La salud, locomotora de la economía cubana
Fernando Ravsberg / junio 7, 2013
Los 40 000 colaboradores de la salud cubanos que trabajan en 60 países
se han convertido en la principal fuente de ingresos de Cuba. Aportan
unos U$D 5 mil millones al año, cifra que supera ampliamente al turismo,
las remesas familiares o el níquel.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba,
actualmente el contingente de cooperantes incluye a 15 mil médicos, 2300
oftalmólogos, 15 mil licenciados, 5000 técnicos de la salud y 800
personas de servicio.
El trabajo de los que prestan servicio en Venezuela permite que Cuba
reciba a cambio 100 mil barriles diarios de petróleo. Pero hay también
cooperantes en otros países de la región, unos 4000 en África, más de
500 en Asia y Oceanía y 40 en Europa.
El atractivo de los médicos cubanos para muchos países del Tercer Mundo
es que están dispuestos a trabajar en lugares que los nacionales evitan,
como los barrios marginales o en las zonas rurales de difícil acceso,
donde el poder adquisitivo de las personas es mínimo.
75 mil médicos
En 1959 Cuba contaba con apenas 6000 médicos, la mitad de los cuales
emigraron. La crisis sanitaria que se derivó le planteó al nuevo
gobierno la necesidad de formar galenos de forma masiva. Medio siglo
después tienen 75 mil, uno cada 160 habitantes.
Se logró convirtiendo a todos los médicos en profesores, abriendo
facultades de medicina en todo el país y priorizando el acceso de
estudiantes a este sector. Todo facilitado por la gratuidad de una
enseñanza en la que no se paga ni siquiera los libros.
Pero pesar de la escasez de médicos, en 1963 salió la primera misión de
cooperantes de la salud a Argelia para apoyar a los guerrilleros que
acababan de lograr la independencia. Eran los primeros de los 130 mil
colaboradores que han trabajado en 108 países.
En un comienzo, los servicios médicos cubanos en el exterior fueron, en
su mayoría, gratuitos. Es a partir del intercambio con Venezuela que
Cuba empezó a recibir beneficios y el gobierno de Raúl Castro extendió
esa política a todo el mundo.
El tema es uno de los muchos que han dividido a Cuba y EEUU, al punto de
que Washington tiene un programa que facilita las visas para los médicos
cubanos que estén trabajando en un tercer país. Esto explica que La
Habana sea tan parca a la hora de informar sobre sus acuerdos con cada
nación.
Según fuentes oficiosas, en Venezuela se pagaban los servicios por
consulta y la más barata costaba, en el 2008, unos U$D 8. Aseguran que
en el hospital cubano de Qatar los precios son altísimos mientras que
Sudáfrica pagaría unos U$D 7000 mensuales por cada galeno.
Los incentivos
La gran fuente de voluntarios entre los médicos se debe a motivaciones
de orden profesional, humano y también económico porque los salarios de
los cooperantes son muchísimo más altos que los de los que trabajan
dentro de Cuba.
El Ministerio de Salud Pública eludió hablar del tema con nosotros y
varios médicos nos aseguraron que necesitan su autorización para
conceder entrevistas. Finalmente dos doctoras aceptaron conversar de
forma anónima.
No es extraño que entrevistáramos dos médicas porque el 64% de los
cooperantes cubanos de la salud son mujeres. "Alicia" estuvo 7 años en
Venezuela y, a pesar de estar ya jubilada, nos dice que "si me
propusieran regresar aceptaría sin pensarlo".
"Me motivó la atención de diabéticos porque padezco esa enfermedad,
empecé en la Misión Milagro con la gente que perdía la visión por esa
causa", nos cuenta la doctora y agrega que "también buscaba una mejora
económica porque el salario no me alcanzaba".
"Yo llegué a Venezuela ganando 400 bolívares pero nos fueron subiendo y
antes de regresar ganaba 1400", nos cuenta y agrega que, mientras dura
el voluntariado, "en Cuba te ponen más dinero en tu cuenta bancaria y
nos dan una tarjeta para comprar en algunas tiendas de divisas con un
30% de descuento".
Recuerda que "trabajé con el pie diabético, atendimos y dimos
seguimiento a más de 500 casos y solo hubo que amputar a 10. Fue una
experiencia maravillosa, son cosas que uno nunca olvida, eran gente
pobre pero todavía algunos me llaman a Cuba".
¿A Brasil?
"Juana" tiene 35 años y es Médico de la Familia en Cuba, recién graduada
dejó a su esposo e hija durante 4 años para trabajar en Venezuela. Sus
motivaciones fueron desarrollarse profesionalmente, conocer mundo y
resolver su situación económica.
"Estaba recién graduada y no tenía absolutamente nada, gracias a la
misión amueblé toda la casa". Ahora tiene la posibilidad de volver
viajar, "el Ministerio hizo un llamado para trabajar en Brasil en unas
condiciones mucho mejores que las de Venezuela".
Recientemente Brasilia intentó contratar 6000 galenos cubanos pero el
colegio médico protestó. Aducen que están mal preparados, a pesar de que
la OMS ubica al sistema de salud de Cuba en el puesto 39 a nivel mundial
mientras que Brasil ocupa el lugar 125.
En los 5 continentes
Cuba logró formar tantos galenos como para que Fidel Castro creara las
casas del Médico de la Familia, repartidas por todos los barrios y
pueblos como primer escalón de atención antes del policlínico y del
hospital.
Este es el programa más afectado por la salida de médicos al exterior.
El cierre de algunas de estas casas de salud molesta a la población
porque los aleja del galeno, provoca una mayor concentración de
pacientes y aumenta los tiempos de espera.
Sin embargo, han logrado mantener los principales indicadores
sanitarios, como la mortalidad infantil por debajo de los 5 por cada
mil, la esperanza de vida cercana a los 80 años y también los programas
de contención del VIH SIDA.
La mayoría de los ciudadanos conocen los beneficios que implica para si
mismos la cooperación sanitaria. "Si no fuera por el trabajo de los
médicos en Venezuela seguiríamos con los apagones de 8 horas diarias",
me explica Pablo, obrero de un taller.
De todas formas, acostumbrados a tener el medico a un par de cuadras de
la casa, la mayoría protesta a pesar de que en Cuba quedan 60 mil
galenos, 1 por cada 200 habitantes, una mejor relación que en muchos
países desarrollados.
http://cartasdesdecuba.com/la-salud-locomotora-de-la-economia-cubana/
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