10-02-2011.
Angélica Mora
(www.miscelaneasdecuba.net).- En Venezuela, la impotencia de la
oposición representada valientemente por un grupo de jóvenes en su
mayoría universitarios frente al gobierno de Hugo Chávez, ha hecho que
estos recurran a la medida extrema de una huelga indefinida
La desesperación ante un sistema de gobierno que no escucha razones
motiva que ciudadanos de diferentes países, sometidos a regímenes de
fuerza, recurran a la medida extrema de declararse en huelga de hambre
en una forma de protesta pacífica.
El recurso fue usado por Mohandas Karamchand Gandhi a principios del
siglo pasado en su lucha pacífica contra el imperio británico para pedir
la independencia de la India y se sigue empleando hoy, como un acto de
desobediencia civil contra las tiranías esparcidas por el mundo.
Llaman especialmente la atención los ayunos que realizan estos días
cubanos y venezolanos y donde se han producido dos hechos lamentables,
con las muertes en el 2010 del activista Orlando Zapata Tamayo en Cuba y
el ganadero Franklin Brito, en Venezuela.
En Cuba dos de los 11 presos políticos que se niegan al destierro
forzado acaban de protagonizar un ayuno, iniciado por la esposa de uno
de ellos.
La medida se llevó a cabo debido a que el gobierno de La Habana mantiene
en un limbo los destinos de estos y otros reos políticos a los que
excarcela según su conveniencia, usándolos como fichas políticas en su
juego con Washington y la Unión Europea.
En Venezuela, la impotencia de la oposición representada valientemente
por un grupo de jóvenes en su mayoría universitarios frente al gobierno
de Hugo Chávez, ha hecho que estos recurran a la medida extrema de una
huelga indefinida.
La protesta se inició el pasado 31 de enero y se mantiene frente a la
sede de la OEA en Caracas, para exigir la liberación de todos los presos
políticos de Venezuela.
Los universitarios exigen la liberación de todos los presos políticos y
atención inmediata, por razones humanitarias, de varios encarcelados que
presentan daños de salud por sus condiciones de detención política.
Los jóvenes piden especialmente que se le conceda libertad plena a la
jueza María Lourdes Afiuni y el cese de la persecución política contra
diputados, que incluso vulnera la inmunidad parlamentaria.
Entre los encarcelados hay cuatro diputados -Biagio Pilieri, José
Sánchez, Hernán Alemán, y el suplente Freddy Curupee- elegidos
recientemente en elecciones parlamentarias.
Los manifestantes amenazaron con "radicalizar la huelga " y coserse las
bocas en protesta si el secretario general de la OEA, José Miguel
Insulza, no accede a visitar Venezuela.
"Incumplió su promesa, no tiene palabra. Y de aquí no nos levantamos
hasta que el secretario de la OEA se monte en un avión y aterrice en
Caracas", dijo Germán Cortez, uno de los jóvenes huelguistas,
refiriéndose a una visita a Caracas que Insulza prometió, pero no ha
concretado.
De esta manera, en una sobrecogedora muestra de patriotismo, los
venezolanos se unen a los cubanos en pedir por la libertad de los oprimidos.
Las dos naciones tienen hoy en día hasta esto en común:
Las cárceles para los que se enfrentan a los gobiernos de Hugo Chávez y
los hermanos Castro; y las huelgas de hambre para protestar por los
abusos de las prisiones injustas.
Para los que disienten de los abusos de estos regímenes, las huelgas de
hambre son el último recurso para que por lo menos el resto del mundo
libre se entere y se motive ante las injusticias que se cometen a
espaldas de la Humanidad.
Los ayunantes, con esas protesta pacíficas, están forzando especialmente
a que se rompa el silencio y la indiferencia de los organismos
cómplices, que deberían pronunciarse frente a los presos políticos tanto
de Cuba como de Venezuela.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31239
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