La nueva decadencia
Pasan los años y Cuba no sale de su constante proceso de destrucción.
Algunos siembran y cosechan, sin éxito. Todo está condenado a la
decadencia inmediata.
viernes, octubre 24, 2014 | Marcia Cairo
LA HABANA, Cuba -Leyendo una entrevista concedida a una colaboradora de
Cubanet, por el fotógrafo francés Patrice Loubon, que hace poco expuso
una serie fotográfica sobre el Período Especial cubano, en la galería
Cristo Salvador, en el Vedado, me ha sorprendido que las imágenes de
actualidad cubana, superen con creces a aquellas que realizara este
artista por la década del noventa, cuando La Habana parecía a punto de
caerse a pedazos.
Ahora, sin embargo, hay una nueva forma de destrucción.
Los restaurantes permanecen vacíos. Se nota el ambiente decadente en
sitios desarreglados y sin la climatización adecuada. En las cafeterías
del estado, el ron y los cigarros, son las únicas ofertas. Si hay
tentempiés, tienen una pésima calidad de elaboración. Por lo que solo
muy poca gente y de muy bajos ingresos acude a estos locales.
En los barrios abundan los herbazales, tanques de basura caídos o rotos.
Los desperdicios al sol y a la lluvia, se pudren y alimentan a las
plagas. Las aguas albañales corren como pútridos ríos.
Las enfermedades trasmisibles de todo tipo crecen, por la falta de
higiene. Enfermedades como el cólera, el dengue y otras de nuevo orden
se incrementan, contagiando a millares de ciudadanos.
Los condones escasean en las farmacias. Brotes de enfermedades de
trasmisión sexual (ETS), tales como Hepatitis B, Herpes Simple,
Blenorragia, el Papiloma humano o el Virus de Inmunodeficiencia Humana
(VIH).
Los barrios de pobreza extrema aumentan. Las migraciones desde los
campos a la ciudad han provocado que se construyan casas con cartones y
tablas viejas, sin condiciones sanitarias, ni de ningún tipo.
Derrumbes de inmuebles se suceden a diario en zonas como Centro Habana,
La Habana Vieja o en el mismo Vedado. Enviando a sus desafortunados
habitantes a viviendas de tránsito que no reúnen las condiciones
necesarias para vivir.
La prostitución ya se ha instaurado como un empleo lucrativo o de
supervivencia, por parte de heterosexuales, homosexuales, bisexuales y
travestis.
Antiguos túneles que se excavaron por toda la ciudad, también por los
años noventa, cuando se pensó en una alerta de guerra por invasión por
parte de los Estados Unidos, se encuentran convertidos en almacenes,
algunos tapiados recientemente, por haber sido usados para encuentros
sexuales, y otros se engordan con basura y excrementos.
¿Serán estos túneles cerrados una muestra palpable de la decadencia,
mostrando que no escapatoria posible?
Source: La nueva decadencia | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/la-nueva-decadencia/
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