Publicado el lunes, 09.24.12
Cuba
Críticas y temores por las huelgas de hambre de disidentes cubanos
Juan Carlos Chavez
jcchavez@elnuevoherald.com
La reciente huelga de hambre de 30 opositores cubanos que exigían la
excarcelación de un preso político que cumplió su condena originó
nuevamente el debate sobre la validez de una medida contestataria que se
repite con más frecuencia y pone en riesgo la salud de figuras de la
oposición que podrían ser vitales en un proceso de transición democrática.
Los huelguistas que demandaban la libertad de Jorge Vázquez Chaviano
abandonaron su protesta después que el gobierno cubano se comprometió a
solucionar el caso del disidente preso.
La demanda colectiva atrajo la atención internacional y la solidaridad
de la mayor parte del exilio y organizaciones que abogan por los
derechos humanos.
Pero así como surgieron voces de aliento y compromiso, la crisis generó
también la preocupación de un sector que ve en la falta de garantías un
arma "contraproducente" para el futuro de la disidencia interna.
"Aunque estoy satisfecha con este desarrollo, también estoy preocupada
que, en el futuro, las huelgas de hambre puedan matar a los líderes de
una Cuba libre", dijo la congresista republicana Ros-Lehtinen,
presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Los ayunos generalmente se prolongan durante varios días. Incluso pueden
causar la muerte por la ausencia de medicamentos y atención
especializada. Dos huelguistas, Orlando Zapata Tamayo y Wilman Villar,
murieron trágicamente debido a la falta de respuesta e interés de las
autoridades cubanas. La comunidad internacional reaccionó con una lluvia
de condenas.
Zapata murió el 23 de febrero del 2010 en la prisión de Kilo 7, en la
provincia de Camagüey. Su deceso, al cabo de 85 días en que se le
prohibió tomar agua, provocó una ola de repulsa sin precedentes contra
el gobierno de Raúl Castro. Fue interpretado internacionalmente como un
ejemplo del trato ofrecido a la oposición pacífica.
De origen humilde y de 42 años, Zapata fue condenado en el 2003 durante
la jornada represiva conocida como la Primavera Negra, una ola de
persecuciones y arrestos masivos contra la disidencia.
Villar falleció en enero al cabo de una penosa agonía y ayuno de 50
días. Cuando ya era demasiado tarde y su salud no respondía, fue
trasladado de emergencia al Hospital Juan Bruno Zayas, en Santiago de
Cuba. Había contraído una pulmonía tras ser lanzado a una celda de
castigo con una constante temperatura helada.
Los ayunos surgen al calor de una nueva ola de arrestos arbitrarios,
vigilancia policial casi personalizada y protestas violentas de fuerzas
progubernamentales contra las voces opositoras. El ambiente hostil
transcurre en medio del consentimiento de las autoridades.
La fragilidad y carencia de libertades han generado, a la vez, actos
desesperados e inconsistentes. Algunos presos políticos y disidentes se
han declarado en ayuno con cierta ligereza de ideas y convicciones,
abandonando la medida de fuerza en horas o un par de días.
Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del Parlamento Europeo 2010 y
protagonista de 24 ayunos prolongados de alimentos sólidos, dijo que el
inicio de una huelga de hambre obliga a tomar conciencia de las
consecuencias que esta pueda arrastrar.
"Indiscutiblemente hay personas que hacen la huelga de hambre con más
seriedad, como Martha Beatriz Roque", dijo Fariñas. "En todo caso es
importante que los hermanos opositores especifiquen si se trata de una
protesta simbólica, es decir, aquella que termina cuando tu cuerpo
empieza a dar señales de desgaste, o un ayuno hasta las últimas
consecuencias", añadió Fariñas.
En ese contexto indicó que los huelguistas que realizan huelgas de
hambre de corta duración son una minoría. Sin embargo declaró que, en
ese mismo grupo, existe un alto índice de huelguistas que protestan con
el simple propósito de ganar publicidad e historial para que en un
futuro lo tengan en cuenta como refugiado.
"En general la apreciación de la comunidad internacional sobre las
huelgas de hambre en Cuba es alta", sostuvo Fariñas. "Pero si tú no lo
tomas en serio y haces la huelga por ganar notoriedad entonces la
Seguridad del Estado cubano va a tener un terreno más fértil donde va a
triunfar".
La huelga de hambre en solidaridad con Vázquez fue ignorada por la
prensa de la isla oficialista y sometida a burlas en las redes sociales
de simpatizantes y partidarios del gobierno de los hermanos Castro.
Berta Soler, líder de las "Damas de Blanco", madres y esposas de presos
políticos, dijo que las mujeres de su grupo se mostraron preocupadas por
los huelguistas. Les pidieron que desistan por el riesgo a su salud.
"Respetamos a toda persona que haga huelga de hambre", dijo Soler. "Ese
método de lucha no es nuestro, y aunque lo desaprobamos, todo el apoyo
moral y espiritual que podamos darles se lo vamos a dar".
La protesta de los 30 huelguistas se inició hace 15 días en la ciudad de
Placetas, en Villa Clara, con el anuncio de la huelga de hambre del
opositor Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, miembro del
Frente de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata
Tamayo. Posteriormente se declararon en ayuno otros disidentes, como
Roque, economista independiente y directora de la Red Cubana de
Comunicadores Comunitarios, radicada en La Habana.
La huelga estaba tomando un giro dramático y peligroso para la salud de
los disidentes. Antúnez fue llevado de emergencia al Hospital General de
Placetas. En el hospital se recuperó pero rehusó que le suministraran
suero para alimentarlo y pidió que lo regresaran a su casa de inmediato.
Antúnez dijo a El Nuevo Herald que las huelgas de hambre en Cuba han
tomado madurez.
"Apelamos a demandas concretas, objetivas y posibles que sean
susceptibles a la opinión pública", indicó Antúnez. "Es un recurso
supremo cuando se agotan todos los canales, es un recurso que apelamos
cuando nos encontramos en un estado de indefensión".
Roque, de 67 años y diabética, padeció temblores y desmayos, entre otras
complicaciones. En su opinión consideró que los ayunos deben realizarse
cuando no hay ninguna oportunidad de entendimiento.
"La Seguridad del Estado cubano tiene filtrada a una parte de la
oposición y, en ese contexto, hay disidentes que por cualquier bobería
hacen una huelga de hambre con reclamos inalcanzables", manifestó Roque.
"Pero he victo huelgas muy serias como las de Fariñas y otros presos
políticos".
La Iglesia Católica cubana afirmó haber seguido con preocupación los
informes sobre el deterioro de la salud de Roque y Antúnez, aunque
insistió en que se opone a las huelgas de hambre por tratarse de una
forma de "autoagresión".
Sin embargo, el más crítico de los sacerdotes católicos de Cuba, José
Conrado Rodríguez, defendió el derecho de un sector de la oposición
interna a protestar, incluso a un nivel tan polémico como una huelga de
hambre.
"Es un recurso extremo que pone en riesgo la vida, que es un don de
dios", manifestó Conrado. "Pero hay situaciones en la que los seres
humanos se sienten tan atacados e indefensos que ese recurso último es
el único posible. Me preocupa y me duele que las situaciones lleguen a
ese nivel de gravedad".
http://www.elnuevoherald.com/2012/09/24/v-fullstory/1307430/criticas-y-temores-por-las-huelgas.html
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