24 de septiembre de 2015

Nuestro Zaqueo

Nuestro Zaqueo
Disidencia, represión y "referencias bíblicas" durante la visita del
Papa Francisco a Cuba
Arnaldo M. Fernández, Broward | 24/09/2015 9:24 am

Uno de los miles y miles de activistas de la Unión Patriótica de Cuba
(UNPACU) protagonizó en La Habana un episodio histórico de connotación
bíblica. El Zaqueo del Nuevo Testamento se encaramó a un sicomoro para
ver a Jesucristo a su paso por Jericó (Lucas 19). Nuestro Zaqueo Báez
Guerrero rompió 5 o 6 cordones de seguridad para encaramarse en el
Papamóvil, a su paso por la plaza cívica, y decir "la verdad y gritar
libertad", como aseveró el líder de UNPACU, José Daniel Ferrer, quien
valoró este ademán así: "La pusimos buena con Zaqueo".
Dicen que Jesús instó a Zaqueo a bajarse del árbol e incluso se alojaría
en su vivienda. Zaqueo donó entonces la mitad de sus bienes a los pobres
y Jesús concluyó: "Hoy ha venido la salvación a esta casa (Lucas 19:9).
El cuento de nuestro Zaqueo es más largo.

La importancia de llamarse disidente
Ya en su carta abierta al Papa Francisco, que este leyó con toda
seguridad, Ferrer había sentado que los activistas de UNPACU y otras
fuerzas vivas de la sociedad civil independiente "desean asistir, con
disciplina y respeto, a sus misas, pero la policía política secreta se
lo impedirá". Así fue y nuestro Zaqueo vino a confirmarlo. Como estampa
viva del pueblo cubano, dijo en un tilín la verdad al Papa, quien atinó
a comprenderla. No en balde soltaría en la misa el contundente mensaje
de que "nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas,
sino que se sirve a las personas". Enseguida marchó a casa de Fidel y
más tarde se reunió con Raúl.
Los segurosos "arrancaron" a nuestro Zaqueo de los brazos del Papa
Francisco, luego de que el jefe de la guardia suiza, según la blogósfera
cubiche, permitiera que "hablara con el Sumo Pontífice, [quien] le dio
la bendición". Antes de ser reducido por los segurosos —con brutalidad
nunca vista en el mundo libre, donde la policía invitan gentilmente a
deponer actitudes— nuestro Zaqueo lanzó al aire unas octavillas. La
gente se mostró ávida por leerlas, pero no pudo hacerse de ellas, porque
algunos segurosos se rebajaron a barrenderos para recogerlas todas e
impedir que llegara al pueblo la verdad escrita de nuestro Zaqueo.
Su verdad oral, en cambio, llegó al Papa Francisco y bastó para que este
no alterara su agenda original de "no dar audiencias a nadie" al efecto
de reunirse con líderes de la oposición. Ya sabía todo lo que debía
saber gracias a nuestro Zaqueo. El gobierno mandó a Ricardo Alarcón a
que tergiversara en NBC con que "el Papa es un hombre muy ocupado y no
puede perder el tiempo con personas y temas que no son importantes".
Sin embargo, oponerse a la dictadura castrista es más que suficiente
para ser importante y tal importancia consta bien acreditada con los
premios Sajarov y otros muchos, amén de que los líderes opositores
ocupan espacios de suma importancia en diversos medios y algunos hasta
rinden testimonio ante el Congreso estadounidense, adonde van a
escucharlos numerosas figuras de la política y la economía, la academia
y demás ramas de la cultura.

