Sajarov del Parlamento
Europeo, y del joven Harold Cepero, y el gobierno cubano se niega a
permitir una investigación independiente de los hechos. Ni siquiera ha
entregado el informe de autopsia a mi familia.
El régimen cubano descubrió que necesita cambiar de imagen, que puede
flexibilizar algunas áreas mientras mantiene todo el poder. Descubrió
que puede permitir que más cubanos entren y salgan del país, o que
algunos tengan pequeños negocios, pero la decisión de quién viaja y de
quién tiene un timbiriche en Cuba la sigue tomando el gobierno. Sr.
Presidente, no son las leyes norteamericanas las que impiden el mercado
libre y el acceso a la información en Cuba, es la legislación impuesta
por el gobierno y su constante censura.
Sin embargo, coincidimos, señor Presidente: yo tampoco creo que "se
puede hacer lo mismo por más de 50 años y esperar resultados diferentes".
Pero lo nuevo no es tratar como normal a un gobierno ilegítimo como el
de La Habana, que nunca ha sido elegido por sus ciudadanos y que
practica el asesinato de estado impunemente. Eso ya lo hacen el resto
del los gobiernos del mundo, sin consecuencias positivas para la
democracia en mi país.
Lo nuevo sería un compromiso real con los ciudadanos cubanos y con
acciones concretas en favor de las demandas de la ciudadanía. No desde
posiciones injerencistas, no inventándonos soluciones, sino apoyando las
soluciones que los mismos cubanos hemos creado.
La única expresion libre, legal y masiva de los cubanos en 55 años es la
petición de una consulta popular, en la iniciativa legal del Proyecto
Varela. Que se le consulte al pueblo sobre cambios en las leyes que
garanticen la libertad de expresión, de asociación, la liberación de los
prisioneros políticos, el derecho a poseer empresas privadas y a
elecciones libres y plurales.
Usted preguntó en su histórico discurso sobre Cuba: ¿cómo mantenemos ese
compromiso? El compromiso con la libertad.
Le tomo la palabra, Señor Presidente. La respuesta a usted y a todos los
gobiernos democráticos del mundo es:
Apoyen la realización de un plebiscito sobre las elecciones libres y
plurales en Cuba.
Apoyen lo único que garantiza el fin del totalitarismo, que es la
participación ciudadana efectiva.
Mi padre decía que los diálogos entre las élites no son el espacio del
pueblo. El totalitarismo del siglo XXI, que además ejerce la injerencia
en los asuntos internos de buena parte de la región y extiende las
prácticas antidemocráticas en países hermanos como Venezuela, se sienta
ahora a la mesa junto a las democracias del hemisferio. Espero que no
llegue también la censura a la mesa y que nos podamos sentar los
ciudadanos cubanos que hasta ahora somos los grandes excluidos en este
proceso.
A su administración, al Vaticano y al gobierno de Canadá, que con buena
voluntad han llevado a cabo este proceso de acercamiento con el gobierno
cubano, les decimos que los cubanos esperamos esta misma intensidad en
el apoyo a nuestras demandas, que no tienen color político porque los
derechos están en la base de la democracia. Apoyen el derecho de los
cubanos a decidir su futuro y protagonizar su presente.
Apoyen una investigación independiente sobre el atentado que ocasionó la
muerte de Oswaldo Payá y de Harold Cepero.
No más solidaridad simbólica. No queremos participar únicamente en el
foro paralelo a la próxima Cumbre de las Américas. La silla que ocupará
el gobierno cubano no es la silla del pueblo. Y debe ser la silla que
represente a los ciudadanos, que es lo único que los jerarcas del
castrismo no hacen. Por eso necesitamos estar presentes en la Cumbre
principal y que las más elementales demandas de los ciudadanos cubanos
se escuchen, empoderadas por las democracias de la región.
Señor Presidente, atrévase ahora, después de citar a nuestro José Martí,
a poner en práctica la honestidad que una Cuba en libertad se merece,
"con todos y para el bien de todos", incluidos los cubanos, incluidos
los latinoamericanos, incluidos los Estados Unidos de América.
Dios bendiga a nuestros pueblos.
Tengan usted y su familia una Feliz Navidad.
Miembro del Movimiento Cristiano Liberación.
Source: ROSA MARÍA PAYÁ: Carta abierta al presidente Obama | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article4725789.html
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