Por Angélica Mora *
Analista
Texas
E.U.
La Nueva Cuba
Septiembre 29, 2009
¿Qué pasó Cuba, con la oportunidad que tuviste de utilizar el Concierto 
de Juanes para haber gritado LIBERTAD?
Según se ha dicho, era más de un millón de personas...y no había un 
millón de policías para haber cerrado un millón de bocas que hubieran 
podido haber gritado esa palabra.
¿Qué pasó, Cuba?. ¿De tanto no contar con ella te has olvidado que es y 
a que sabe? Te lo diré:
Es tu alma que es libre. Son las alas que te hacen volar, son tus pies 
que te pueden llevar a cualquier parte, es tu boca que puede gritar todo 
lo que se te antoje...incluso la misma palabra, hoy vedada para tí.
Libertad es una palabra mágica, que puede abrir, bajo su conjuro, las 
compuertas cerradas por más de medio siglo.
En ese millón de espectadores, casi todos ustedes eran jóvenes, nacidos 
bajo la revolución.
¿Es que no desean conocer otra cosa? ¿No quieren ser libres?
No entiendo como no aprovecharon para gritar esa palabra y estoy 
decepcionada porque pensé que lo iban a hacer, para iniciar grietas en 
los gastados diques que contienen las malolientes aguas de una 
dictadura. Una gerontocracia que no les inspira respeto sino abulia y 
que ha trancado todos los derechos del pueblo. Que ha asesinado a 
familiares de ustedes. Que ha obligado a partir al exilio a otros, que 
ha devorado a sus amigos y a ustedes mismos privándolos de lo más 
codiciado por el ser humano: la Libertad.
Habría sido impactante que en algún momento se hubiera alzado una voz. 
Una...En el conjuro de ese solo grito se habrían sumado otros y el coro 
habría sido imparable.
Espero, Cuba, que para otra vez será, ya que en esta ocasión hasta 
Juanes salió decepcionado y no se atrevió a suspender el concierto donde 
ni siquiera hubo paz para él mismo. Fue cobarde y no quiso detener todo 
y dar a conocer la farsa del sistema que lo persiguió con sus espías.
Se lo advertimos, pero sólo la realidad lo convenció que el régimen de 
La Habana lo había usado, como a tantos otros tontos útiles, que nunca 
aprenden.
Por todo esto, sigo soñando que realmente, para otra vez será, cuando 
también todas las esperanzas de ustedes se encuentren vencidas.
Espero entonces, que lances tu grito de LIBERTAD, antes que se te vaya 
la vida como tus padres y antes que ellos tus abuelos, que están 
muriendo sin poderla pronunciar a viva voz.
No pierdo la esperanza que tengo puesta en tí, Cuba, ese día sé que 
llegará. Habrá que esperar, un poco más...
LA NUEVA CUBA (28 September 2009)
http://www.lanuevacuba.com/archivo2009/Sep/angelica-mora-511.htm
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario