Escuela cubana de represión se extrema en Venezuela
Asesinatos metódicos, fríos y eficientes de jóvenes manifestantes, que 
los venezolanos atribuyen a los "invasores cubanos", están creando un 
odio visceral a los isleños, y podrían convertir las protestas en una 
insurrección popular.
Rolando Cartaya
febrero 26, 2014
La semana pasada el diario caraqueño El Nacional citó en un editorial 
(¡Cubanos, go home!) un despacho de prensa para una cadena extranjera 
donde se aseveraba que desde La Habana había salido hacia Venezuela un 
contingente de fusileros entrenado en la tarea de contrarrestar motines 
y reprimir manifestaciones, "una especialidad" –decía el editorial—"en 
la cual han dado muestras de gran eficacia y crueldad".
Aunque la noticia no se había podido confirmar, El Nacional opinaba que 
"nada tendría de extraño que la dictadura de los hermanos Castro 
manejara la hipótesis de intervenir directamente en este país para 
salvaguardar sus intereses que, claro está, son muchos y muy 
importantes, pues de ellos depende, en la práctica, la supervivencia del 
represivo régimen caribeño".
El diario apuntaba que "lo que comenzó con una misión de salud terminó 
en una invasión que, con la anuencia del comandante eterno (Chávez), fue 
meticulosamente planificada por el gobierno castrocomunista para 
hacerse, no de una playa de desembarco para sus tropas, sino de un 
protectorado al estilo colonial". y así, hoy "en Venezuela hay cubanos 
hasta en la sopa.
La presencia de los asesores militares y de seguridad isleños en 
instituciones y dependencias estatales de Venezuela, desde el despacho 
de la Presidencia y las fuerzas armadas hasta las oficinas de 
tramitación de cédulas y pasaportes, había sido resentida y denunciada 
como una entrega de la soberanía nacional por la oposición y la prensa 
venezolanas.
Pero nunca el pueblo de Venezuela había manifestado un rechazo tan 
visceral y mayoritario a esa intervención extranjera como después de que 
se empezaron a conocer las historias sobre la despiadada represión 
contra las protestas populares que se multiplicaron desde el pasado 12 
de febrero. Una represión sin precedentes en ese país, que los 
venezolanos han identificado como de la escuela cubana
En las redes sociales han sido comunes en estos días mensajes como estos:
Poco a poco, a pesar de la censura de prensa, se ha ido revelando la 
presencia en la maquinaria represiva de experimentados represores del 
castrismo para asesorar y dirigir a los paramilitares de los llamados 
"colectivos" y a la desprestigiada Guardia Nacional Bolivariana. El 
objetivo evidente ha sido crear un clima de terror inédito en Venezuela, 
y dirigido a conjurar la peor amenaza enfrentada fuera de Cuba por el 
castrismo parasitario desde el desplome del comunismo soviético.
Desde San Cristóbal en el estado Táchira, donde se iniciaron las 
protestas y que ha sido militarizado por Nicolás Maduro, enviaron este 
tweet con un enlace a un revelador video colgado en Youtube. Muestra a 
residentes abucheando y lanzando piedras a los represores, a quienes 
asocian con Cuba. También se ve a un jenízaro disparando una escopeta de 
perdigones contra edificios donde viven civiles. Al final aparece 
alguien vestido de civil que aparentemente dirige el operativo desde una 
camioneta:
La represión ha puesto el acento en pisotear metódica y públicamente el 
derecho a la vida. El diario caraqueño El Universal publicó esta semana 
un mapa interactivo con las fotos de los muertos durante las protestas y 
la manera en que perecieron. El mapa permite observar los patrones del 
asesinato de Estado:
Disparos en la cara:
Geraldine Moreno Orozco, de 23 años, fue impactada por uno o dos 
disparos de perdigones en la cara propinados por un efectivo de la 
Guardia Nacional Bolivariana, el 19 de febrero, mientras se encontraba 
en una protesta en Naguanagua, estado Carabobo. Falleció el 22 de febrero.
Jimmy Vargas, de 34 años, murió el 24 de febrero de la misma manera, 
tras recibir un disparo de perdigones en el rostro y caer de un segundo 
piso en su residencia ubicada en Las Pilas, estado Táchira.
Juan Carlos Montoya, de 40 años, murió el 12 de febrero tras recibir un 
tiro en la cara en la Avenida Sur 11 del barrio La Candelaria en Caracas.
Tiros en la cabeza:
Bassil Alejandro Da Costa Frías, 24 años, muere el 12 de febrero de 2014 
tras recibir un tiro en la cabeza durante una manifestación en La 
Candelaria.
Roberto Redman, de 31 años, falleció el 12 de febrero luego de ser 
interceptado por un grupo de motorizados armados y recibir un disparo en 
la cabeza, mientras se encontraba manifestando en la Av. Arturo Uslar 
Pietri de Chacao y .
Génesis Carmona, la Miss Turismo Carabobo 2013 de 21 años, falleció el 
19 de febrero luego de recibir la víspera un tiro en la cabeza durante 
una marcha en Valencia el 18 de febrero.
