1 de diciembre de 2009

Atrapados en el «corralito» cubano

Atrapados en el «corralito» cubano
¿Quién defiende a los empresarios españoles que confiaron en el régimen
de los Castro?
J. M. CARBAJAL

Varias empresas españolas se encuentran atrapadas en el «corralito»
cubano, sin que puedan «manejar», para nada, los cientos de millones de
dólares que les adeuda desde hace bastantes meses el Gobierno de los
hermanos Castro. Un botón de muestra más de lo que ocurre en la que
fuera Perla del Caribe, sumida en un profundísimo caos, a la que las
clases progresistas de este país llamado España no quieren entender que
lleva gobernada desde hace más de medio siglo por una dictadura
comunista. ¡Otro gallo cantaría si se tratara de un régimen de
derechas!, pensará alguno de ustedes.

Es probable que lo estén pasando mal, económicamente, esas firmas
comerciales que se atrevieron a confiar en ese sistema dictatorial de
izquierdas. Incluso es posible, me temo, que bastantes de esas empresas
gallegas, canarias, asturianas o de otras comunidades autónomas fuesen
asentándose no hace tantos años en la isla de Cuba para hacer sus
particulares negocios con bienes y propiedades confiscados -sin abonar
indemnizaciones en la inmensa mayoría de los casos- por la Revolución
castrista a sus legítimos dueños, muchos de ellos de origen español.

Si es así, en parte me alegro un montón por el oportunismo de esos
empresarios que cruzaron el «charco» para sumarse al proyecto comunista,
a través de la puesta en marcha de empresas de capital mixto, aunque
«disfrutando» de bienes ajenos y, en la mayoría de los casos, explotados
por el propio Gobierno de los Castro. Ellos, los mandamases, exigen
dólares estadounidenses para mercadear, o bien euros, pero abonan los
salarios a los funcionarios del régimen y demás clases trabajadoras en
moneda cubana. Sabían perfectamente por dónde nadaban y de aquellos
polvos vienen estos lodos.

Triste del que se tire al monte. Por mucho que patalee deberá aguardar
el turno de espera -¡ahorita voy!-, pues de otra manera, creo, la
cancelación del contrato en la isla estará a la vuelta de la esquina.
Allí, el ordeno y mando. Mientras, el Ejecutivo de España parece que
vuelve a mirar hacia otro lado y evitar inmiscuirse en asuntos que
afectan a la economía «interior» cubana. ¿Quién defiende a esos
empresarios españoles en serios apuros? ¿El señor Moratinos, íntimo de
los primeros espadas de la isla? Quizá deban meter ruido en los medios
informativos de este lado del «charco» -que no en La Habana, por si las
moscas caribeñas- para hacer valer sus derechos.

Me vienen a la memoria los cientos de miles de cubanos, con raíces
españolas, que se vieron en la necesidad de exiliarse con una mano
delante y otra detrás. Sin nada. Con sus propiedades confiscadas, sus
negocios expropiados, sus cuentas bloqueadas, sin pensión, sin seguro
médico? Así, sin más, les tocó a muchos emigrantes asturianos, canarios,
gallegos? que saltaron el «charco» en busca de fortuna a finales del XIX
y principios del siglo XX. Unos triunfarían en aquel dorado, otros no,
pero al final todo, o casi todo, quedó en poder de los Castro, salvo
sonadas excepciones.

Han pasado más de 50 años y la cosa va de mal en peor en Cuba. Ahora,
cogidos están los empresarios del nuevo siglo XXI en el consiguiente
«corralito». Desconozco si saldrán de ésta, salvando los muebles. Veían
un mundo a explotar, pero les «explotó» en sus propias manos. Y aquí, en
el Principado de Asturias, nos sentimos cada vez más papistas que el
Papa, ya que se nos erizan los pelos cuando escuchamos que nuestros
representantes políticos -tanto socialistas como populares- ensalzan a
las viejas figuras castristas. Ahí queda la medalla de oro de Asturias
que le fue concedida -y no recogida- hace nada al vicepresidente del
Consejo de Ministros de Cuba, José Ramón «Gallego» Fernández.

La Nueva España - Diario Independiente de Asturias - Opinión - Atrapados
en el «corralito» cubano (1 December 2009)
http://www.lne.es/opinion/2009/12/01/atrapados-corralito-cubano-br/841805.html

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