Publicado el domingo, 06.09.13
La ingeniería del apuntalamiento
Raúl Rivero
Madrid – A una veterana disidente checa, amiga y compañera de viaje de
Vaclav Havel, le escuché decir hace un tiempo en Praga que los
demócratas no celebran con ingenuidad las excelencias de la tramoya
reformista que suele hacer el totalitarismo para eternizarse en el
poder. La oposición, con todos sus riesgos, contradicciones y
obstáculos, dijo, trabaja con aplomo y lucidez para ganar la libertad
plena del país.
En ese autorretrato crítico, dibujado a mano por una de las gestoras de
la llamada Revolución de Terciopelo, no se podía percibir un mensaje
radical y violento. Se recibía, eso sí, su capacidad, y la de su grupo
político, a la hora de identificar la diferencia entre la realidad de
los hechos y los visajes programados desde los círculos oficiales con el
propósito de darle mayor nubosidad al escenario de la dictadura.
En Cuba, algunas decisiones tomadas en las últimas semanas tienen esa
vocación teatral. Al mismo tiempo, responden a los dictados de urgencias
internas, necesidades de los jefes de apuntalar las ruinas que
levantaron con maestría. Y, en el plano exterior, facilitar que ciertos
organismos internacionales dominados por la izquierda de Armani los
incluya con habilidad en el universo de las estadísticas.
En esa línea está el cambio de color del documento para los permisos de
salida: antes era la tarjeta blanca y ahora el pasaporte azul. Aparecen
también en la misma dirección los corrales instalados en las cabeceras
de provincias para usar Internet por sólo 4.50 CUC la hora, cuando el
salario promedio no llega a 20 y, más recientemente, el anuncio de
nuevos zurcidos y cuñas en el sector agrícola.
Esos cantos de sirena inflados por los mecanismos locales de propaganda
le suenan como un guaguancó interpretado por lingüistas finlandeses a
los experimentados activistas de derechos humanos, al periodismo
independiente y a los ciudadanos de los grandes sectores marginados de
la sociedad cubana.
La esencia represora del régimen está intacta y viva en los 375 arrestos
temporales realizados durante el mes de mayo pasado. En la celda de la
prisión occidental de El Guatao donde está la Dama de Blanco Sonia,
arrestada y sin juicio junto a su esposo Ramón Núñez, desde marzo de
2012, y en las de otros 70 presos políticos que continúan en las
cárceles diseminadas por el territorio nacional.
La voluntad de no abrir el más mínimo espacio a la oposición política se
refleja en el empeño del gobierno de mantener bajo control policial cada
minuto de la vida de dirigentes como José Daniel Ferrer, Félix Navarro,
Ángel Moya, Iván Hernández Carrillo Martha Beatriz Roque, Jorge Luis
García Pérez (Antúnez) y el doctor Oscar Elías Biscet, por ejemplo.
La canción de las transformaciones sirve nada más que atrasar los
relojes de los jerarcas aunque ellos sepan que el tiempo fluye y no se
deja apresar en esferas numeradas. La realidad es la que se vive en la
calle. La que aparece en la foto que enseñó en Praga la amiga de Vlaclav
Havel y en la que, a pesar del paisaje y de los años, uno cree ver a
mucha gente conocida.
http://www.elnuevoherald.com/2013/06/09/1494831/raul-rivero-la-ingenieria-del.html
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