28 de julio de 2013

El Papa habla de política

El Papa habla de política
YAXYS CIRES DIB | Madrid | 28 Jul 2013 - 5:40 pm.

Según Francisco, se debe rehabilitar la política como la forma más alta
de la caridad. ¿Llegará el mensaje a Cuba?
Ayer sábado el Papa Francisco pronunció un discurso de gran
trascendencia. Fue sobre la necesidad y a la vez urgencia de que la
política y la economía sean impregnadas por una visión humanista
integral o cristiana.

¿Cuáles han sido los ejes centrales de la propuesta del Papa?

Para el Papa el servicio público requiere un paradigma cultural y
político. Lo que puede interpretarse a la luz de los acontecimientos y
tendencias de los últimos años como un llamado a no dejarse arrastrar
por la "dictadura de las mayorías coyunturales", por el pragmatismo
político absoluto, o simplemente por la oposición frontal sin proponer
soluciones concretas.

Un paradigma se configura precisamente con una serie de propuestas
reales inspiradas en determinados principios y valores; propuestas, que
en el ámbito político deberán hacerse realidad en las leyes y las
políticas públicas al servicio de los intereses generales de los
ciudadanos, teniendo en cuenta a las mayorías y a las minorías, pero que
a la vez deben ir acompañadas de una mística o forma de actuar
democrática, humilde y honrada.

Para el Papa, "el futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política
(…) que es una de las formas más altas de la caridad". Francisco ha
reconocido en estos últimos días la pérdida de confianza en las
instituciones, como expresión de la crisis general en que está sumida la
política a causa de la corrupción rampante y el egoísmo. Por ello habla
de rehabilitarla. Pero también, ante el constante desprecio de la
política como algo "sucio" o "cochino", el Papa reafirma que ésta es una
de las formas más altas de la caridad, es decir del servicio y el amor a
los demás.

Esa actividad política ha de tener como unos de sus fundamentos la
inclusión económica, que está conectada con la solidaridad y la justicia
social: "El futuro nos exige también una visión humanista de la economía
y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las
personas, evite el elitismo y erradique la pobreza".

¿Cómo debe ser la actuación de los políticos, especialmente de los
dirigentes?

En primer lugar, según el Papa, deben "tener objetivos concretos y
buscar los medios específicos para alcanzarlos", pero evitando la
tristeza y el desanimo cuando esos objetivos no se pueden alcanzar. Así,
el Papa propone "la dinámica de la esperanza".

Para el Papa, el político debe ser un hombre o una mujer capaz de
discernir y hacerlo pensando en el bien común: "elegir la más justa de
las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia
responsabilidad y el interés del bien común".

Debe ser una persona abierta a la crítica, que se someta a la evaluación
o escrutinio: "Quien actúa responsablemente pone la propia actividad
ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios". Ese es uno de
los principios de la responsabilidad social, según el Papa.

Debe ser una persona dialogante. Afirma que el humanismo integral debe
ir acompañado del "diálogo constructivo". El diálogo como método en
contraposición a la indiferencia y a la protesta violenta.

Sin embargo, ese diálogo, que es método y no fin, no debe conducir a
mantener el statu quo o servir a la trampa de los espejismos o del
gatopardismo. El diálogo que el Papa propone encuentra sentido en el
marco del pluralismo y la contribución: "es imposible imaginar un futuro
para la sociedad sin una incisiva contribución de energías morales en
una democracia que se quede encerrada en la pura lógica o en el mero
equilibrio de la representación de intereses establecidos".

Finalmente el Papa confirma que el humanismo integral debe tener en
cuenta el principio de "laicidad del Estado". Es una forma clara de
evitar cualquier presencia incorrecta o anticuada de la propuesta en la
modernidad. Por ello resume la dinámica de las relaciones Iglesia-Estado
en la necesidad de que este último "sin asumir como propia ninguna
posición confesional, respeta y valora la presencia de la dimensión
religiosa en la sociedad, favoreciendo sus expresiones más concretas".

¿Llegará el mensaje del Papa a Cuba?

Estas palabras y propuestas del Papa sobre la política —no han sido las
únicas en estos días— fueron pronunciadas en el marco de la Jornada
Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, donde se encuentra una
delegación de 54 jóvenes cubanos.

La agencia católica ACI Prensa, tuvo la oportunidad de dialogar con
algunos integrantes de la misma, quienes —según cuenta este medio—
"prefirieron no dar sus nombres porque, dijeron con preocupación, 'no
podemos hablar'".

De hecho, según ACI Prensa, "una de las peregrinas explicó que 'lo que
pasa es que nosotros venimos a participar de una jornada, a hacer parte
de esta gran manifestación de la Iglesia y al final siempre (los
periodistas) terminan mezclando todo con la política'".

Más allá de la libertad que cualquiera tiene a opinar o no sobre algo,
lo que se cuenta en la noticia evidencia más bien que alguien —quien
presuntamente orientó no hablar— pareciera no haber entendido nada del
mensaje del Papa Juan Pablo II en La Habana ni del que está dando el
Papa Francisco.

En todo caso, ello es reflejo de la realidad cubana, donde la
participación política de los laicos con un discurso humanista integral
o cristiano no se potencia y a veces ni se desea. Lo preocupante es que
la ausencia de este compromiso limita las posibilidades de que en el
debate político cubano se tomen en consideración, por medio de la labor
independiente de los laicos, los principios y valores que la Iglesia
católica en particular y el cristianismo en general representan y deben
propugnar como parte de su vocación y misión, y que ciertamente son algo
positivo para el pueblo cubano.

Source: "El Papa habla de política | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1375026004_4420.html

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