10 de febrero de 2014

Reformas de Raúl nos convierten en piojos

Reformas de Raúl nos convierten en piojos
Ayer, pobres parásitos del Estado. Hoy, cada medida "aperturista" nos
obliga a ser parásitos de nuestros parientes emigrados
miércoles, enero 29, 2014 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba.- El anuncio de nuevos servicios de correo electrónico y
navegación en Internet que acaban de hacer público directivos de ETECSA,
ratifica la tendencia del régimen a diseñar cada medida de sus "reformas
aperturistas" teniendo siempre como objetivo a los cubanos de la
diáspora. No se ha producido aquí en los últimos tiempos ni una sola
apertura de carácter económico que no se base en el dinero de cubanos
emigrados y cuyo éxito no dependa íntegramente de ellos.

La circunstancia es paradójica: aquellos a quienes nuestros caciques
obligaron a huir del país se han convertido no solamente en una de las
principales fuentes de sustento económico para su poder, sino además en
el puntal de la nueva estrategia política con que hoy pretenden limpiar
su imagen ante el mundo.

Cualquier observador menudamente despierto podría tomar el dato como
clave para comprender el fracaso de la revolución. Y no sólo. También
para corroborar la naturaleza ultrajante de las llamadas reformas
raulistas, delineadas para manipular a la opinión internacional,
mientras exhiben menosprecio e irrespeto hacia los cubanos, tanto si
viven fuera como dentro de la Isla.

¿Debiéramos entonces rechazar la medida? Cada cual con su cuero hace
tambores. Yo la apruebo, a pesar de los pesares. Y de acuerdo con las
primeras reacciones que he observado en mi entorno, parece que hay
muchos en mi caso.

Ello conduce a otra paradoja: de la misma forma en que nuestros caciques
adaptaron a la gente a depender casi absolutamente de su tutoría, hoy,
ya que la crisis sistémica les impide continuar asumiéndonos como hijos
bobos, le pasa la papa caliente a la emigración. Pero, ojo, sólo en lo
que respecta a la dependencia económica, sin soltar prenda en lo
político, y contando a priori con que los de aquí y los de allá haremos
la pala para el cambio sin cambios que proyectan.

Un amigo, con quien conversaba sobre el asunto, comentó en chanza que lo
mejor que ahora mismo podría hacer el presidente Obama para apoyar
nuestros anhelos de democracia y progreso, es firmar un excepcional
decreto disponiendo aumentos salariales para todos los cubanos que
residen en Estados Unidos.

Es una broma que también contiene paradoja, y muy seria. Gracias a ese
delirante decreto firmado por Obama, emigrantes y exiliados podrían
seguir siendo el sostén de la "apertura" raulista, la cual, más temprano
que tarde, se volverá contra el propio régimen, pues, cada medida, por
mínima y mediocre que sea, abre una rendija por la que la gente de aquí
mira, explora y conoce el mundo real, algo que sin duda terminará
cambiando sus expectativas.

Ello, claro está, no debe impedirnos visualizar una última paradoja, o
dos, las más tristes:

1) Le ronca el mango que luego de enfrentar el drama que implican la
emigración o el exilio, uno tenga que romperse el lomo del otro lado
para proporcionarle hasta lo mínimo indispensable a los parientes que se
quedan acá. 2) Le traquetea esta metamorfosis que se nos ha impuesto a
los cubanos de adentro: de míseros parásitos del Estado a inútiles
parásitos de nuestros seres queridos.

Ya sabemos que los cubanos del futuro no serán como el Che, pero
¿podremos evitar a tiempo que seamos como piojos, después de haber
permitido que el parasitismo se convierta en un rasgo de nuestra
identidad nacional?

Source: Reformas de Raúl nos convierten en piojos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/reformas-de-raul-nos-convierten-en-piojos/

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