¿Para qué sirvieron tantos institutos?
Si echamos una ojeada a los resultados de todos esos centros de
investigación, obtendremos una interminable lista de fracasos
lunes, septiembre 28, 2015 | Paulino Alfonso
LA HABANA, Cuba – Hubo una época en que Fidel Castro, imbuido por su
mesías científico, el poco exitoso ingeniero en suelos André Voisin,
soñó que Cuba se convertiría en un vergel.
Muchos jóvenes, que serían los futuros científicos encargados de
materializar los sueños del Comandante en Jefe, fueron enviados a
estudiar a la Unión Soviética. A los que consideraba particularmente
talentosos, Fidel Castro los atendía personalmente. Entre ellos se
encontraba su hijo Fidel Castro Díaz-Balart, quien fue enviado a
estudiar energía nuclear, en el Instituto Kurchatov, para que dirigiera
la planta nuclear de Juraguá, en Cienfuegos, de la que hoy solo quedan
sus ruinas
El Máximo Líder creó cerca de 20 centros científicos, casi todos
relacionados con la agricultura, donde ubicó a los científicos a los que
ordenaría realizar las investigaciones sobre las ideas que a él se le
ocurrían. De esos centros hoy sobreviven 16.
Solo nombraré a modo de ejemplo varios que aún son parte del llamado
Polo Científico: el Instituto Cubano de Investigaciones de la Industria
Azucarera (ICINAZ), el Instituto Cubano de Investigaciones para el
Desarrollo de la Caña de Azúcar (ICIDCA), el ICA, dedicado al desarrollo
de la masa ganadera vacuna y porcina, el Instituto de Investigaciones
Avícolas, y el de investigaciones agrícolas, dedicado al desarrollo del
cultivo de frijoles.
Entre los otros once institutos restantes, hay algunos con nombres casi
impronunciables, como IPROYAZ y el INIDC (Instituto Nacional de
Investigaciones para el Desarrollo de los Cítricos).
Si echamos una ojeada a los resultados de todos estos centros de
investigación, obtendremos una interminable lista de fracasos. No
obstante, tal vez por alguna razón mística, estos centros han sido
mantenidos por más de cuarenta años.
Durante más de medio siglo, el régimen castrista no ha logrado un solo
éxito referente a la producción de alimentos y ha tenido que importarlos
de cualquier parte del mundo donde le otorguen créditos con facilidades.
Desde el año 2001 a la fecha, el régimen cubano habría invertido cerca
de 20 mil millones de dólares, fundamentalmente en los Estados Unidos,
en la compra de alimentos, si bien en los últimos años estas compras han
disminuido, de acuerdo a una fuente del Ministerio de Comercio Exterior
de obligatorio anonimato.
Se hace imperativo reflexionar y hacernos algunas preguntas. ¿Cuántos
institutos dedicados al desarrollo agropecuario había en Cuba antes de
1959? ¿Cómo es posible que por entonces en Cuba hubiera una res por cada
habitante, no hubiera racionamiento de alimentos y la producción
azucarera promedio fuera una de las más grandes del mundo?
En otros campos de la ciencia solo se han obtenido pequeños logros, pero
estos en modo alguno justifican la inversión hecha. Un ejemplo: Luego de
la costosa campaña publicitaria realizada sobre el Vidatox, obtenido del
veneno del alacrán y que supuestamente curaba el cáncer, fue desechado
por no pasar su categorización como medicina.
En lo único que han tenido éxito estos institutos agropecuarios ha sido
en su supervivencia durante tantas décadas, y en garantizar a algunos de
sus integrantes mesas bien servidas, viajes al extranjero, lujos y
privilegios que el pueblo no puede disfrutar.
palfonso44es@gmail.com
Source: ¿Para qué sirvieron tantos institutos? | Cubanet -
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