Delincuencia aprobada
Lunes, 03 de Junio de 2013 02:41
Escrito por Aimée Cabrera
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) La capital de Cuba, que
era una de las más bellas ciudades del continente cuando se estrenó como
"faro de libertad", se hunde entre la falta de mantenimiento, de higiene
y los delincuentes que han llegado como invasores de no se sabe dónde y
se han convertido en sus dueños absolutos.
Quienes viven en La Habana o vienen de paseo a visitarla se sorprenden
del deterioro total en que está sumida. Escasas son las zonas
conservadas. Los mantenimientos tienen que hacerse de forma privada y en
el caso de reparar una casa a conciencia, incluyendo la pintura, el
gasto es casi igual que comprarla nueva. Son pocos los que tienen esas
sumas para afrontar el gasto.
Pero los que están en la corrupción y la depravación buscan los medios
para tener bastante dinero. No importa si para ello hay que asaltar,
robar, prostituirse o matar. Los que reciben los billetes prefieren
ignorar su procedencia.
Otra variante de mal comportamiento es romper y arrasar con todo como si
plagas de odio quisieran apoderarse de todo cuanto está a su alcance.
¿Quiénes estarán detrás de todo esto?
A veces, más bien parece que los que deben frenar, promueven el
deterioro de los valores y de todo lo demás y el desfalco.
Cabinas de teléfonos rotas, paredes recién pintadas con marcas de suelas
de zapatos, depósitos de basura volcados o rotos, desperdicios tirados
por doquier, portales cuyos pisos no reciben agua desde hace más de 30
años, centros hospitalarios reparados y pirateados al momento, ómnibus
nuevos con los asientos partidos con todo propósito, aguas albañales que
inundan las calles... Son solo ejemplos de una lista interminable de lo
que sucede en "la capital de todos los cubanos".
Mientras se desarregla el futuro de la provincia más pequeña pero más
importante y poblada del país con plenarias, consignas y politiquería; y
quienes deben cuidar, persiguen a los que piensan con su cerebro y les
hacen reverencias a los delincuentes. Los estimulan, o simplemente los
dejan destruir para achacarle la culpa al "imperialismo yanqui".
Los agentes del orden público se mantienen a distancia, como para dar a
entender que ese no es su problema.
Esperemos que los tornados y las tormentas severas sigan ocurriendo en
regiones bien lejanas, al igual que los huracanes, en una temporada
ciclónica que ya se avisa, será severa; a no ser que así se les cumpla
el añorado sueño de que se acabe de destruir la ciudad, que a muy pocos
les importa remozarla, porque no nacieron en ella, la odian o sabe Dios
por qué.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/7605-delincuencia-aprobada.html
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