13 de junio de 2013

Expertos La elevación del nivel del mar podría borrar unos 122 poblados costeros

Medio Ambiente

Expertos: La elevación del nivel del mar podría borrar unos 122 poblados
costeros
Agencias | La Habana | 13 Jun 2013 - 12:16 am.

El Gobierno dice que se trata de 'un problema de seguridad nacional' y
diseña 'una ofensiva de reordenamiento costero'.

Científicos recorrieron palmo a palmo los 5.700 kilómetros de las costas
cubanas, calcularon, analizaron e hicieron proyecciones, y las
conclusiones que sacaron fueron tan alarmantes que las autoridades
prefieren ser reservadas para no causar pánico.

Según el estudio, la elevación del nivel del océano podría dañar o
eliminar del mapa unos 122 poblados costeros, muchas playas quedarían
sumergidas, fuentes de agua dulce perdidas y parcelas de cultivo
inutilizadas.

Se espera que el mar suba unos 27 centímetros para 2050 y unos 85
centímetros en 2100, poco si uno lo mira verticalmente, pero que
significa una penetración del agua salada de hasta dos kilómetros tierra
adentro en zonas bajas.

"El gobierno se dio cuenta de que el tema de la protección de las costas
para una isla como Cuba, larga y estrecha, es un problema de seguridad
nacional", comentó a la AP, Jorge Álvarez, director del Centro de
Inspección y Control Ambiental, una dependencia oficial.

Con este telón de fondo, las autoridades comenzaron en los meses pasados
una ofensiva de reordenamiento costero buscando proteger las dunas en
las playas y los manglares, primera barrera de protección contra el
avance de los mares.

Sanciones y demoliciones

Aunque la ley de protección de las costas se aprobó en el año 2000, no
fue sino hasta hace pocos meses que sus disposiciones comenzaron a
cumplirse de manera estricta. Equipos de inspectores iniciaron
recorridos sancionando a personas e instituciones contraventoras y hasta
ordenando demoliciones.

Es una carrera contra el tiempo que debe tener en cuenta las necesidades
de poblaciones y sobre todo asegurarse de afectar lo menos posible al
turismo, una industria que ingresa 2.500 millones de dólares y es la
principal fuente de divisas del país.

Según los expertos, el Caribe es una de las regiones más vulnerables al
cambio climático.

"Los Estados insulares del Caribe están muy preocupados por el cambio
climático", explicó a la AP Dan Whittle, director del programa para Cuba
del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente, organismo no gubernamental
con sede en Nueva York.

La región debe enfrentarse además con devastadores huracanes, cada vez
más intensos.

En casi todos los países del Caribe existen leyes y normas ambientales,
pero su cumplimento es irregular y cuando estas chocan con los intereses
del turismo suelen perder la partida.

Guanabo en la mirilla

Una visita de la AP por la playa de Guanabo, unos 25 kilómetros al este
de La Habana, mostró algunas de las medidas tomadas por las autoridades.

Por ejemplo, en un área se demolió una instalación militar y ya comenzó
a nacer el boniato de playa, una planta cuya función principal es
retener la arena, mientras, un poco más allá se demolió una escuela de
natación. Se hizo sin un plan integral y ahora las autoridades
ambientales deben lidiar con escombros y un daño mayor.

Según Álvarez, se impusieron en 2012 unas 10.000 sanciones a personas
jurídicas y naturales que violaban la ley de costas, aunque las medidas
más duras como las demoliciones recayeron sobre las primeras.

"Con la población se han tomado medidas menos fuertes", explicó Álvarez,
quien reconoció lo complejo de tener que reubicar personas en un país
donde la falta de viviendas es crítica.

Las autoridades no informaron el total de las demoliciones realizadas.

La ley prohíbe construir sobre las dunas y debe dejarse unos 40 metros
de protección a partir de las líneas de esta antes de edificar.

Según la normativa, todo lo colocado antes de 2000 —la fecha de la ley—
podrá quedarse, pero no se realizarán tareas de mantenimiento.

