2 de octubre de 2011

LOS SÍNTOMAS DEL MIEDO Y LA DEBILIDAD

LOS SÍNTOMAS DEL MIEDO Y LA DEBILIDAD
03-10-2011.
Lcdo. Sergio Ramos

(www.miscelaneasdecuba.net).- En las últimas semanas régimen ha
arreciado la represión contra los opositores. Los arrestos y detenciones
de opositores se ven a granel. Las agresiones y los actos de repudio son
cada vez más frecuentes.

Simultáneamente, la dictadura anuncia nuevas medidas para liberalizar en
algo la compra y venta de autos, de casas, y da autorización para que se
realicen legalmente más tipos de trabajos por cuenta propia bajo cierta
restricciones, a pesar de la existencia de algunas condiciones muy onerosas.

Por otro lado, la dictadura está preocupada con su actual fuente de
subsidio económico por la enfermedad de Chávez. Su desaparición podría
traer el fin del subsidio venezolano, trayendo muy serias consecuencias
a la ineficiente y empobrecida economía cubana.

El discurso de la dictadura ya no es creíble. El régimen sabe que su
ideología comunista ya no tiene la misma penetración en la población que
en otros tiempos y que carecen de una confiable generación sustituta que
continúe con el modelo y las ideas del castrismo.

Los históricos altos jerarcas son mayoritariamente octogenarios, y saben
que tienen el tiempo contado por ley de la naturaleza. Más aun, saben
que apenas tienen tiempo para reformar para su provecho el modelo socio
económico. Están concientes de que son muchísimo menos los que todavía
creen en el sistema, pues tras cincuenta años ha quedado más que probado
que el sistema no funciona.

Por tal razón, contradiciendo los propios postulados
marxistas-leninistas en que se sustenta el régimen castrista, toman
medidas desesperadas de corte capitalista para atajar el descontento y
evitar la debacle económica y el malestar social. Se saben fracasados.
Las tímidas medidas remediales son síntomas de su debilidad.

El pueblo sabe que la dictadura ha envejecido, y no ve que el sistema
castrista ofrezca ningún futuro para el país, ni para el ciudadano
común. De hecho existe un hastío en el pueblo y una preocupante
descomposición de la moral social. Esto ha provocado el crecimiento de
la oposición, la cual, además, se ha visto beneficiada por los adelantos
en los medios de comunicación que les permiten transmitir sus ideas y
los acontecimientos al exterior, deteriorando la imagen de la dictadura.

Además del paulatino aumento en la membresía de la oposición y estos se
muestran cada día un poco más audaces en sus acciones, a pesar de que
falta mucho por recorrer para llegar a los niveles de lucha necesarios
para poner en jaque a la tiranía. Pero lo importante es que esto es el
reflejo del descontento popular y destaca que el pueblo va cobrando
mayor conciencia de la necesidad de un cambio real….Y la dictadura lo sabe.

Cada día se ven más las manifestaciones de simpatías del pueblo con la
oposición como ocurrió en la protesta ante Capitolio de la Habana donde
los ciudadanos abuchearon a los policías que arrestaban a las
manifestantes. También vimos mayor agresividad en los opositores, como
aconteció en El Verde, en Boyeros y en Palma Soriano donde los
opositores se enfrentaron a golpes con la policía castrista.

Por otro lado, en el plano internacional, actualmente se ha desarrollado
una corriente libertaria que empezó en Túnez y que ha derrocado a
dictaduras tan feroces y sanguinarias como las de Muamar Ghadafi en
Libia. Una ola libertaria que bien pudiera arropar a Cuba. Y esto tiene
aterrada a la oligarquía gobernante.

Este panorama nacional e internacional tiene muy, pero que muy,
preocupados a la alta cúpula del poder en Cuba. Les embarga un
sentimiento, que más que de preocupación, es de miedo. Y el miedo se
transforma en más represión.

Si tomamos la historia de la Cuba republicana como ejemplo, podemos
observar que las dictaduras se vuelven más represivas cuanto más se van
debilitando. En Cuba, durante la Revolución del 1933, el dictador
Machado se volvió más brutal en sus últimos tiempos y los crímenes de
sus cuerpos represivos conocidos como 'La Porra', fueron cada vez más
frecuentes. Lo mismo ocurrió durante la dictadura de Batista en los
cincuenta, ésta fue más cruel en su último años (1958), en la medida en
que esta se debilitaba.

Hoy día, Cuba, con un Fidel Castro enfermo y avejentado, y un Raúl
Castro en la cabeza del régimen, sin el carisma ni la habilidad de su
hermano y con 80 años de edad, la alta cúpula parece atemorizada por el
espectro del estallido social generalizado. Tienen miedo.

La manifestación del miedo y de su debilidad es la escalada represiva
contra quienes se les oponen reclamando un cambio total en le país. El
miedo está en ellos, la represión es su síntoma.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33793

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