2 de julio de 2016

El lúgubre informe de la señora Bejerano

El lúgubre informe de la señora Bejerano
Los actos de corrupción no hacen sino aumentar
Viernes, julio 1, 2016 | Paulino Alfonso

LA HABANA, Cuba.- En la más reciente reunión del Consejo de Ministros
hubo una sola intervención interesante: la de la señora Gladys Bejerano,
contralora general de la República. A diferencia de los ministros,
Bejerano manifestó su preocupación por el continuo crecimiento de las
actividades delictivas detectadas en el 2015.

Hace unos meses, el mercado mayorista El Trigal fue cerrado –según se
dijo, "temporalmente" –, por haberse detectado serias irregularidades y
hechos delictivos.

Hace cerca, escribí aquí en CubaNet un artículo titulado "Sandokán, el
tigre de la falacia", donde narraba cómo fue que el primer administrador
de ese agromercado se hizo con cerca de 300 000 dolares.

En aquel momento lo nombré Sandokán para protegerlo a él y su familia,
porque yo no estaba dispuesto a ayudar de ninguna forma a los miñones
del régimen. Hoy, como ya todos están en tierras de libertad, les
explicaré la historia hasta donde la prudencia dicta.

¿Cómo llegó Juan Carlos Castell, que es el nombre real de Sandokán, a
este importante puesto? Muy fácil: de la misma forma que centenares de
administradores, con méritos "revolucionarios" tales como ser militante
del Partido Comunista, persona de confianza del Minint , cederista
destacado o haber sido avalado por la Contraloría Estatal de acuerdo
a su desempeño previo.

En el caso de Castell, demostró su "dedicado trabajo en el control de
los medios estatales", según consta en su expediente de cuadro del Partido.

¿Por qué ahora se hizo público el desfalco que cometió el sustituto de
Sandokán? Este cayó en la misma conducta delictiva que su antecesor,
aunque seguramente con menor botín. Pero para no hacer de esto un
culebrón, hago sintéticamente un corto introito, ya que conozco el tema
de primera mano.

A pesar de que anualmente se hace una verificación fiscal nacional por
parte de la Contraloría General, siempre se detectan casos de
corrupción que, en su mayoría, no se hacen públicos por ser del dominio
exclusivo del Ministerio del Interior (MININT).

No obstante el secretismo oficial, a veces se han filtrado informaciones
de algunos casos bastante escandalosos, como la malversación millonaria
del Jefe de Servicios Comunales del municipio Centro Habana y varios
incidentes detectados en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel que
involucran a dirigentes cubanos e inversionistas extranjeros.

Es tan alarmante el ritmo al que crece la corrupción que la señora
Bejerano se ha visto obligada a presentar un lúgubre informe al Consejo
de Ministros.

El origen real de estos hechos no es la asociación delictiva ni la
inobservancia de las normas de control, como relata en su informe Gladys
Bejerano. Esto es del conocimiento total del régimen, pero como lo
establecen los estatutos del Partido, este cae prisionero de su propia
trampa: el método centralizado con que el régimen selecciona a sus
funcionarios mediante la conocida política de cuadros del Estado y del
gobierno, rectorada por el Partido.

Esta política establece la obligatoriedad de que todos los cuadros
tienen que ser militantes del Partido o la Juventud Comunista y tener
una educación de media superior a superior.

Consideren que el 25% de la población cubana de entre 25 y 45 años tiene
grados escolares entre nivel medio o superior y verán por qué es que
muchos jóvenes ven en esta política una vía rápida para el
enriquecimiento personal y la posterior salida de Cuba, como ha quedado
demostrado últimamente.

No obstante verse compelida a reconocer este preocupante crecimiento de
los delitos de corrupción, principalmente en la agricultura y la
gastronomía, Gladys Bejerano dijo que este aumento se debe a "la
inobservancia continua de las normas de control"

palfonso44es@gmail.com

Source: El lúgubre informe de la señora Bejerano | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-lugubre-informe-de-la-senora-bejerano/

No hay comentarios:

Publicar un comentario