Internet cubano a precios del "imperio"
- Pese a todo, la tasa de conectividad es la más baja de América Latina
- La ventana a la web se ha abierto en la isla este martes
Maye Primera Miami 5 JUN 2013 - 04:18 CET148
"Una hora de Internet equivale más o menos a lo que gasto en una semana
en comer", explica el bloguero cubano Henry Constantin al otro lado de
la línea del teléfono. El mismo teléfono celular que aún utiliza para
navegar a ciegas en Internet porque el dinero no le alcanza para visitar
alguno de los 118 centros públicos de conexión a Internet que este
martes ha inaugurado el Gobierno de Raúl Castro en toda la isla, y por
pura precaución. Porque una de las reglas establecidas por el Estado
para el uso de estas salas dice claramente: "No usar para realizar
acciones que puedan considerarse (…) como dañinas o perjudiciales para
la seguridad pública, la integridad, la economía, la independencia y la
soberanía nacional". Y los mensajes que publica Constantin en su blog y
en su cuenta de Twitter han sido considerados como eso: dañinos y
perjudiciales.
Constantin vive en Camagüey: la capital de la provincia centro-oriental
de Cuba que lleva el mismo nombre, donde ayer comenzaron a operar cinco
nuevas salas de Internet administradas por la estatal Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Allí se ofrecen tres tipos de
servicios, con tres tarifas: una hora de navegación en internacional por
Internet cuesta 4,5 pesos cubanos convertibles, que equivalen a 4,5
dólares estadounidenses; una hora de navegación por la intranet
nacional, con activación de correo electrónico internacional, 1,5 pesos
convertibles; y una hora de navegación en la intranet nacional, son 0,60
pesos convertibles.
"Uno pasa en bicicleta y ve que el público que hay allí es mínimo. Esos
precios solo los puede pagar quien tiene familiares o amigos en el
extranjero que les envíen dinero para recargar las tarjetas", sigue
Constantin. El servicio funciona a través de tarjetas de prepago que
expiran en 30 días o mediante la contratación de una cuenta
internacional de correo webmail que almacena hasta 50 megabytes de
información siempre y cuando sea recargada al menos cada dos meses. "Lo
que hace la mayoría es aprovechar la opción del correo electrónico, que
tiene un precio menor que el de navegación. Pero hay que usar el
servicio con reservas, porque se sabe que estos lugares están
controlados por el Estado".
Todavía hay sitios prohibidos. Desde que el Gobierno de los hermanos
Castro admitió las conexiones a Internet desde hoteles y oficinas de
correo, hay páginas de Internet que permanecen bloqueadas a la consulta.
Revolico.com es una de ellas: una plataforma cubana, creada inicialmente
para promocionar la compra-venta de equipos usados de computación, donde
ahora se anuncian desde ventas de zapatos hasta ofertas de gimnasios.
Sin embargo, ayer los cubanos pudieron navegar por las ediciones
electrónicas de diarios internacionales y de blogs locales anteriormente
vedados, como la edición electrónica del diario cubano-americano El
Nuevo Herald y los portales www.vocescubanas.com y www.desdecuba.com,
que alojan los blogs de decenas de cubanos disidentes, unos más
modestos, como el de Henry Constantin, y otros que han alcanzado
popularidad global, como Generación Y, escrito la ciberactivista Yoani
Sánchez. "#Cuba A pesar d altos precios, letra chica en el contrato e
imposibilidad d acceso doméstico, hay q ocupar estas pequeñas grietas en
el muro", escribió Yoani Sánchez en su cuenta de Twitter, luego de
visitar la sala de conexión habilitada en la calle 17 de El Vedado, en
La Habana.
Aunque la tasa de conectividad de Cuba es la más baja de América Latina
(3%), Internet se ha convertido en un nuevo campo de batalla política
para los cubanos durante los últimos años. "Con Internet hay que hacer
como pidió el Che que hiciéramos con las universidades: pintarla de
negro, de mulato, de obrero y de campesino. (…) Un objetivo del Gobierno
norteamericano es impedirnos el acceso a estas tecnologías y limitarnos
los recursos financieros para obtenerlas, mientras gasta decenas de
millones de dólares en facilitárselos a la quinta columna que alimenta
aquí para que usurpe la expresión de los cubanos", decía este martes el
bloguero pro-castrista Iroel Sánchez en una entrevista con el diario
oficial Juventud Rebelde, a propósito de la publicación de su libro
titulado Sospechas y disidencias: una mirada cubana en la red. La obra
es un compendio de entradas que Iroel Sánchez ha publicado en su blog,
La pupila insomne, desde julio 2010 y hasta tres veces por día. El autor
comparte la tesis del Gobierno de los hermanos Castro, que ha atribuye
limitaciones de conectividad de la isla al embargo económico que
mantiene Estados Unidos en su contra desde la década de los sesenta del
siglo XX y que blogueros como Yoani Sánchez o como Henry Constantin son
financiados por "el imperio".
La ventana a la web que se ha abierto en Cuba este martes, sostiene el
Gobierno, ha sido posible gracias al tendido de un cable submarino de
fibra óptica, de 1.600 kilómetros de largo y a un costo de 70 millones
de dólares, que conecta a Cuba con Venezuela y Jamaica. La instalación
del cable terminó en febrero de 2011, pero este comenzó a funcionar el
pasado 24 de enero. Según dijo el viceministro de Comunicaciones de
Cuba, Wilfredo González, al día siguiente de anunciar la apertura al
público de los centros de conexión que abrieron sus puertas este martes,
las únicas limitaciones al uso privado de internet en Cuba responden a
razones "tecnológicas y financieras".
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/05/actualidad/1370398720_289648.html
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