Desde mi ventana gris
noviembre 29, 2014 5:19 am·
Cuba actualidad, Guatao, La Habana, (PD) En los países cerrados todos 
los ciudadanos tienen temor a emitir cualquier tipo de criterios. Unos 
de los temas más decisivos para una sociedad (de cualquier tipo) deben 
ser las políticas públicas que tomen los gobiernos con relación a la 
economía doméstica que regirá la mesa de sus gobernados.
Pero, cuando se ha castigado durante tantos años a quienes levantan su 
voz y emiten criterios, críticas o sencillamente disienten del 
emperador, el resultado es nefasto. La pérdida del tan útil diálogo 
social y el debate público, da lugar al nacimiento de ciudadanos 
indolentes, y el difícil síntoma de la enfermedad cuasi crónica que 
afecta tanto, la apatía colectiva y hasta personal.
Una de las frases más importantes e ingeniosas del profesor Ludwig von 
Mises, para romper la inercia en la opinión pública económica y de su 
gremio, o sintomatología del economista neutral, fue descubierta por 
Murray Rothbard hace varios años. En tal sentido, Rothbard llama la 
atención sobre lo que escribió Mises:
"Un economista investiga si una medida a puede producir el resultado p, 
para cuya consecución ha sido recomendada, y descubre que el resultado 
de a no es p sino g, que todos, incluidos los partidarios de la medida 
a, consideran indeseable. Si nuestro economista expone el resultado de 
su investigación afirmando que a es una mala medida, no está emitiendo 
juicios de valor. Se limita a decir que desde el punto de vista de 
quienes desean alcanzar el objetivo o la medida a es inadecuada."
Excelente justificación para los economistas espantapájaros que aún se 
abstienen de criticar en Cuba el desahuciado sistema económico 
socialista de economía planificada o despilfarrador que hemos tenido 
durante décadas.
Mises insiste en que el economista no es un político: " El economista no 
dice que la interferencia del gobierno en los precios de un artículo es 
improcedente, mala o inviable. Lo que dice es que tales interferencias 
no mejoran sino empeoran las condiciones, desde el punto de vista tanto 
del gobierno como de quienes respaldan las interferencias."
Si alguna frase inteligente aprendimos a fuerza de palos hace años, era 
que no importaba lo que pedíamos, sino en la forma en que lo pedíamos.
Los economistas cubanos después de leer estas encomiables sugerencias y 
análisis del profesor Mises, pienso y creo que, tienen la palabra, sin 
la temerosa necesidad de emitir juicios valorativos. Tienen la enorme 
responsabilidad de convencer a quienes controlan casi todo desde sus 
burocráticos autos y sillones.
¡Saludos desde el socialismo salvaje!
Para Cuba actualidad: joisygarcia@gmail.com
Source: Desde mi ventana gris | Primavera Digital - 
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