2 de julio de 2016

Damas de Blanco - espinas para la dictadura

Damas de Blanco: espinas para la dictadura
junio 28, 2016 4:26 pm por Yamilé Barges Hurtado

El Vedado, La Habana, Yamile Bargés, (PD) ¿Nos admiran a las Damas de
Blanco? Pues sí, el pueblo nos admira pero es incapaz de unirse a
nuestra lucha que saben es la suya propia ¿Por qué? El gobierno, para
ejemplarizar, nos utiliza para crear el terror: Es un preludio de lo que
les pasaría a ellos y sus familiares de seguir nuestros pasos.

Algunos han sido testigos alguna vez de como nos golpean, nos expulsan
de nuestros trabajos, nos persiguen hasta la saciedad. Nos han creado la
falsa imagen de ser "mercenarias al servicio de la mafia de Miami",
cuando la gran mayoría nos estamos muriendo de hambre.

Ahora les narraré mis vivencias que son leves comparadas con otras que
he visto dentro del movimiento. He visto casos que me han hecho derramar
lágrimas de impotencia. Nadie imagina el sufrimiento de estas valerosas
mujeres y a las torturas que somos sometidas.

Ingresé en el movimiento hace dos años, pero llevaba de lucha contra el
gobierno, sola, cinco años, a causa de una corrupción impenetrable que
culminó con la anulación de la escritura de propiedad de mi vivienda que
había adquirido legalmente y aun espero día a día, minuto a minuto ser
desalojada de la misma, lo que ha convertido mi vida y la de mi hija en
un verdadero infierno.

¿Qué me quedó entonces? Luchar contra los verdaderos culpables, los
Castros, responsables de todos los males que vive este pueblo.

Gracias a Dios supe donde se reunían las Damas de Blanco, las que me
acogieron solidariamente, y fue entonces que supe con gran alegría que
ya no estaba sola, pues podía contar con muchas mujeres hermanadas por
los maravillosos ideales de libertad y de justicia. Esto me dio fuerzas
para seguir adelante.

Inmediatamente fui citada por Seguridad del Estado. Me aplicaron la
estrategia de los políticos: adula al enemigo y lo dejaras sin acción.
Me ofrecieron mucho dinero con la condición de que trabajara para ellos
desde dentro del movimiento. Me prometieron resolver el problema de mi
casa. Si dejaba el movimiento nos financiaban a mi hija y a mí toda la
documentación para que saliéramos del país. Pero fallaron. Yo llegué a
las Damas de Blanco con ideales firmes y convencida de quién era el villano.

La guerra psicológica aumentó. Sacaron a mi esposo del juego, y me
creyeron debilitada: era una mujer sola, con su única hija, estudiante
en la Universidad de La Habana, donde cursa en la actualidad el cuarto
año de la carrera de Economía. Comenzaron injustamente a suspenderle
exámenes, algunos compañeros de aula la llaman disidente, la sometieron
a interrogatorio bajo amenazas y coacción, le fabricaron un novio con el
único fin de introducirse en mi casa.

Las visitas de los represores a mi puerta se fueron incrementando hasta
tornarse verdaderamente irresistible, situación ésta que aún persiste,
unida a las ya habituales y cada vez más crueles golpizas y detenciones
arbitrarias de que somos víctimas de manera impune dentro del
movimiento, las multas por desorden público, sin haber dicho una palabra.

No tengo ni carnet de identidad: los represores me lo robaron en una de
las detenciones.

Mi salud comenzó a quebrantarse. Me daba fiebre cuando me dirigía al
#Todos Marchamos, el estrés se apoderó de mí, me daban desmayos, mareos
y fui a dar a un hospital.

Esos síntomas los sufrimos muchas damas de blanco en diferentes fases.

Rápidamente me percaté que los médicos estaban manipulados por los
agentes de la policía política, viendo a algunos de estos represores en
los hospitales donde fui atendida.

Cambié de médicos, pero era inútil. Mediante un medulograma me
diagnosticaron cáncer, específicamente leucemia, por lo que tenía que
realizar un sin número de pruebas y tratamientos, todo planificado con
el único objetivo de desactivarme por completo del movimiento y por qué
no, del planeta. Decidí no acudir más al médico y vivir en la
incertidumbre. Al fin y al cabo, es mejor morir por voluntad de Dios que
asesinada a manos de los esbirros.

Este es mi caso, pero existen dentro del movimiento otros más extremos
que el mío.

Ahora comenzaron a amenazarme con desalojarnos de la casa, pero me dicen
que si dejo a las Damas de Blanco me darán una casa nueva, una vida
estable y dejarán de atacar a mi hija.

Tengo muy claro que el sistema capitalista es más económico que
político, ahora, lo que no entiendo es la gran ganancia que le pueda dar
Cuba a los Estados Unidos a cambio de aniquilar a casi todo un pueblo y
que la disidencia en general, perezca en manos del terrorismo
dictatorial. Lo que nos está haciendo la Casa Blanca es dispararnos una
bomba nuclear que ha sacado a la dictadura a flote ¡Y de qué manera!
Ponen como escudo el arte, mucha música y comicidad para que la
detonación no se escuche.

¿Qué más nos puede faltar? Solo lo saben ellos y su gran equipo de
sicólogos perversos.
yamilebarges@yahoo.com; Yamile Bargés, Dama de Blanco

Source: Damas de Blanco: espinas para la dictadura | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/damas-de-blanco-espinas-para-la-dictadura/

No hay comentarios:

Publicar un comentario