Para los vecinos de Guanabo, el cambio climático y sus consecuencias no
son una fantasía, sino una aterradora realidad.

"A todos nos gusta vivir cerca del mar, pero es peligroso...
peligrosísimo", comentó a la AP Félix Rodríguez, un jubilado de 63 años
que con solo abrir su puerta y caminar dos metros tiene a las olas por
vecinas.

"El mar se ha ido arrimando cada vez más. Hace años estaba 30 metros más
allá", agregó espantado Rodríguez señalando con sus brazos a la distancia.

Rodríguez y otras 11 familias fueron notificadas que serán reubicadas
—aunque no se estableció todavía una fecha—, un destino que les espera
también a miles de personas en toda la Isla, según las autoridades.
Rodríguez y los demás dicen que no les molesta ser reubicados, en vista
del peligro que enfrentan.

Varadero, un gran dilema

"Las costas a nivel mundial están sufriendo un grado de erosión
acelerado, que viene dado, sobre todo, por el aumento del nivel del
mar", explicó a la AP, el geólogo Adán Zúñiga, del Centro de
Investigaciones de Ecosistemas Costeros, ubicado en el polo turístico de
Cayo Coco, a unos 500 kilómetros de la capital.

Según el experto, las playas del Caribe están perdiendo unos cinco
metros por año. En Cuba se registraron retrocesos de 1,2 metros anuales
en Varadero y hasta tres metros en Jardines del Rey.

En todo caso, la idea, coincidieron Álvarez y Zúñiga, es buscar las
soluciones propicias para cada lugar, según su grado de desarrollo
económico y necesidades, sea reconformando la duna —demoliciones
incluidas—, vertiendo arena —un proceso muy caro— o ejecutando
soluciones ingenieras como rompeolas.

Un punto de especial atención es Varadero, a unos 150 kilómetros al este
de la capital y sitio emblemático del turismo cubano, donde se
detectaron unas 900 instalaciones que contribuyen a la erosión, la
mayoría construidas en los años 50 y en los 90, cuando se retomó el
desarrollo del turismo al calor de la profunda crisis económica.

En este caso se están trasladando, paulatinamente, unos metros hacia
adentro las construcciones y se endurecieron los controles para las
nuevas edificaciones.

"Incluso el emblemático Hotel Internacional de Varadero será demolido",
anunció ÁAlvarez, quien no especificó el momento en el cual se realizará
el derribo.

Varadero es un ejemplo del dilema que enfrenta Cuba, pues por sus playas
pasan la mayoría de los 2,7 millones de turistas que llegan cada año
atraídos por su paisaje paradisíaco y el oleaje de sus tibias aguas.

En varias ocasiones las autoridades se vieron obligadas a verter arenas
para conservar las playas, un procedimiento costoso para la pequeña
economía nacional.

'No podemos volvernos ecologistas a ultranza'

En dirección contraria está Cayo Coco, un polo desarrollado en la última
década y en el cual se construyeron hoteles alejados de las arenas y
casi escondidos tras los manglares; además, de poca altura, para no
afectar la ruta de las aves.

Según indicó Álvarez, la supervisión del reordenamiento costero está a
cargo del Consejo de Estado, que encabeza el general Raúl Castro.

Un elemento clave para muchos observadores como Whittle es hasta dónde
podrá Cuba proteger sus playas sin sacrificar el turismo.

"¿Cuba se convertirá en un destino sostenible, al igual que Costa Rica,
o va a seguir el camino de Cancún (México) y gran parte del Caribe, que
sacrificó esencialmente los espacios naturales, los ecosistemas marinos
y costeros por el desarrollo económico en el corto plazo?", se preguntó
Whittle.

Para el geólogo cubano Zúñiga, lo mejor es una salida negociada: "Hay
que jugar un poco con los escenarios y las necesidades de desarrollo del
país, pero pensando siempre en un forma sostenible", expresó. "No
podemos volvernos ecologistas a ultranza".

http://www.diariodecuba.com/cuba/1371075365_3725.html

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