Raúl vs. Fidel
Martín Guevara ~ Mayo 13, 2013
Creo que lo mejor que podía pasar en Cuba es lo que está pasando con los
tímidos pero significativos cambios de Raúl, con algunas variantes que
cualquier disertante introduciría desde luego, pero ello no dota al
General de Ejército precisamente de autoridad moral para hacerlos, ya
que Raúl no fue un disidente ni siquiera un actor más del proyecto
marxista leninista, en el Buró Político ni en ninguna instancia de la
"Involución".
En su favor cuenta el hecho de que el contraste que existía entre las
FAR, la cual era su coto experimental, y casi cualquier otra
organización en cuanto a la adhesión de los pies en la realidad, en
cuanto a simpatía reflejada en el afecto del pueblo. Era algo palpable
cada día, era frecuente ver un teniente coronel de las FAR durmiendo en
una guagua de vuelta a casa absolutamente despreocupado de su entorno,
incluso sintiéndose protegido, o en su side-car dando un aventón a
cualquiera en el barrio, sin embargo ver lo mismo, incluso unos tres
grados militares más abajo, en el MININT o en cuadros ministeriales o
del PCC comportaba sencillamente una entelequia.
Además las FAR depredaba lo que producía. Vivieron en una realidad
diferente al resto del país, más saneada económicamente durante gran
parte de todos aquellos años de subvención soviética, sabían producir lo
que precisaban en viandas, avituallamiento, enseres de primera
necesidad, por supuesto no en industria de tipo semi ni pesada, ni
armamentista. Yo mismo trabajé en una empresa como civil de las FAR y
me place atestiguar esto.
Ninguno de estos cambios están hechos en contra de Fidel como algunos
quieren que parezca, para tener un novísimo líder, un flamante
revolucionario, el disidente Raúl.
Esto es un plan en el que Raúl toma el riesgo como figura que comanda el
cambio, de quedar para la posteridad bien, regular o pésimo, eso se verá
con el devenir de los acontecimientos, pero Fidel se reserva un sitio ya
perenne en la Historia, de líder excesivamente cruel para algunos, de
dictador personalista para otros o de un espectro que se mueve desde lo
pseudo hasta lo revolucionario, para sus simpatizantes.
El hecho de que yo aplauda a Raúl por hacer lo que estimo lo más
correcto en el estado de las cosas, no borra su historia en absoluto. El
hombre que te eliminaba si planteabas simpatía por otra letra del
abecedario que la "A", es el mismo que ahora asegura que su política es
la "Z" y te conmina inquietantemente a simpatizar con ella. Pragmatismo
mediante, está muy bien, pero claro, muy serio no es. Como cuando su
autocrática más profunda al acordar el fusilamiento a su amigo y
subordinado Arnaldo Ochoa, por no percatarse él como su responsable
inmediato en absoluto de los trapicheos que se le adjudicaron de manera
muy poco transparente en un juicio sumarísimo y repleto de
irregularidades, fue aquel "Me miré en el espejo y vi lágrimas en mis
ojos!" que nos dejó atónitos a tantos, ya que todos esperábamos un "lo
siento por no haber sido vigilante", o un "yo que soy su inmediato
superior tengo la máxima responsabilidad por sus actos, me inmolo o
pongo mi cargo a disposición" o bien "este harakiri lo dedico a la
hinchada que me ve por la TV".
Bueno la verdad es que eso no lo esperábamos nadie. Raúl no era japonés.
Y por favor que no se preocupe nadie por los futuros cargos o puestos,
ya los obsecuentes de turno tienen todo copado desde hace buen rato.
La nieta de Mao es una de las mujeres más ricas de China, la hija de Dos
Santos es la mujer más rica de Angola, el hijo de Fidel gana torneos de
golf en Varadero contra jugadores ingleses, la hija de Raúl cada vez
pide más visas para entrar a EEUU, al final nos harán sospechar que las
revoluciones se hacen para cambiar de manos el vil y sin embargo tan
perseguido y ponderado metal.
Veremos de aquí a unos lustros en que andan los grandilocuentes "Patria
o muerte" de ayer y de hoy (de hoy ya cada vez menos), veremos si
estarán en la Sierra Maestra o en el Escambray combatiendo esta vuelta
al capitalismo, esta vil traición, o si estarán montados en el dólar
como aquellas hijas y nietas de aquellos dirigentes acérrimos, del mismo
modo que hoy lo están en el poder.
Porque tengamos bien claro una cosa, lo que define el ser de izquierdas,
el ser progresista, contestatario, no es la autodenominación, como todo
en la vida es una cuestión de hechos no de palabras, quienes ostentan el
poder reprimiendo y viviendo a cuerpo de rey son la derecha lo pinten
como lo pinten, y quienes de alguna manera intentan equilibrar esa
balanza, son todo lo demás, aunque como con el ardid del poli bueno y el
poli malo, ahora habrá quien intente hacernos ver que Raúl liberó a Cuba
de ls garras de Fidel.
http://opinion.infobae.com/martin-guevara/2013/05/13/raul-vs-fidel/#more-251
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