Tribulaciones y milagros
Otro episodio nada bíblico enturbió el paso del Sumo Pontífice por La
Habana. Personalidades importantes de la oposición fueron detenidas por
los segurosos luego de que el secretario del Nuncio Apostólico tuviera
la ocurrencia de invitarlas, nada menos que por teléfono, para que
dieran la bienvenida al Papa Francisco en la Nunciatura y la Catedral.
Si se trataba de estar próximo a su Santidad era necesaria una
credencial impresa, como Dios manda, porque para verlo en medio de la
multitud desde una acera no se precisa invitación alguna.
A la postre, nuestro Zaqueo encarnó el milagro de atravesar los cordones
de seguridad e hizo temblar a la dictadura. Aunque fue internado en las
tenebrosas mazmorras de 100 y Aldabó, la dictadura temblorosa e igual de
temerosa tendrá que soltarlo, como antes tuvo que hacerlo con Andrés
Carrión, el feligrés que profirió el enjundioso mensaje ¡Abajo el
comunismo! al filo de la misa que oficiaría el Papa Benedicto XVI en
Santiago de Cuba el 26 de marzo de 2012. Ya en agosto pasado, nuestro
Zaqueo quebró la barrera represiva con una huelga de hambre de nueve
días que forzó a las autoridades a liberarlo de su encierro en el vivac.
El Dr. Juan Antonio Blanco percibió aun otro milagro. Al dar la
bienvenida en Holguín al Papa Francisco, el joven católico Leonardo
Fernández profirió "el grito de los excluidos" con la esperanza cifrada
en cambios profundos que transformen a Cuba en "un hogar para todos sus
hijos, piensen como piensen y estén donde estén". Como este joven
proviene del Centro Cultural Félix Varela y nuestro Zaqueo es líder de
la cédula Félix Varela de UNPACU, estos milagros pudieran ser aquellos
que vienen buscándose para beatificar por fin al Padre Varela.
A la tercera, la vencida
Justamente en el Centro Cultural Félix Varela, el Papa Francisco largó a
los jóvenes: "Están soñando y también haciendo ya realidad el mañana de
Cuba". Nuestro Zaqueo expresa idéntico sentido, pero con más urgencia,
como preferían Ferrer, Berta Soler y otros líderes opositores: que el
Papa se reuniera con ellos, siquiera unos minutos [ya nuestro Zaqueo
mostró cómo condensar el mensaje del pueblo sufrido], y enfilara sus
homilías contra el régimen oprobioso de los Castro.
Y es que las terceras visitas siempre traen al recuerdo del pueblo
cubano, tan apegado a la fe católica, aquella "advertencia que les hice
en mi segunda visita: cuando vuelva, seré implacable con los que
pecaron" (2 Cor 13:2). De ahí que la oposición enfocara con luces largas
esta tercera visita de un vicario de Cristo a Cuba en menos de dos
décadas. A la mediación del Papa entre La Habana y Washington debía
seguir, como apuntó Yoani Sánchez en su diario hecho en Cuba, su
verdadera "mediación histórica: entre el Gobierno cubano y su propio
pueblo".
Que no haya sucedido así no es otra cosa que la confirmación de que los
caminos del Señor son inescrutables. Lo que sí no cabe pensar que este
vicario de Cristo se congraciara con Jaime Ortega, su mensajero personal
a Castro y Obama, después que el cardenal cubiche se atrevió a declarar,
pese a tres listas que rondan por ahí, que no hay presos políticos en
Cuba, como para vanagloriarse de haber mediado en la liberación de más
de 50 en 2010 y fungido como la quinta rueda del carro en el pacto
Obama-Castro para que salieran más o menos 53 en 2014.
Nuestro Zaqueo vino a recordarnos que no se trata de liberar a unos
cuantos hoy y otros mañana, sino de ponérsela buena al que sea. Y como
el Papa Francisco dijo clarito que se sirve a las personas, este domingo
vamos todos a marchar por la amnistía. ¿Qué hacemos con que excarcelen a
Ángel Moya si no puede salir del país? Y así seguirán los domingos de la
defensa de esas personas bien identificadas como presos políticos, sean
quienes sean. Como dijo Jesús al respecto de Zaqueo: "Él es también hijo
de Abraham" (Lucas 19:9).

Source: Nuestro Zaqueo - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/nuestro-zaqueo-323707

No hay comentarios:

Publicar un comentario