La Unión Europea y Cuba
By OSCAR PEÑA
Hace varios años cuando conocí del error de un pasado acuerdo de la
Unión Europea imponiendo sanciones pueriles e improductivas al régimen
de la Habana, me percaté de que también los viejos y experimentados
europeos pueden ser ingenuos o inexpertos políticos. Antes de aquellas
''sanciones'' a Cuba, los europeos invitaban a las fiestas nacionales y
diferentes recepciones de sus sedes diplomáticas solamente a las
autoridades del régimen y no a ninguna representación genuina de la
sociedad civil o de la oposición cívica. Y en un instante de una vieja
reunión de la Comunidad Europea --creo que fue en el 2003-- acordaron un
bandazo de babor a estribor determinando hacer todo lo contrario:
invitar ahora a sus sedes diplomáticas en Cuba sólo a los disidentes.
Si somos honestos y no atropellamos la verdad y realidad de una Cuba
fascista y totalitaria de 50 años --nos agrade o no ese pa-
norama-- la pura verdad es que no se logra mucho --o nada-- en una larga
dictadura totalitaria tratando los problemas sólo con una parte. No es
viable. La realidad es que la situación de Cuba no se resuelve o avanza
con reflexiones conservadoras del Comandante en Jefe, consignas, notas
de prensa o discursos de impacto; tampoco con la filosofía y argumentos
de algunos de sus muy anticuados opositores exiliados. Es sólo con el
aporte de todas las partes. El Consejo de la Unión Europea cometía dos
graves errores seguidos.
Si la UE quisiera ayudar y colaborar de manera auténtica y fecunda con
el proceso de solución, evolución y reconciliación nacional de nuestro
país, harían todo lo contrario: invitarían a sus sedes diplomáticas a
las dos partes de la realidad cubana y tratarían de posibilitar en sus
terrenos diplomáticos el intercambio y debate civilizado de la
problemática cubana que la parte intransigente de la dictadura no
permite. De manera que sólo estarían ausentes de las sedes diplomáticas
de la Unión Europea aquella parte que está desprovista de argumentos y
razones para debatir y compartir con altura y decencia. Y otra pregunta
muy importante a la Unión Europea: ¿por qué igual que reciben en sus
países a representantes del régimen dictatorial, no reciben y se reúnen
con delegaciones de exiliados y representantes de esa valiente oposición
y miembros de la sociedad civil cubana? Si la Unión Europea es capaz de
entender esta filosofía política contribuiría a arrancar los apagados
motores de la isla.
Otra sincera propuesta a la UE es que mediten sobre sus proyecciones,
deseos y solidaridad para con el pueblo de Cuba. Deseen y proyecten para
otros países, lo que desean para el de ustedes. Les recuerdo que
nuestros Hitler, nuestros Stalin, y nuestros Francos ya llevan cincuenta
años con el látigo en la mano. Les pregunto: ¿quieren ustedes solamente
lograr inversiones en mi país y relaciones con el régimen instaurado, o
quieren que Cuba sea un país como los europeos, con atención sanitaria,
educación, pero también con libertad para minorías y mayorías? Mucho
agradecería el pueblo cubano una respuesta sincera.
OSCAR PEÑA: La Unión Europea y Cuba - Opinión - El Nuevo Herald (30 June
2009)
http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/486288.html
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