30 de octubre de 2014

Yo también tengo un Lukanikos

Yo también tengo un Lukanikos
Soy testigo de que Rebec, tan parecida en su físico al famoso perro
griego, ese día que ladró mientras me pintaban algo desagradable en el
frente de mi casa, me estaba cuidando de la policía castrista
miércoles, octubre 29, 2014 | Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba – Lukanikos se llamó aquel fabuloso perro ateniense que
a puro ladridos se enfrentaba a la policía, mientras ésta lanzaba gases
lacrimógenos a los manifestantes que se mostraron opuestos a los
recortes sociales en 2011, frente al Parlamento de Grecia.

Era un perro callejero, dócil y amigo de todos. Cuando se hizo célebre,
un matrimonio lo adoptó y Lukanikos no participó más en las protestas.
Los gases lacrimógenos habían afectado su salud.

El día 9 de este mes, falleció Lukanikos en Atenas, de un paro cardiaco,
en la casa de sus amos, quienes lo cuidaron con gran amor.

Yo no dejo de pensar en él. Sobre todo en días pasados, cuando mi perra
Rebec, tan parecida físicamente a Lukanikos, ladró de forma inusual, al
ver que un hombre pintaba a la entrada de mi casa, en letras grandes y
con pintura negra, ¨Viva Fidel y Raúl¨, siendo yo una vieja opositora a
la dictadura militar de Fidel y Raúl y actualmente periodista independiente.

Cuando me asomé, pude darme cuenta de por qué ladraba. Mi perra, dueña
de su casa y de su entorno, comprendió la provocación que me hacía el
gobierno a través de un vecino, de apellido Miranda, miembro de la
Seguridad del Estado, órgano represivo fundado y dirigido por Fidel Castro.

Le di las gracias por cuidarme y le prometí cuidar yo de ella hasta
después de mi muerte.

Entre mi perra Rebec y Lukanikos hay grandes coincidencias. Hace un año,
ella vagaba por las calles de Santa Fe, donde vivo, una comunidad sin
ninguna prosperidad, situada a pocos kilómetros de la capital habanera.
Aquí, como en toda Cuba, los perros callejeros no tienen atención alguna
e incluso ni los veterinarios privados han adquirido permiso para hacer
una receta médica.

Llena de garrapatas y pulgas, pequeña y asustada, encontró, a mi
entender, la mejor casa a la que podía aspirar. Ladra por los ruidos que
no le agradan y sobre todo, agradecida, siempre está muy atenta de quien
viene a verme.

No importa si no se convierte en una perra famosa como Lukanikos, cuando
la Revista Times hizo justicia y consideró al perro griego una de las
cien personalidades más reconocidas del mundo y la CNN, la BBC y
AlJazeera, le hicieron numerosos reportajes.

Soy testigo de que Rebec, tan parecida en su físico a Lukanikos, ese día
que ladró mientras me pintaban algo desagradable en el frente de mi
casa, me estaba cuidando de la policía castrista.

Source: Yo también tengo un Lukanikos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/yo-tambien-tengo-un-lukanikos/

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