Al otro lado del mundo, en Ucrania, una doctora que recibió los 
cadáveres de los manifestantes abatidos en la Plaza de la Independencia 
de Kiev describió el espeluznante profesionalismo de los asesinos:
"Los francotiradores asesinaron a los manifestantes de una manera muy 
profesional: disparando al corazón, el cerebro, o a la carótida", afirmó 
a la cadena privada Kanal 5 la doctora Olga Bogomolets.
ENSEÑANDO A MATAR
Igualmente eficientes han sido los asesinos enviados a las calles por 
Maduro en Venezuela, con una crueldad, una metodicidad y una sangre fría 
que nunca mostró la Guardia Nacional en Venezuela, según dijo a 
martinoticias el ex embajador de Venezuela en la ONU y miembro de la 
opositora Mesa de la Unidad Democrática Diego Arria.
"Yo he estado hablando con un par de antiguos generales de la Guardia 
(Nacional) y me dicen que estos son los cubanos, que nosotros nunca 
hemos tenido una represión de este género, que salgan a matar a 
estudiantes en la calle, eso no ha pasado nunca en la historia de 
Venezuela. Ellos asignan esta responsabilidad a grupos de cubanos ahí 
adentro que son los que ordenan a esta gente. Y salen a matar, no a 
intimidar ni ahuyentar, es un asesinato", dijo el político, economista y 
diplomático venezolano.
Reseñó el testimonio de la madre de Geraldine Moreno: "Le dispararon dos 
veces (una escopeta de perdigones) en la cara. La madre lo cuenta. 
Incluso cuenta que, de los dos oficiales que iban en la moto uno no 
quiso. '¿No? ¡Ah, entonces lo hago yo!', y el otro ¡Bum!, fue el que le 
disparó".
El propio Arria ha colgado en Youtube una grabación cuya autenticidad no 
ha podido confirmar, porque no le llegó del autor, sino que pasó por las 
manos de tres personas. Sin embargo, después de escucharla la encontró 
creíble y se decidió a publicarla.
En el archivo de audio una persona con evidente acento cubano instruye a 
un grupo desconocido (¿paramilitares? ¿agentes encubiertos del servicio 
de inteligencia SEBIN?) sobre cómo facilitar que la Guardia Nacional 
pueda "repeler" las manifestaciones.
La persona que habla aconseja "tomar" azoteas de edificios altos e 
"instalar a algunos de nuestros hombres para que puedan chequear la zona 
y tener un mejor ángulo al momento de nosotros darle seguimiento a la 
Guardia Nacional". El instructor justifica el trabajo con el fin de 
guiar a los militares por vías donde la población no les vaya a arrojar 
a los represores materiales inflamables.
Luego recomienda a sus "alumnos" aprovechar las trampas que forman 
casualmente las barricadas levantadas por los manifestantes; y les 
aconseja trabajar por separado, a unos veinte metros de distancia unos 
de otros. "Nosotros empleamos esto en Cuba y logramos sacar gente sin 
que el resto se dé cuenta, logramos repeler a ciertas personas en una 
actitud bastante violenta y el otro no se da cuenta, o sea, lo podemos 
sacar fácilmente de la protesta sin que el resto se dé cuenta", agrega.
¿"Repeler"? ¿"Sacar"? ¿O quiere decir "eliminar"? La referencia a un 
mejor ángulo desde una azotea sugiere el uso de francotiradores, pero 
Arria señala que no es necesario, porque los miembros armados de los 
"colectivos" y los Guardias Nacionales han estado disparando sin 
ocultarse y a corta distancia o a quemarropa. Después de todo disparan 
contra civiles desarmados.
"¿Por qué de repente cambian de una manera tan brutal la Guardia 
Nacional y los SEBIN a atreverse (a disparar) en público, cuando saben 
que los están filmando? Y tiros en la cabeza: eso es un asesinato. Ya 
nosotros estamos comenzando a documentar esto que, realmente, es una 
política de Estado, reprimir a toda costa".
Arria se refiere asimismo a las torturas a que han sido sometidos los 
detenidos, desde el joven al que le introdujeron en el ano el cañón de 
un fusil hasta choques eléctricos y baños de gasolina con amenazas de 
prenderles fuego, o a las mujeres colocarles bolas con alfileres debajo 
de los brazos.
"Ellos pensaron, creo yo, que si nos pegaban muy duro esto se iba a 
acabar rápidamente. Resulta que mientras más duro, más gente hay. Con el 
terror ha aumentado más bien la indignación y ha sumado a los que no son 
estudiantes".
"Porque esto comenzó con los estudiantes. Hoy en día es la familia 
venezolana la que se suma a las barricadas. Toda clase de gente. O sea, 
están sumando al país a la protesta. Que ya no es una protesta. Yo creo 
que estamos ya ante una insurrección".
Source: Escuela cubana de represión se extrema en Venezuela - 
http://www.martinoticias.com/content/escuela-cubana-de-represi%c3%b3n-se-extrema-en-venezuela/32402.html
 
 
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