Cuba empantanada: ideas para avanzar
El castrismo encerró generaciones enteras y les negó la posibilidad de
desarrollar sus propias respuestas y soluciones a los problemas cotidianos.
Joan Antoni Guerrero Vall
agosto 15, 2013
Richard P. Feynman fue un científico norteamericano premiado con el
Nobel de la Física por sus avanzadas investigaciones en el terreno de la
electrodinámica cuántica. No fue solo un científico enclaustrado en su
laboratorio y tuvo interés en el mundo que le rodeaba. Algunas de sus
apreciaciones sobre conceptos como la libertad, y la relación de esta
misma libertad como elemento fundamental para el progreso, son realmente
interesantes. Aplicado al caso que nos ocupa habitualmente en este
espacio, resultan del todo inspiradoras y aleccionadoras.
En una de sus conferencias pronunciadas en 1963 en Washington el
científico abordó el anquilosamiento de ciertos modelos de sociedad,
aquellos contextos en los que el hombre se encontraba anclado al
empecinarse a abrazar ideas que resultan ser trampas letales para el
progreso, aquellas que no dejan margen a la duda, ni al cambio ni a una
mínima renovación. Esos dogmas a los que tantos humanos se sienten
atraídos porque les ahorran de esta manera la tarea diaria de pensar y
que no admiten interrogante alguno. Siempre será más fácil aprenderse un
credo que lidiar con la incertidumbre diaria.
"El pasado tiene miles de años, y hay un montón de tiempo desconocido en
el futuro", dijo entonces el científico, para quien "hay oportunidades
de todo tipo, y hay todo tipo de peligros." Recuerda que "el hombre se
ha parado con anterioridad cuando se han parado sus ideas" y "se ha
encontrado empantanado durante largos períodos de tiempo." Así que
prosigue exclamando: "No vamos a tolerar esto. Deseo libertad para las
generaciones futuras: libertad para dudar, para desarrollarse, para
proseguir la aventura de descubrir nuevas formas de hacer las cosas, de
resolver problemas."
Qué mejor ejemplo sobre parálisis que el que presenta la Cuba actual,
anclada en esa eterna batalla absurda por una supuesta Revolución que
pospone ad infinitum el alcance de sus objetivos cuando su único sentido
real es el mantenimiento del poder. Esa revolución extraña, que no da
lugar a nada y menos a lo que pregona y promete porque es solo una
excusa de los que mandan y quieren seguir disfrutando de sus privilegios.
Tal parece que Feynman hubiese pensado en la Cuba del 2013 cuando
pronunció estas palabras un lejano 1963: "¿Por qué intentamos resolver
problemas? Acabamos de empezar. Tenemos un montón de tiempo para
resolver los problemas. La única forma que hay que nos podamos equivocar
es que, en la impetuosa juventud de la humanidad, decidamos que ya
conocemos la respuesta. Eso mismo. Nadie no podría pensar ya en ninguna
otra cosa. Y así nos empantanaríamos. Confinaríamos al hombre a la
imaginación limitada de los seres humanos actuales."
El castrismo encerró generaciones enteras y les negó la posibilidad de
desarrollar sus propias respuestas y soluciones a los problemas
cotidianos. Es por ello que siguen dirigiendo el país una generación
anciana, anquilosada y que se creyó poseedora de la verdad absoluta,
secuestró la Cuba de 1959 y, lo que es peor, la Cuba futura, machacando
y pateando la savia nueva para seguir imponiendo la voluntad de unos
cuantos.
A esa generación de viejos castristas se les debería recordar las
palabras de Feynman: "No somos tan inteligentes. Somos estúpidos. Somos
ignorantes. Tenemos que mantener un canal abierto. Creo en un gobierno
limitado. Creo que se tendría que limitar el gobierno de muchas formas
(…). Ningún gobierno tiene el derecho de decidir sobre la verdad de los
principios científicos, ni de prescribir de ninguna forma el carácter de
las cuestiones investigadas. Ni tampoco ningún gobierno puede determinar
el valor estético de las creaciones artísticas, ni limitar las formas de
expresión literaria y artística. Ni se tendría que pronunciar sobre la
validez de doctrinas económicas, históricas, religiosas o filosóficas.
Al contrario, tiene el deber hacia sus ciudadanos de mantener la
libertad, de permitir que estos ciudadanos contribuyan a la aventura y
al desarrollo futuros de la raza humana."
Feynman, un hombre claro, nos deja pues una idea fundamental para
entender lo que es imprescindible para el futuro y el progreso humanos.
Ningún gobierno puede establecer límites a esa aventura de los
ciudadanos que quieren participar del desarrollo. Hasta que Cuba no se
saque de encima esa inercia revolucionaria integrista, un futuro mejor
no parece que vaya a ser posible.
Source: "Cuba empantanada: ideas para avanzar" -
http://www.martinoticias.com/content/article/26426.html
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