2010-04-23.
Georgina Noa Montes, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Mientras en la isla sus gobernantes
autorizan y se realizan cirugías para el cambio de genitales, se
originan dificultades para otras gestiones dentro de la medicina, pudo
comprobar quien escribe estas lineas.
En el mes de diciembre tuve que hacerme una radiografía de tórax, en la
cual me salió una imagen mediastino derecho bien definido, por lo que el
radiólogo decidió remitirme para el neumólogo. Este a su vez indicó un
TAC -conocido como Somaton- con contraste, pero este equipo nada más
existe en 3 hospitales del país en "Hermanos Ameijeiras", en "Enrique
Cabrera" (conocido como el Nacional) y en el "CIMEQ"; en los 2 primeros
el mismo está roto y al último no tenemos acceso todos los cubanos. Por
lo que en su lugar me hicieron otro TAC de Cortes, en el hospital
Nacional, con la dificultad que este no suministra en mi caso el
diagnostico con exactitud.
Según un especialista del hospital Ameijeiras, del que no alcancé oír su
nombre, en entrevista concedida a la periodista Gloria Udas para el
sistema informativo de la televisión cubana NTV, estos equipos son de un
elevado costo en el mercado y solamente reponer los tubos de pantalla,
en el caso del TAC contrastado asciende a 40 mil dólares y en el de
cortes a 80 mil. Es de sospechar que si los equipos de estos hospitales
están rotos, – desconozco cual es la avería - o que si los mismos no se
han podido instalar en más hospitales, es porque no hay presupuesto
disponible o suficiente para tal gestión.
Sin embargo Mariela Castro Espín, hija del gobernante Raúl Castro Ruz y
Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba, ha
sido la principal impulsora en buena medida de la nueva norma que entro
en vigor en el 2008, con respecto al cambio de sexo; -dicho sea de paso
que ya se han realizado algunas-.
Es de suponer, -y no hace falta ser universitario, ni médico, solo es
necesario un poco de razonamiento- lo costosas que deben ser estas
intervenciones quirúrgicas, acompañadas además de los estudios y
tratamientos a los que se deberán exponer las persona que se la
practican; por lo tanto debe ser inevitable hacer grandes consumos
económicos para las mismas.
Para nada estoy en desacuerdo con que los homosexuales y lesbianas sean
felices o se sientan realizados, pero pienso que las preferencias
sexuales no tienen nada que ver con el sexo que Dios y la naturaleza
proporcionaron a cada individuo al nacer. Y que por lo tanto si no
pueden conformarse con el órgano genital que les tocó, por lo menos
debían esperar a vivir en un país donde hayan menos penurias.
Por otra parte yo entiendo a los Castro, pero creo que deberían esperar
a que en Cuba estuvieran resuelto otras dificultades, que son más
imprescindibles dentro del mismo campo de la salud y que en muchas
ocasiones hasta la vida de alguien depende de ellas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=27346
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