Extremista hoy, demócrata mañana
YOANI SÁNCHEZ, La Habana | 31/08/2016
En el aula universitaria aquella estudiante era de las más combativas en 
los años noventa, hasta que logró una beca en España y hoy me escribe 
preguntándome: "¿Por qué aguantan tanto y no se rebelan?". De furibunda 
militante de la Unión de Jóvenes de Comunistas (UJC) pasó a labrarse una 
historia de luchadora clandestina por la democracia que debió escapar 
porque en esta Isla ya "poco podía hacerse".
He evocado por estos días la historia de esta colega que trastocó a toda 
velocidad su ideología al leer la intensa polémica suscitada por la 
sanción laboral contra el periodista José Ramírez Pantoja de la emisora 
Radio Holguín. El joven reportero publicó en su bitácora digital una 
intervención de la subdirectora de Granma, Karina Marrón, donde definía 
las condiciones económicas y sociales actuales como la base para una 
"tormenta perfecta".
Junto a la medida disciplinaria consistente en la separación definitiva 
de su cargo en la emisora, Pantoja ha debido padecer un proceso de 
descalificación pública que alcanzó su clímax en un texto firmado por 
Aixa Hevia, vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba 
(Upec). La funcionaria lo acusa de querer "buscarse un historial que le 
permita cruzar hacia los medios de Miami". Quizás una proyección de lo 
que ella misma podría hacer si se le presentara la oportunidad.
No será la primera vez que un rostro muy conocido del periodismo oficial 
termina "cruzando el charco" y aclarando del lado de allá que lo que 
hizo fue porque "en ese momento creía, pero ya no". Los mayores 
extremistas que he conocido en mi vida han terminado así: enterrando sus 
atuendos rojo o verde olivo, sin entonar la autocrítica que aliviaría en 
algo a las víctimas que causaron con sus arranques.
Con el tiempo, si acaso, los instrumentos de la censura como Aixa Hevia 
sufren un proceso de amnesia selectiva y olvidan todo el daño que 
hicieron a quienes se mostraron más honestos y consecuentes. Dejan tras 
de sí una estela de colegas a los que han delatado y ayudado a 
defenestrar, sin siquiera enviarles una escueta nota de disculpa o 
condolencia.
Pantoja no es, en este caso, quien se está labrando un "historial", sino 
los sectarios como la vicepresidenta de la Upec, que es capaz de 
emprenderla justo contra quien debería defender. Como representante del 
gremio periodístico, tendría que proteger a su compañero, en lugar de 
ayudar a hundirlo. Pero ha preferido actuar en sintonía con la censura 
antes que solidarizarse con un profesional que solo defendió la libertad 
de prensa, la transparencia informativa y el derecho a que los lectores 
estuvieran enterados de lo que opinan los periodistas.
No se trata de especular si Pantoja ejercerá su soberano derecho de 
desempeñarse como periodista en otro país, porque en el suyo se lo 
prohíben. Parece más probable que algún día sea Aixa Hevia la que 
trastoque su camaleónica piel para ajustarla al color de turno, a los 
dictámenes del próximo poder del que quiera comportarse como mero 
instrumento.
Source: Extremista hoy, demócrata mañana - 
http://www.14ymedio.com/blogs/generacion_y/Extremista-hoy-democrata-manana_7_2063863594.html
 
 
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