Jueves, 29 de Septiembre de 2011 12:16
Amarilis C. Rey
Managua, La Habana septiembre 29 de 2011, (PD) El Parque Central de La
Habana estaba bastante concurrido cuando acudí a encontrarme con unos
amigos.alt
El agua proveniente de la manguera de un carro-cisterna corría en varias
direcciones mientras era barrida por algunos hombres que baldeaban el
perímetro del monumento a José Martí, erigido en 1905.
Sin embargo, desde los bancos, escondidos entre los árboles, se sentía
un fuerte hedor a orina que no parecía importarles mucho a quienes
conversaban animadamente ni a los policías que vestidos de negro y
sujetando sus perros vigilaban el lugar.
Conocido como las "Avispas Negras", esta policía está técnicamente más
preparada para la represión en la vía pública. Y además del uniforme que
portan, el pastor alemán que traen de acá para allá, le da un toque de
fuerza a la imagen.
Al borde de la parte derecha del parque pude contar tres de estos
vigilantes. Y recordé que aquella escena de policías y perros ya la
había visto hace años mientras visitaba una prisión.
Un joven de la raza negra, aguardaba sentado en un banco. El policía le
había pedido su carné de identidad y lo verificaba. El perro a cierta
distancia también observaba. Esperaba una orden.
Entrenados para apoyar la labor represiva del policía, estos perros
inspiran en las personas sentimientos muy distintos a los que estamos
acostumbrados a ver en su especie. Y no pude evitar una pregunta: ¿qué
hace Martí rodeado de personas vigiladas por policías con perros?
Por suerte no todos los animales corren con ese destino. Una asociación
ornitológica acoge en su capitalina sede de Infanta y San Rafael una
amplia gama de criadores de pájaros de diferentes especies.
Allí llegué en busca de atención especializada para mi cotorra, que
presentaba síntomas de algún padecimiento.
El entorno llamaba a cordialidad, no había nada que temer y las pequeñas
aves de diferentes especies llenaban el ambiente de alegría.
Pronto tuve delante una especialista que me orientó al respecto. Con
mucha tristeza comentó: "Nosotros hemos tratado de conseguir un espacio
en la radio o la televisión para explicar estas cosas. No estamos de
acuerdo con las cotorras en cautiverio, pero si ya lo están, hay que
indicar a las personas cómo alimentarlas y manipularlas. Es una especie
protegida y lo necesita. Pero bueno, esperamos algún día ser escuchados."
Aunque vi con qué amor muchos se preocupan por sus mascotas, es una
ínfima parte de la población la que conoce de la existencia de dicha
institución ornitológica.
Una joven que dice se dedica hace años a la cría de periquitos, comentó:
"Las aves son más inteligentes que las personas. Yo he podido
comprobarlo. Ellas sólo procrean cuando tienen todas las condiciones
para criar a sus pichones. Si les falla cualquier detalle, se abstienen
de tener sus hijos."
Y agregó: "En la situación difícil en que vivimos, criar cualquier
mascota nos ayuda a olvidarnos de los problemas. Y hasta a tener mejor
carácter."
Quizás esa teoría no resulte para los que no gustan de tener mascotas.
Pero algo encontré en ese lugar: el deseo de ayudar a otros, aun en
cautiverio, a mejorar su vida.
amarilisrey@yahoo.com
Sede de la Sociedad Ornitológica en Infanta
http://primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/2390-animales-y-animales
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